PNV y PSE cargan contra Bildu y PP por pactar en el Parlamento mientras se enfrentan por Bienzobas

Casi tres años lleva ya el lehendakari gobernando en minoría. Pero los partidos que sustentan su Ejecutivo, especialmente el PNV, siguen sin encajar que algunas veces la oposición una fuerzas e imponga su criterio en el Parlamento vasco. Las críticas a la supuesta 'pinza' fueron feroces en primavera, a las puertas de las elecciones generales y municipales, y han vuelto a serlo hoy. Queda justo un mes para volver a votar. Los jeltzales han cargado contra EH Bildu y PP por pactar en la Cámara mientras sus principales dirigentes mantienen desde hace días un fuerte encontronazo a cuenta de la exposición que el etarra Jon Bienzobas está realizando en Galdakao, localidad gobernada por los independentistas. Que ambas situaciones se den a la vez le parece a los peneuvistas «incoherente», «antinatural» e incluso «una farsa».

El choque PNV-oposición se ha producido durante el pleno que celebra el Legislativo. EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP han aprobado el dictamen final de la comisión de investigación parlamentaria que durante el último año y medio ha analizado el cartel de los comedores escolares por el cual varias empresas concertaron los precios de los menús de los centros públicos entre 2003 y 2015. Las conclusiones consideran probado que se ha producido un quebranto económico de entre 70 y 80 millones a las arcas públicas y a las familias y reprochan a los sucesivos consejeros de Educación (Anjeles Iztueta y Tontxu Cámpos de EA, la actual ministra socialista Isabel Celaá y la jeltzale Cristina Uriarte) su «inacción» y un «control negligente».

Las conclusiones se conocían desde junio. También que la oposición iba a apoyarlas en bloque después de que el PP cambiara de idea en la penúltima sesión de la comisión parlamentaria y se desmarcara de un pacto con PNV y PSE que niegan cualquier responsabilidad política. Por eso los socialistas y los nacionalistas han aprovechado el debate en el pleno, el último trámite, para lanzar misiles contra el resto de partidos y la investigación que han desarrollado. Principalmente, porque consideran injusto que se «manche» el nombre de los citados consejeros.

Especialmente desaforado se ha mostrado el jeltzale David Latxaga, que ha descalificado la investigación parlamentaria tachándola de «farsa», «despropósito», «esperpento», «pérdida de tiempo», «indecencia» y «politiqueo de salón». Al PP le ha reprochado que su cambio de postura se debe a sus «urgencias políticas» y «venganza», y a EH Bildu su «histórica animadversión» al PNV . Elkarrekin Podemos tampoco se ha librado del ventilador: A Jose Ramón Becerra, representante de Equo, le ha criticado que «abandone su 'txokito' medioambiental para convertirse en azote del Gobierno». Por su parte, el socialista José Antonio Pastor ha asegurado que el pacto de la oposición sobre los comedores es «un teatrillo electoral» y ha recordado a los populares que «mientras Casado echa en cara al PSOE que pacte con los que tienen las manos manchadas de sangre (en Navarra) el PP vasco lo hace en Euskadi».

La oposición, que ha censurado el «lamentable» discurso de Latxaga, ha defendido al unísono la legitimidad de la comisión de investigación para buscar responsabilidades políticas una vez que los tribunales ya decretaron que los sucesivos gobiernos no actuaron en connivencia con el cartel de empresas. Eva López de Arroyabe (EH Bildu) ha lamentado el «mal perder» de PNV y PSE y Becerra (Elkarrekin Podemos) que ambas formaciones «hayan intentado tapar y pasar de puntillas sobre un caso de mala gestión». Por su parte, Carmelo Barrio (PP) ha negado que su formación haya actuado por revanchismo y ha recordado que «un mayor control de la Administración hubiera evitado la concertación ilegal y los precios abusivos».