Conmoción en Gipuzkoa por la muerte del diputado de Hacienda tras ser atropellado

El accidente se produjo alrededor de las 21.15 horas del martes en las proximidades de la localidad zamorana de Peleas de Abajo, de donde es originaria su mujer. Perona estaba en compañía de su hijo de 10 años, que no sufrió lesiones. Al parecer, todo pudo deberse a una «fatalidad».

«No sabemos qué pasó, es incomprensible que ocurra esto en una carretera comarcal de apenas dos kilómetros, los que separan nuestro pueblo de Jambrina. Entre las 21.00 y las 21.15 horas, la puesta de sol suele provocar que la luz venga de frente, muy baja y deslumbre. Son solo quince minutos, pero el sol no te deja ver nada en ese tramo», explicaba ayer a 'El Diario Vasco' el alcalde, Félix Roncero.

Un problema de visibilidad que, según relataba el regidor, provocó que el conductor -que dio negativo en la prueba de alcoholemia- no identificara a tiempo a Perona ni pudiera sobrepasarle. «El niño iba delante y Jokin, a unos diez metros por detrás de él. El conductor le debió golpear por detrás y, cuando oyó el golpe, paró. De hecho, él fue el primero en socorrerle, pero está muy afectado. Todos en el pueblo lo estamos».

La vía donde se produjo el accidente es una estrecha carretera de doble sentido sin apenas arcén por la que «no se circula a gran velocidad». «Cuando el hijo llegó a casa había momentos en que no era consciente de lo que había ocurrido y momentos en que se derrumbaba y decía: 'Mi padre se ha muerto'».

El alcalde reconoce que la familia es muy querida por todos los vecinos y recuerda al diputado como alguien «muy conocido y muy reservado. Nunca hablaba de su cargo político. Sus suegros nacieron aquí, pero se fueron a Vitoria, aunque venían mucho; la abuela solía encargarse de cuidar a la niña pequeña, que apenas tiene unos meses». Reconoce que Perona disfrutaba mucho de la vida en el pueblo, «comía con la gente, salía a correr por la zona y desde que se casaron venían todos los veranos».

Desde el Consistorio se decretaron tres días de luto oficial. Durante este periodo, las banderas de los edificios municipales ondearán a media asta en señal de luto por el suceso vivido. Su muerte sacudió Gipuzkoa. El lehendakari, Imanol Pradales, habló de «una persona querida al servicio de los ciudadanos». «Se trataba de un gran servidor público que daba a diario lo mejor de sí, siempre con energía, positividad y fuerza. Es una gran pérdida para Euskadi entera», añadió la diputada general, Eider Mendoza. Las condolencias se extendieron por todo el arco parlamentario.