Foto de familia de víctimas y autoridades tras la entrega de cuadernos. Igor Aipzuru

«Que no caigamos en el olvido, que se recuerde el odio y la barbarie que truncó nuestras vidas»

Una treintena de víctimas del terrorismo reciben en Vitoria sus cuadernos de la memoria y la consejera San José se compromete a «acompañaros en vuestro dolor»

Jueves, 29 de mayo 2025, 11:59

La consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, ha entregado este jueves casi una treintena de cuadernos de la memoria a víctimas de ETA y los Comandos Autónomos Anticapitalistas. Todos ellos son casos no resueltos de esos más de tres centenares en que no hay sentencia condenatoria.

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Cuatro familias han acudido de forma presencial y el resto recoge a través de asociaciones estos dossiers, impulsados por la Dirección de Derechos Humanos y Atención a Víctimas en colaboración con la AVT, que recogen la historia personal de cada asesinado, el contexto del crimen, el estado de los expedientes judiciales y material gráfico aportado por sus familias. Llevan también un mensaje institucional firmado por la consejera que expresa el reconocimiento oficial del Gobierno vasco y subraya la injusticia de su muerte. Son ya casi 200 los cuadernos editados desde 2021.

Consolación Naranjo, hija de José Naranjo, ha acudido «en representación de mi madre y toda mi familia para agradecer este homenaje». Por su parte, María Jesús Monterroso, esposa de Agustín David Pascual, ha hecho un llamamiento a que «las víctimas no caigamos en el olvido» y ha lanzado un mensaje contra «el odio y la barbarie que truncó nuestras vidas». Sebastián Nogales, de la asociación castellanoleonesa de víctimas, ha recibido otro de los cuadernos.

San José se ha comprometido, ante los asistentes al acto celebrado en el vitoriano Palacio de Villasuso, y ante las familias de las 29 víctimas hoy homenajeadas a «acompañaros en vuestro dolor». En su intervención, ha subrayado que estos cuadernos son «mucho más que un homenaje simbólico. Representan un acto de reparación, una contribución al derecho a la verdad y una herramienta para educar en la memoria y los valores democráticos». También ha pedido «una memoria deslegitimadora de toda forma de violencia, crítica, sin relativismos ni equidistancias», así como a garantizar que «forme parte de la memoria colectiva de este país».

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