Bildu se abona al silencio y evita elevar la presión sobre el presidente
EH Bildu está adoptando un perfil bajo ante el riesgo de que el 'caso Cerdán' acabe por precipitar un fin abrupto de la legislatura. Si ... bien tras el estallido del escándalo reclamó a Pedro Sánchez «actuar con toda contundencia» y advirtió de que «ya no vale» con agitar el miedo a la extrema derecha, en los últimos días la coalición soberanista, a diferencia del resto de socios parlamentarios del Gobierno, ha evitado contribuir a la presión e incluso se ha abonado al silencio.
En puridad, la formación de Arnaldo Otegi no tuvo que posicionarse ayer ante el movimiento del PP porque fue el único integrante del bloque de investidura que quedó excluido de la ronda de contactos de Miguel Tellado. Pero el silencio de EH Bildu fue más llamativo el lunes, el día en que Santos Cerdán, interlocutor habitual de la coalición, no sólo fue enviado a prisión sino que también reveló que el dueño de Servinabar, Antxon Alonso, le ayudó en sus contactos tanto con el PNV como con la propia Bildu.
Con notable celeridad, los jeltzales se apresuraron a desmentir esa versión y tacharon de «ridícula» la mera hipótesis de que el empresario, «que ni siquiera es afiliado», hubiera podido influir a decantar la balanza en la moción de censura de 2018 contra Mariano Rajoy que convirtió a Sánchez en presidente. La coalición soberanista, en cambio, optó por una reacción muy diferente y descartó hacer declaraciones al respecto.
La última vez que un dirigente de EH Bildu habló sobre el 'caso Cerdán' fue el pasado viernes. Lo hizo Arnaldo Otegi, en una entrevista en la radio pública vasca, pero en ningún momento lanzó críticas al Gobierno. Se limitó a mostrar su «enorme» sorpresa por la implicación del ex 'número tres' de Ferraz y a indicar que la corrupción en España afecta tanto al PSOE como al PP.
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