La condena a la agresión del exedil del PP en Vitoria abre otra fisura interna en EA
La agrupación local de San Sebastián se adhiere a la declaración institucional que EH Bildu rechazó y recrudece la pugna por la orientación del partido
La agresión a un exconcejal del PP en Vitoria ha sido la inesperada chispa causante del último incendio en el seno de Eusko Alkartasuna, sumida ... en una crisis crónica. La negativa pública de EH Bildu a condenar explícitamente los hechos ha puesto en evidencia las marcadas diferencias que existen entre la dirección del partido y el sector crítico, con fuerte implantación territorial. Tanto que la agrupación local de San Sebastián se ha desmarcado de la postura oficial y ha mostrado su apoyo a la declaración institucional que la coalición abertzale se negó a suscribir en el Ayuntamiento.
La formación fundada por Carlos Garaikoetxea vive la situación más delicada de sus 35 años de historia. Una importante fracción de la militancia, cuyo mayor apoyo es precisamente el exlehendakari, no reconoce la legitimidad de la actual secretaria general, Eba Blanco. Aducen irregularidades en el proceso de primarias, concretamente en la fase de recogida de avales, que habrían perjudicado al otro candidato al puesto, Maiorga Ramírez. La pugna está en manos de los tribunales, por lo civil y con una batalla paralela en la vía penal, mientras ambas partes continúan echándose los trastos a la cabeza.
Los críticos no reconocen a la líder del partido por supuestas irregularidades en el proceso de primarias
ORIGEN
El enfrentamiento tiene un trasfondo netamente político. Los críticos -que dominan el aparato en Gipuzkoa, Álava y Navarra- abogan por acentuar el perfil propio de EA ante el temor de que acabe diluida dentro de EH Bildu. Uno de sus mayores miedos es que esa sincronización con la estrategia de la izquierda abertzale clásica acabe suponiendo un paso atrás en la deslegitimación de la violencia. El partido de Garaikoetxea, no en vano, siempre condenó el terrorismo de ETA sin ambages. Es por eso que ahora la agresión a Iñaki García Calvo por parte de nueve radicales tras ser reconocido como militante del PP ha puesto a ambas facciones ante el espejo.
Ejerciendo de portavoz de EH Bildu en esta cuestión, Blanco apostó el lunes por la fórmula del «rechazo» y no de la «condena». La también vicepresidenta segunda del Parlamento vasco denunció que las declaraciones promovidas en diversas instituciones contengan un vocabulario «excluyente» y dirigido al «desgaste político». La agrupación de EA en San Sebastián le enmendó la plana el martes al adherirse al texto impulsado por el PP en el Consistorio y mostrar su «condena firme y contundente» a los hechos.
Bildu también se queda sola en las Juntas de Álava en una nueva iniciativa para condenar el ataque
OTRA NEGATIVA
Otros desmarques
No es la primera vez, en todo caso, que voces de Eusko Alkartasuna se alzan contra el discurso oficial de EH Bildu. Entre 2016 y 2017, el partido entonces liderado por Pello Urizar marcó distancias con el resto de la coalición por la «campaña» de Sortu contra la Ertzaintza, a la que acusaba de más de 400 casos de tortura y equiparaba con la Policía Nacional y la Guardia Civil. Meses después también se desmarcó de otra campaña. Esta vez de Ernai, la organización juvenil de la izquierda abertzale, contra el turismo. EA consideraba que las pintadas y el ataque a la sede de Basquetour no tenían «lugar en ninguna sociedad».
La lista de instituciones en las que EH Bildu se ha negado a condenar la agresión a García Calvo se amplió ayer. Su negativa impidió la unanimidad para aprobar una declaración en las Juntas Generales de Álava. Eso sí, PNV, PSE, PP y Elkarrekin Podemos aún creyeron necesario mostrar su «condena y repulsa más enérgica», y por eso realizaron un comunicado conjunto: «Son unos hechos que para nada representan a una ciudad cuyas señas de identidad son la convivencia, la tolerancia y el respeto a la pluralidad».
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