El relevo de Ortuzar por Esteban sorprende al resto de partidos y genera incertidumbre en el PSE
Los socialistas vascos, cuya relación con Ortuzar era muy sólida, necesitan labrar buena sintonía con Esteban para afianzar los gobiernos vasco y central
La retirada de la primera línea del que ha sido el gran timonel de la política vasca en la última década ha sumido en un ... escenario de incertidumbre al resto de partidos, acostumbrados a tratar con Andoni Ortuzar cada cuestión con una mínima trascendencia. Aunque las cabezas visibles de los otros grupos han evitado durante todo el proceso interno comentar en público esta abrupta sucesión en la familia jeltzale -bajo la máxima de no inmiscuirse en cuestiones de otras formaciones-, lo cierto es que de puertas para dentro en todas las sedes se preparan para un escenario desconocido.
La noticia cogió por sorpresa a un PSE-EE que seguía con ahínco el proceso interno del PNV. La marcha de Ortuzar inquieta a los socialistas vascos, que desde 2013 han sellado con el todavía presidente del EBB acuerdos para repartirse el poder en el Gobierno vasco, las diputaciones y cada ayuntamiento en el que dieran los números. Fuentes del partido destacan a este periódico la «lealtad» y la «cercanía personal» de un líder que «tenía cada pacto en la cabeza». Aunque en un principio la relación con Esteban no debería ser distinta, pues sobre el papel será un líder continuista, la política tiene mucho de personal y tendrán que construir una relación de confianza desde cero.
La llegada de Esteban a la presidencia del EBB también inquieta a un Gobierno central acostumbrado a tener como interlocutor a Ortuzar, con línea directa con Pedro Sánchez y sus ministros. Aunque el asiento en el Congreso lo ocupaba Esteban, es con el líder jeltzale con quien el Ejecutivo negoció la moción de censura, las investiduras y cada pacto de calado.
Ortuzar, de hecho, es el único jefe de filas de los partidos que sostienen al Gobierno con quien Sánchez se ha fotografiado firmando un acuerdo (el de su última investidura). Es esta buena sintonía entre las dos formaciones la que lleva al Gobierno central a dar por hecho que Esteban continuará el camino empezado por su antecesor. Tal es el convencimiento que, a diferencia de lo ocurrido en los procesos internos de Junts y ERC, el Ejecutivo ha continuado con su agenda legislativa sin condicionarla a quién tomaba las riendas de la formación jeltzale.
Choque con el PP
Esteban asumirá la presidencia del EBB en el momento en el que la relación con el PP es muy complicada. El incendio provocado hace tres semanas a cuenta del palacete de París tuvo, precisamente, como protagonista al líder jeltzale en el Congreso, quien señaló como «torpe» al portavoz popular, Miguel Tellado, que calificó como «asqueroso y miserable» el traspaso. A esta estridencia se le suma la habitual pelea parlamentaria entre Esteban y Feijóo, quien recordó al PNV que se había quejado de que Sánchez les usaba como un «'kleenex'». Los populares vascos, en cambio, quieren que este ruido se circunscriba a Madrid y no cierran la puerta a poder pactar con el PNV cuestiones como la reforma fiscal.
Esta exposición pública también lleva a Aitor Esteban a asumir la presidencia del EBB con unas posibilidades de entendimiento deterioradas con EH Bildu, para quine al igual que le sucede al PSE, su gran interlocutor era Ortuzar, sobre todo con Arnaldo Otegi. El todavía portavoz ha sido la cara visible en la rivalidad con la izquierda abertzale por el relato de quién es más útil en Madrid, unas discusiones en las que ha llegado a acusar a los soberanistas de «arrollar a quien no piensa como ellos».
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