Borràs reaparece tras el juicio con duras críticas a Aragonès

A la espera de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por sus presuntas irregularidades en los contratos de la Institución de las Letras Catalanas (ILC), Borràs está decidida a reanudar su actividad política y presentarse como «víctima» de una persecución del Estado. Pero la dirigente soberanista también busca devolvérsela a Esquerra, que la apartó de la Presidencia del Parlament antes de que ambos partidos consumaran la ruptura del Govern de coalición.

Si el viernes era Aragonès el que enterraba el pacto de investidura con Junts, por el que se repartían la Generalitat y el Parlament, ayer fue la presidenta del partido posconvergente la que hizo lo propio, pero para referirse al mandato del dirigente republicano. «Produce cierta vergüenza ajena escucharle decir que el pacto con nosotros está superado, porque entonces lo que estaría superado y afectado también sería su presidencia», aseveró. En su intervención, también aprovechó para cargar contra sus exsocios de coalición por haber dado «un giro autonomista de pacto y rendición» e incluso de haberse «comprometido con la Constitución».

Borràs, ante sus compañeros de partido, insistió en denunciar una vulneración de sus derechos por el juicio. «Se saltan las reglas básicas que se deben respetar a toda persona que se enfrenta a un procedimiento penal». En esa tesis abundó el secretario general de Junts, Jordi Turull, quien añadió que «si la instrucción ya estaba llena de irregularidades, el juicio ha sido para saltar de la banca y decir 'aquí vale todo'».