La comisión bilateral entre Euskadi y el Gobierno central se reunirá el 6 de noviembre

La idea central de la reunión será fijar un calendario para el traspaso a manos vascas de seis carpetas: salvamento marítimo, meteorología, autorizaciones iniciales de trabajo para extranjeros, el fondo de protección a la cinematografía, el Centro Nacional de Verificación y Maquinaria y la ordenación y gestión del litoral. Este primer bloque podría transferirse antes de que acabe el año.

La creación de una «comisión bilateral permanente» que se reúna «cada seis meses» fue uno de los puntos incluidos en el acuerdo con el PNV para la investidura de Pedro Sánchez, hace casi un año. Se trata de un paso fundamental para avanzar en otro de los compromisos prioritarios para los jeltzales: el traspaso de 29 competencias a Euskadi, a fin de dar así cumplimiento, 45 años después, al Estatuto de Gernika. El documento contemplaba un plazo «improrrogable» de dos años para culminar el proceso.

Tras estas seis primeras competencias, llegará el turno de otras 23 que el Gobierno vasco tiene identificadas. Entre ellas, las más delicadas, como la gestión de los puertos de Bilbao y Pasaia y los aeropuertos de Loiu, Foronda y Hondarribia; y la gran patata caliente, la gestión del régimen económico de la Seguridad Social.

La intención de Pradales es que este melón se abra a comienzos del año que viene. No obstante, los obstáculos son significativos. De hecho, distintos ministros en los últimos tiempos han enfriado las expectativas respecto al traspaso de la gestión de las cinco infraestructuras consideradas «de interés general» y, por tanto, competencia exclusiva del Estado. El socio del PNV en las instituciones vascas, el PSE, también ha expresado sus dudas. Su secretario general, Eneko Andueza, ha señalado que el traspaso de puertos y aeropuertos sería incluso «perjudicial» para la economía vasca.

En cuanto a la gestión económica de la Seguridad Social, los escollos son políticos, técnicos y jurídicos. Básicamente, porque la sombra de la posible ruptura de la 'caja única' amenaza con agitar la recurrente bandera de los agravios territoriales con el resto de comunidades autónomas. A todo ello hay que sumar que la voluntad política de las administraciones no siempre es suficiente. Baste como ejemplo que el Tribunal Supremo suspendió hace unos meses, de forma cautelar, el traspaso para la homologación de títulos universitarios extranjeros.

En cualquier caso, lo que queda de manifiesto es el esfuerzo de Moncloa por mimar a Pradales y atar, así, el apoyo del PNV. La coalición de PSOE y Sumar, que gobierna en clara minoría, necesita el respaldo de todos sus socios para sacar adelante cualquier iniciativa. Muestra de ese afán es que en los escasos cuatro meses que Pradales lleva en el cargo, ya se ha visto en dos ocasiones con Sánchez, a lo que habrá que sumar esta nueva reunión. Una actitud que contrasta con la gélida relación entre el mandatario socialista y el exlehendakari Urkullu, quien lamentaba no obtener siquiera respuesta a las numerosas cartas que mandaba al presidente.