Covite ve «gravísimo» que el Gobierno vasco mantenga en secreto el programa sobre terrorismo
La asociación vasca exige que «las víctimas y el resto de los ciudadanos conozcamos los materiales de 'Herenegun'»
Covite ha considerado hoy «gravísimo» que el Gobierno vasco mantenga en secreto el nuevo programa educativo sobre terrorismo. La asociación vasca de víctimas ha recordado ... que la primera versión de 'Herenegun' resultó «ofrecía una visión muy sesgada y falsa de lo que fue el terrorismo de ETA y fomentaba la teoría del conflicto». Covite valora así a la información publicada este lunes por EL CORREO y en la que se explica que el Gobierno vasco mantiene en secreto el nuevo programa educativo, que fue testado con un plan piloto en 2021, que este curso se ha visto en una veintena de centros y que Educación pretende ofrecer a todos los centros vascos el próximo curso. Las asociaciones de víctimas no han podido verlos hasta el momento, pese a haberlo solicitado. «Tanto las víctimas como el resto de los ciudadanos merecemos conocer los materiales del programa educativo 'Herenegun'», exigen desde Covite.
'Herenegun' aspira a contar la historia del País Vasco desde 1960 hasta la actualidad, con especial énfasis en el terrorismo de ETA. Una materia sensible y que levantó una enorme polémica en su primera versión, allá por 2018, cuando el Ejecutivo se vio obligado a retirar aquellos contenidos después de que fueran duramente criticados por una veintena de asociaciones de víctimas del terrorismo. Aquellos textos y vídeos fueron corregidos, reorientados con las aportaciones de una treintena de entidades -entre ellas, las víctimas- y la nueva versión, que nunca se presentó públicamente, se convirtió en un plan piloto que se probó, a lo largo de 2021, en ocho centros educativos. En ese tiempo, 994 alumnos y 24 profesores los pudieron ver. Sólo ellos. La prueba se realizó en 4º de la ESO y 2º de Bachillerato. Este curso se ha ampliado a una veintena de escuelas. Esos pocos cientos de alumnos son los únicos que han podido verlos hasta el momento.
El motivo de la suma discreción no es otro que el varapalo que supuso la primera retirada y la herida abierta que dejó aquello en los promotores de los materiales, el área que entonces dirigía Beatriz Artolazabal y que ahora lidera Nerea Melgosa. Si en el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales hay un asunto sobre el que no gusta hablar, ese es 'Herenegun'. La discreción es absoluta, raya el secretismo. Ni siquiera las asociaciones de víctimas del terrorismo, como Covite o la Fundación Buesa, han podido ver el nuevo 'Herenegun'. En el Consejo vasco de Participación de las Víctimas lo han solicitado en varias ocasiones y existe la promesa de presentar los materiales, pero todavía sin fecha, y siempre con el compromiso de discreción y de confidencialidad. No quieren ruido en este tema en el Ejecutivo de Urkullu. Contrasta esta posición con los materiales que el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo preparó para cualquier centro escolar, que son públicos y que han asumido como propios las comunidades de Valencia y Madrid. En Gogora insisten en que todos los centros vascos tienen acceso a los materiales. Y en que hay 150 testimonios de víctimas disponibles, muchos más que hace años.
«Un trabajo discreto»
Fuentes del Ejecutivo de Urkullu insisten en que están haciendo «un trabajo discreto, pero sin secretismo» y avanzan que está previsto «explicar la situación» en junio en una rueda de prensa conjunta de las áreas de Justicia y Educación. También apuntan que se ha ofrecido la posibilidad de ver los contenidos a dos parlamentarios vascos que lo habían solicitado. Sostienen que las asociaciones de víctimas han tenido el mismo ofrecimiento, algo que niegan tajantemente en las entidades.
El principal problema del primer 'Herenegun', compuesto por cinco cuadernos y seis vídeos, es que mostraban, a juicio de las asociaciones de víctimas, «una visión muy sesgada» y alimentaban la teoría del conflicto difuminando las responsabilidades de los actos terroristas. Incluso el PSE, socio del Gobierno vasco, mostró su desacuerdo. Aquellos primeros contenidos audiovisuales estaban basados en una serie de EiTB -'Las huellas perdidas'- y dos de ellos se centraban en la represión franquista. Se echaba en falta a más víctimas y tampoco aparecían miembros de los Cuerpos y las Fuerzas de Seguridad del Estado, ni los empresarios extorsionados. Estaban incluidos en la asignatura de Historia y llegaban impulsados por la secretaría de Derechos Humanos del Gobierno vasco que dirigía entonces Jonan Fernández.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión