La estrategia de Podemos en favor de pactos de izquierda eleva al máximo la tensión con el PNV
Los jeltzales avisan de que no aceptarán «lecciones de democracia» mientras los morados intentan meter cuña con el PSE
olatz barriuso
Lunes, 30 de noviembre 2020
El río ya bajaba revuelto y el acuerdo alcanzado entre PSE y Podemos en Irún para conformar su primer gobierno de coalición en Euskadi ha ... terminado de enturbiar las aguas. La tensión entre el PNV y la formación morada, latente por el interés de Pablo Iglesias en hacer valer su flamante «bloque republicano» en Madrid con ERC y EH Bildu, ha acabado por explotar, azuzada por el pacto en la localidad fronteriza. El detonante, las declaraciones que el fin de semana hicieron las líderes vascas de Podemos y Ezker Anitza-IU, Pilar Garrido e Isabel Salud, que no solo sugirieron que lo que el PNV considera una «excepción» local puede ser el germen de un futuro pacto de izquierdas más amplio que desaloje a los jeltzales de las instituciones, sino que lo hicieron con el argumento de que esa alianza de socialistas, morados y EH Bildu sería «lo lógico y lo democrático» para acabar con la «hegemonía casposa» del PNV.
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La respuesta, fulminante, llegó este lunes por boca de la reelegida presidenta jeltzale en Bizkaia, Itxaso Atutxa, que quisó recordar a Podemos que Iglesias es vicepresidente gracias a su partido. «Los votos del PNV para que su secretario general sea ahora vicepresidente del Gobierno no les parecieron tan casposos ni tan poco democráticos», contraatacó la dirigente jeltzale, que advirtió de que acusaciones tan «graves» como esa «no se pueden repetir».
El enfado en el PNV ya había prendido por el protagonismo que Iglesias, con la aquiescencia del presidente Pedro Sánchez, ha concedido a EH Bildu en la negociación presupuestaria, hasta el punto de incluir a los republicanos catalanes y a la coalición de Arnaldo Otegi en la «dirección de Estado». Andoni Ortuzar sugirió, en una entrevista en EL CORREO, que Sánchez debería dar un «puñetazo en la mesa» para frenar a su vicepresidente segundo, pero eso no solo no ha sucedido, sino que el acuerdo de Irún ha dado alas al discurso morado sobre las alianzas de izquierdas. Pese a su manifiesto carácter local, que el propio PSE rebaja a la necesidad del alcalde Santano de procurarse un socio estable ante su manifiesta incompatibilidad con el jeltzale Xabier Iridoy, el propio Iglesias lo aplaudió en su cuenta de Twitter el sábado: «Es una gran noticia que sigue afianzando un rumbo de progreso en cada vez más lugares».
Llovía sobre mojado, por la insistencia de Podemos en impulsar el marco mental de los pactos de izquierda, más cercano en Cataluña si dan los números tras las elecciones del 14-F pero aún política ficción en Euskadi, según admiten en privado todos los protagonistas. «Ahora es imposible, dentro de cuatro años Dios dirá», vienen a coincidir. Pero el goteo es constante. Lluvia fina. Este lunes el diputado morado Gerardo Pisarello hizo votos para que esa 'coalición dentro de la coalición' (los 55 diputados que suman Podemos, ERC y la izquierda abertzale) pase de «coyuntural» a «estructural» y funcione como un «proyecto estable». Iglesias lo remató en una entrevista en 'La Sexta', donde lanzó encendidos elogios al «recorrido ético» de Bildu (citó la solidaridad de Jon Iñarritu con las víctimas, sin mencionar que procede de Aralar) frente a la «inmoralidad permanente» del PP por sus acuerdos con Vox, que equiparó con la defensa del franquismo.
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Los gudaris
En ese clima caldeado, que importuna a un PNV que veía en los posibles acuerdos con Elkarrekin Podemos una manera de proseguir su estrategia de aislamiento de Bildu, la líder del Bizkai buru batzar se remontó incluso a la Guerra Civil, para recordar cómo «los gudaris lucharon por la paz». «¿Cuál es el respeto de la señora Garrido por los 400.000 votos del PNV?», se preguntó en declaraciones a 'Onda Vasca', donde advirtió de que su partido no aceptará «lecciones de democracia» de nadie. Atutxa opinó que Iglesias «busca ser el líder de un bloque para reforzar lo que las urnas no le dieron frente al PSOE, y ahí ha entrado Bildu». El PNV, en cambio, como partido «centenario», subrayó, «no necesita que nadie le represente».
Atutxa: «Nuestros votos para hacer vicepresidente a Iglesias no les parecieron tan casposos»
reproches
El líder de Podemos elogia el «recorrido ético» de Bildu frente a la «inmoralidad» del PP
«bloque republicano»
Poco después, reaparecía en rueda de prensa Garrido, que dejó claro que «respeta» a los votantes del PNV pero pidió «respeto» también para su estrategia porque Podemos, dijo, tiene la «obligación» de plantear una «alternativa» al PNV tras «cuarenta años» en el poder. Pero la líder vasca de Podemos fue más allá y planteó negociar los Presupuestos vascos directamente con el PSE «y con el resto de fuerzas de izquierda» para conseguir unas Cuentas «más sociales». El intento de meter cuña en el bipartito con el PNV no inquieta en Ajuria Enea, donde insisten que será el consejero Azpiazu el que negocie el proyecto y no ven al PSE aprobando enmiendas al margen de sus socios, como ha hecho Iglesias con los desahucios en Madrid.
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