Bildu se desmarca de una iniciativa de Eudel para impedir los 'ongi etorris'

El documento es una declaración de tres páginas elaborada por tres asociaciones: Gogoan-Por una memoria digna, la Fundación Fernando Buesa y Elkarbizi. En síntesis, está compuesta por tres compromisos: acabar con los recibimientos a etarras en las calles, garantizar que éstas sean «un ámbito de convivencia» sin ensalzar a ETA y constituir foros municipales que impulsen «espacios y muros locales destinados a reforzar los valores de la memoria democrática, la convivencia y la deslegitimación de la violencia».

De forma previa a ese articulado final, el preámbulo de la declaración escenifica una clara condena a los 'ongi etorris'. «En el camino de la convivencia resulta inaceptable que los presos de ETA sigan siendo homenajeados y ensalzados a través de diferentes actos públicos, murales, pintadas y pancartas», afirma. Acontecimientos cuyo «efecto devastador para la memoria y la ética pública −agrega− conviene no subestimar» porque «abren la puerta a una relativización de los atentados o a una nostalgia criminal».

Los términos del documento no complacieron ayer a EH Bildu, que ocupa cinco de los quince asientos de la ejecutiva de Eudel para este mandato municipal. En concreto, sus inquilinos son los alcaldes de Azpeitia (su primera edil, Nagore Alkorta, ejerce de vicepresidenta), Asparrena, Lemoa, Larrabetzu y Hernani. Los otros diez −ocho del PNV y dos del PSE− sí se mostraron a favor de la iniciativa. Al término de la reunión telemática, el presidente de la asociación, el vitoriano Gorka Urtaran, trasladó a las tres asociaciones proponentes el sentido de la votación.

La moción de Eudel se suma a una larga lista de iniciativas contra los 'ongi etorris' de las que se ha venido desmarcando la coalición abertzale en distintas instituciones públicas. El Parlamento vasco rechazó estos actos por última vez en octubre de 2019, cuando EH Bildu fue el único grupo en descolgarse al alegar que los recibimientos a etarras «ni exaltan ni humillan a nadie».

No lo ven así las asociaciones de víctimas del terrorismo, que han denunciado insistentemente la organización de estos actos «con total impunidad» en numerosas localidades vascas. El Ministerio del Interior, por su parte, sigue preparando una reforma legal para incorporar un régimen sancionador, por la vía administrativa, que permita acabar con su celebración.