Las andanzas de Koldo en Bilbao: de la casa de protección en Zabala al lujo de la corrupción
Creció en el humilde barrio de Zabala junto a sus cinco hermanos
David S. Olabarri
Lunes, 23 de junio 2025, 12:36
Koldo García Izaguirre y sus compinches celebraban sus reuniones en reservados de una marisquería de Madrid. Eran comidas en las que perfilaban los detalles de ... la supuesta trama de corrupción en las mordidas que han puesto contra las cuerdas al Gobierno de Sánchez. El hombre para todo del exministro y exsecretario de Organización del PSOE José Luis Ábalos, que llegó al poder del ahora también repudiado Santos Cedrán, se había acostumbrado a llevar un alto tren de vida. Pero lo cierto es que los orígenes de este hombre de 54 años, que ha puesto nombre al caso de corrupción más grave que ha afectado al Ejecutivo socialista, están en las antípodas del mundo de restaurantes de lujo, prostitutas y coches de alta gama.
Las raíces de Koldo García están en la calle Bruno Mauricio Zabala, una de las más humildes de Bilbao. Nació en el hospital de Cruces, en Barakaldo, pero creció con sus padres y sus cinco hermanos en una pequeña casa en la parte alta de Zabala. Aquí no hay marisquerías. Los bares se llaman La Degus y La Glorieta. Todos los vecinos se conocen y la renta media es una de las más bajas de la capital vizcaína.
Koldo es el hijo mayor de Mariano. Tiene cuatro hermanos (dos de ellos son gemelos) y una hermana pequeña. En el barrio pocos identifican a su padre por ese nombre. Todos le conocen como 'El Peque'. Y no precisamente porque fuese de escasa envergadura. Este hombre trabajó gran parte de su vida en las instalaciones de El Corte Inglés en Galdakao, donde se ganaba la vida como barnizador a muñeca, una técnica artesanal y muy laboriosa.
El padre de Koldo trabajaba de barnizador a muñeca en Galdakao y cantaba en Bilbotarrak
Una de las cosas que más le gustaba a 'El Peque' era cantar bilbainadas en Bilbotarrak, el coro del barrio y quedar con sus amigos a tomar unos vinos en los bares de Zabala. Era allí donde, a mediados de 2021, los padres de Koldo contaban que a sus hijos mayores les iba «muy bien». Tanto que les habían comprado una bonita casa en el rincón de Loix, en el extremo de la playa del Levante, en Benidorm (Alicante). Un inmueble que precisamente fue adquirido solo cinco meses después de que Koldo presuntamente mediara entre los ministerios de Transportes e Interior para que adjudicaran a la empresa clave en la trama, Soluciones de Gestión, la compra de material sanitario en plena pandemia del coronavirus. Los investigadores apuntan que, entre 2020 y 2022, el imputado invirtió en inmuebles en la provincia de Alicante 1,5 millones del patrimonio obtenido con las comisiones.
Esta época de inversiones millonarias contrasta con las «estrecheces» que pasaron en su infancia. La casa en la que vivía Koldo en la calle Zabala acabó siendo derribada y la familia consiguió un piso de protección oficial en la calle Mena, no muy lejos de allí. El exasesor de Ábalos entre 2018 y 2021 y sus hermanos estudiaron en el colegio público de la zona. Koldo nunca fue un buen estudiante. Tampoco su hermano Joseba, también exescolta e imputado por su supuesta implicación en la trama. Sin terminar los estudios empezaron a trabajar en el sector de la seguridad privada. Más que los libros, lo que les gustaba eran las armas y los deportes de contacto, aunque Koldo no se convirtió en aizkolari hasta tiempo después. Su hermano Joseba jugó durante años al rugby.
Los padres decían que a su hijo le iba «muy bien» y que les había comprado un piso en Benidorm
Clubes nocturnos
Koldo estuvo una temporada de vigilante en clubes nocturnos de Bilbao antes de empezar a trabajar como escolta en empresas privadas. Era la época en la que ETA empezaba a extender su amenaza hacia los cargos públicos del PSE-EE y el PP y la demanda de guardaespaldas no paraba de crecer. Es en este tiempo cuando empieza a tomar contacto con la política. Protegió, entre otros, a Nicolás Redondo. Su hermano Joseba guardó las espaldas de la exlíder del PP en Getxo Marisa Arrúe.
Se marchó a principios de los 90 a Navarra. Trabajó en la seguridad de clubes de alterne, se vio involucrado en varias agresiones por las que fue condenado e incluso en un intento de robo en una tienda de productos deportivos. Fue allí también donde se ganó la fama de hombre «dispuesto a todo» y donde, tras una legislatura como concejal en la localidad de Huarte, se ganó la confianza del hoy secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y entonces jefe del aparato socialista navarro. De Bilbao a Pamplona y de allí a los círculos de poder en Madrid.
Joseba, el otro hermano implicado en la trama, fue responsable de seguridad de UGT en Euskadi
A partir de ese momento, el rastro de Koldo García en Bilbao prácticamente desaparece. Los que le conocen insisten en que siempre ha estado muy unido a su familia y vuelve a la capital vizcaína cada cierto tiempo. Su hermano Joseba, en cambio, es mucho más conocido. Sigue viviendo en Bilbao y fue uno de los representantes sindicales en la empresa Ombuds en la época del fin de ETA, cuando cientos de guardaespaldas se quedaron sin trabajo. También fue responsable sectorial de seguridad de UGT en Euskadi -el sindicato no ha querido realizar comentarios al respecto-. Muchos de sus excompañeros insisten en que les «traicionó» cuando se negociaba sus despidos. Poco después consiguió diversos empleos en empresas públicas de la mano de su hermano, siempre siguiendo la estela de Ábalos. El resto de la historia cada vez es más siniestra.
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