La Audiencia Nacional revoca varios terceros grados dados por el Gobierno vasco a etarras

La clave es la jurisprudencia que se aplica desde el pasado mes de marzo. Hasta ese momento, el reingreso de los presos en la cárcel se producía una vez que el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria valoraba el recurso presentado por la Fiscalía. En realidad, si el Ministerio Público consideraba que no se daban las condiciones para que el preso de ETA obtuviese la libertad condicional, los jueces avalaban ese recurso. Pero mientras tanto, el recluso podía estar en la calle. Y mientras se analizaba el fondo de la cuestión pasaban meses. Pero desde marzo el escrito de la Fiscalía tiene efecto suspensivo inmediato. Es decir, que el interno sigue en segundo grado y solo cuando el juzgado estudia el caso en profundidad puede progresar.

Eso es lo que le ha pasado a Novoa Arroniz, y hace una semana a Juan Manuel Inziarte. Según los datos de Sare, el Gobierno vasco ha aprobado la progresión a tercer grado de 43 reclusos, pero se han recurrido 30 de esos casos. Y de ellos, 14 han vuelto a ser ingresados en prisión en régimen de segundo grado. Para el colectivo de apoyo a los presos de ETA, la evolución de grado de presos está siendo «boicoteada constantemente por tribunales de excepción», y por eso realizó un llamamiento a participar en las movilizaciones que convocará para los próximos días con el objetivo de «denunciar esta situación».

Por su parte, el PP de Bilbao alertó ayer de la pretensión de «algunos» de homenajear mañana, coincidiendo con la celebración de las fiestas del barrio de Rekalde, al miembro de ETA Daniel Pastor, condenado por el asesinato del inspector de Policía Eduardo Puelles. Pastor, que está en prisión, es uno de los principales referentes de los movimientos disidentes.