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Los ministros Delgado y Grande Marlaska se abrazan ayer al inicio de la sesión en el Senado. EFE

Los audios de Villarejo y la presión de Podemos colocan a la ministra Delgado contra las cuerdas

Hacen pública otra grabación en la que llama «maricón» a Marlaska, mientras Iglesias pide su cabeza por reunirse «con las cloacas de Interior»

m. balín | n. vega

Miércoles, 26 de septiembre 2018, 02:05

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Las grabaciones realizadas en octubre de 2009 por el excomisario José Manuel Villarejo a Dolores Delgado -por entonces fiscal en la Audiencia Nacional- y la petición de dimisión formulada ayer por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, mantienen a la ahora ministra de Justicia contra las cuerdas. El Gobierno, encabezado por la vicepresidenta, Carmen Calvo, salió ayer en su defensa y hasta uno de los aludidos en los audios revelados, su compañero de Gabinete Fernando Grande Marlaska, escenificó ese apoyo dándole un abrazo en el Senado -«lo importante no son las palabras, sino los hechos», explicó el bilbaíno-. Pero las críticas contra ella no hacen más que aumentar, hasta el punto de que la Cámara Alta, con mayoría absoluta del PP, reprobó a la titular de Justicia entre gritos de «dimisión, dimisión».

La gestión que está haciendo de esta crisis la propia Delgado tampoco le está ayudando y da la sensación, reconocen en el PSOE, de que lo peor está por llegar. No se descarta, de hecho, que aparezcan nuevos cortes de voz de sus encuentros con Villarejo -«me he reunido tres veces en mis 25 años como fiscal», admitió el lunes la ministra pese a que una semana antes había negado conocerle-.

La inseguridad que exhibe Delgado para salir de este asunto tan escabroso es su principal talón de Aquiles. Y ayer lo volvió a demostrar con su comparecencia en un desayuno informativo, a la que sucedió una nueva matización de sus palabras que solo tres horas después tuvo que hacer su equipo. La ministra se despertó ayer con nuevas revelaciones en la web 'Moncloa.com' -un portal que comenzó su actividad la semana pasada, coincidiendo con el inicio de las informaciones sobre Delgado-. La titular de Justicia tenía la oportunidad de zanjar el asunto, o al menos intentarlo con su intervención en un acto matinal del Club Siglo XXI de Madrid. Pero no pudo. Y volvió a matizar. La quinta vez en solo ocho días.

El caso es que la ministra aseguró a los presentes que «no se refería» a su compañero Grande Marlaska -en 2009 magistrado de la Audiencia Nacional- cuando le definió de forma despectiva como «maricón» durante una comida en la que estaban presentes Villarejo, el exjuez Baltasar Garzón y otros tres jefes policiales.

Dolores Delgado aseguró que «nadie» que la conozca puede decir de ella que tenga animadversión por los homosexuales. «Es amigo mío desde 2004 y le quiero», justificó. «No tenemos lo audios completos, sino que parece que están solapados, pegados. Las grabaciones se cortan y se pegan, y no voy a consentir que ataquen mis principios», reiteró, apuntando a una manipulación en los audios conocidos.

«Frente a las diferentes versiones» sobre este hecho, la ministra defendió que «no ha habido ningún cambio» y que ha ido dando las explicaciones oportunas según surgían las noticias. Pero parte de sus palabras en el desayuno informativo se las llevó el viento solo tres horas después, cuando desde el ministerio precisaron que no quiso negar que la expresión «maricón» se refiriera a Marlaska. En realidad, afirmaron, que el «desafortunado» calificativo fue «un insulto fuera de contexto» que no se empleó como «expresión homófoba».

«Se va a mantener»

El único sostén de la ministra es que si el presidente Sánchez la deja caer se entendería que el Gobierno se arrodilla ante la estrategia extorsionadora de un excomisario como Villarejo, en prisión por sus actividades parapoliciales con fines lucrativos. De ahí que los mensajes del Ejecutivo sean de apoyo. «Perfectamente se va a mantener en el cargo», aseguró ayer la vicepresidenta, Carmen Calvo. «Tiene confianza plena», añadió la portavoz Isabel Celaá, para quien los audios están «manipulados».

A la misma hora que el Gobierno, con su vicepresidenta al frente, sostenía en el Senado a la titular de Justicia, el principal socio de Pedro Sánchez pidió en el Congreso la dimisión de Dolores Delgado. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, no perdió el tiempo en exigir explicaciones por la relación entre la ministra y el excomisario de Policía José Manuel Villarejo. «Alguien que se reúne de manera afable con un personaje de la basura de las cloacas de Interior debe alejarse de la vida política porque hace daño a la mayoría que protagonizó la moción de censura», zanjó con ánimo de ser «cristalino».

De todas las declaraciones que se sucedieron en las Cortes, la suya fue la más significativa. Los votos de Podemos resultaron indispensables en junio para tumbar el Gobierno de Mariano Rajoy y vuelven a serlo ahora para salvar los Presupuestos de 2019 y conceder un año más de oxígeno al Ejecutivo. Aunque está por ver hasta qué punto la continuidad de Delgado es una línea roja para los futuros pactos, Iglesias dejó claro que para los suyos «no es aceptable que en este país haya ministros que sean amigos de tipejos como Villarejo».

Las frases

  • Pablo Iglesias. Líder de Podemos: «No puede seguir en política alguien que se reúne de forma afable con los cloacas de Interior»

  • Dolors Montserrat. Portavoz del PP en el Congreso: «Ha mentido a los españoles y tiene que dimitir. Y ya son tres ministros en cien días»

  • Albert Rivera. Líder de Ciudadanos: «Este Gobierno hace agua y la legislatura ha entrado en los minutos de descuento»

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