«PSE y Bildu harán un esfuerzo por explorar el tripartito. Va a ser una opción»

- ¿No habíamos quedado en que el diálogo sobre las Cuentas no podía desbordar el marco presupuestario?

- La oferta que se ha hecho a EH Bildu es muy generosa y seria. Por eso les descolocó. Obedece a una voluntad real del Gobierno, aunque tengamos mayoría absoluta. A ver qué responden porque mejora lo que ellos han aceptado en Navarra.

- ¿Obedece este giro de guion a la preocupación del PNV ante la posibilidad de que Bildu recupere terreno en las municipales y forales del 2023? ¿Hay miedo?

- Claramente, no. Sé que es un tema recurrente que está en la conversación política. Pero no estamos viviendo esto con ansiedad. Ya en las elecciones de 2019 hablamos de que podía haber posibilidades distintas al pacto PNV-PSE. Es una opción que siempre está. Lo importante es que nos está yendo muy bien juntos. No es una preocupación.

- En todo caso, usted que tiene buena relación con el PSE y con Eneko Andueza...

- Incluso con Denis Itxaso (risas).

- Le iba a preguntar si ve como una deslealtad las constantes alusiones a un posible cambio de alianzas para pactar con Bildu.

- El actual PSE, incluido Eneko, no está en la línea en la que hace muchos años ya estaban los socialistas vascos, que hablaban con HB de desalojar al PNV de Ajuria Enea. Esto es una historia muy antigua en Euskadi, no ha llegado ahora con el nuevo secretario general. Andueza tiene mucha visión política y va a ser capaz de valorar el buen resultado que ha dado la alianza con el PNV, pero es verdad que la opción de otro tipo de acuerdos siempre está sobre la mesa.

- ¿Pero ve de verdad ese posible tripartito de izquierdas a corto o medio plazo?

- Va a ser una opción. Van a hacer un esfuerzo por explorarla. No sé si en el 23-24 o en el siguiente ciclo electoral. Además, el desgaste de Podemos puede llevarles a acelerar acuerdos para intentar subsistir. Ahí nos tocará a nosotros tener mejores resultados para tener más mayorías y estar en la pomada para negociar algo con alguien. Proyecto vamos a seguir teniendo.

- ¿Y qué alternativa les queda con un PP en retroceso?

- Y además subido al monte. Desde la máxima tranquilidad, lo que nos quedará es mostrar nuestro proyecto, nuestro programa, seguir siendo previsibles y, como siempre, matarnos por cumplir los acuerdos que firmamos.

- ¿Este runrún está afectando al normal funcionamiento de los pactos?

- No, de verdad que no. Hay lealtad por parte de las ejecutivas. Las discrepancias se hablan, cuando hay dudas nos llamamos. Todo eso es un valor, igual que la pluralidad que representa el acuerdo de dos partidos históricos, uno nacionalista y otro de ámbito estatal. La estabilidad que hemos ganado es muy grande. El PNV no la va a poner en solfa.

- ¿Entiende que a Andueza le moleste que el PNV se rasgue las vestiduras por el acercamiento de Bildu y PSE cuando ustedes ya pactaron con ellos en Lizarra cuando ETA aún mataba?

- Nunca le hemos echado en cara ni al PSE ni al PSOE que lleguen a acuerdos con Bildu, heredera de una tradición política que apoyaba, jaleaba y aplaudía públicamente las acciones de ETA. Ellos nos pueden echar en cara lo de Lizarra, pero antes de eso ellos ya hablaban con HB. Pasado tenemos todos. La crítica era que no hicieran un mayor esfuerzo para que el acuerdo global pudiera cumplirse en todos los sitios.

- ¿Lo de Irún o Eibar son excepciones puntuales?

- Ahora siguen hablando. En esa charla tan amena de Otegi a sus bases nos enteramos de que hay un acuerdo también en Durango entre Bildu y el PSE en torno al PERI1 que ha sido tan polémico (la construcción de cinco torres en los antiguos terrenos de las vías del tren, rechazada en referéndum). Me gustaría un poquito de lealtad por parte del PSE. Un poquito de 'fair play' y de habernos contado el tema.

- El voto joven, el clima social y el buen cartel que Bildu tiene en muchos pueblos, además de su nuevo cariz institucional, ¿de verdad no les pone en guardia?

- Llevan años perfilando eso, y por eso alcanzan acuerdos en Madrid y en Pamplona, aunque los pactos con el Gobierno central tienen también una vertiente directamente relacionada con los presos. Bienvenidos sean. No les voy a poner pegas, pero tendrán que demostrar que hay algo firme detrás. Lo que hemos visto en pandemia ha sido una obsesión terrible por acabar con la imagen de gestor del PNV.

- ¿No es mutua la inquina? El choque por la manifestación de ayer ha sido sintomático.

- En la pandemia nos han criticado una cosa y la contraria. Se han mostrado al lado de los hosteleros para desgastar al PNV y a la vez pedían medidas mucho más duras. Lo de la manifestación fue una polémica absurda. La marcha la han hecho porque necesitaban un hito para estar en la calle y volver a unir a su gente ante el desgaste interno.

- ¿El covid no ha desgastado la imagen del lehendakari?

- No lo sé, pero no sé si eso es muy importante. Todos hemos actuado con el método de prueba y error. Si ha habido algún desgaste será un precio a pagar.

- La pedagogía por ejemplo para el uso de la mascarilla no ha funcionado. ¿Hacen autocrítica?

- Sí... Es verdad que en algunas ocasiones hemos podido rebajar medidas con demasiada prontitud y todo eso hay que reflexionarlo, lo mismo que nuestra capacidad para prestar servicios públicos en épocas tan críticas. Esa evaluación hay que hacerla por si hay otra pandemia y se está haciendo.

- ¿Coincide con Urkullu en rechazar la vacunación obligatoria?

- Soy poco de obligatoriedades, pero me parece que las personas que no se vacunan cometen una agresión hacia el resto de la sociedad. No es un derecho ni un ejercicio de libertad. Si a nuestros aitites o amamas les contaran que hay gente que se da el lujo de rechazar algo que nos mantiene vivos, no lo creerían. Esto sí que es una distopía.

- ¿Les parece pertinente la presión de Gure Esku Dago en pro del debate soberanista?

- No sentimos ninguna presión externa. Se ha hecho mucho trabajo y no se puede dejar a un lado. La presión es la de la responsabilidad que asumimos de ofrecer a este país un texto con ese nuevo estatus. Pero no sé si el ambiente anima a que de verdad comience otra vez en el Parlamento con suficiente serenidad. Espero que sí.

- ¿Por eso no dan el paso de registrar el texto?

- Requiere mucha cocina previa. Si lo presentamos para que en dos o tres meses fracase... Tiene que estar en el calendario.

- ¿Con qué fecha?

- No lo sé... Sigue estando en la agenda.

- ¿Quizá en vísperas electorales?

- No creo que sea un tema que mueva el voto en un sentido u en otro, en ningún territorio. No quiere decir que lo dejemos en un cajón.

- ¿Esos comicios serán un punto de inflexión para dar entrada a más mujeres en las cabezas de lista? Es un debate que ya han planteado mujeres del partido como Izaskun Bilbao.

- Sé que el tema está ahí, pero no toca hablar de elecciones. De verdad que no. Y no empezaremos hasta dentro de muchos meses, hasta después del verano del 22.

- Pero el debate lo han abierto ustedes. Markel Olano se llevó un tirón de orejas del EBB por anunciar que no se presentará a la reelección. ¿Y Unai Rementería? ¿O el alcalde Aburto?

- A mí no me han dicho nada. De verdad que es un tema que no está en lo interno. Estamos en cumplir los programas.

- La plataforma de Yolanda Díaz ha agitado el debate. ¿Usted cree que hay que situar a más mujeres o poner a los mejores?

- No es incompatible. Mi compromiso personal con la igualdad y el feminismo viene desde que tengo uso de razón. Y el del partido lo mismo. Me creería la meritocracia si se pudiera acceder a esos puestos desde una situación de equidad absoluta. Pero no es así. Hacen falta medidas correctoras.