Ampliar el modelo a todas las autonomías supondría 6.000 millones a Euskadi y Navarra
Aunque aún muy remota, la reforma del sistema de financiación de Cataluña abre la puerta a una opción que algunos expertos ya han puesto sobre ... la mesa: ampliar esa «fórmula singular de cupo» al resto de comunidades autónomas. Una hipótesis que podría abrir una caja de Pandora de inciertas consecuencias. También para Euskadi y Navarra.
El Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) ha realizado, dentro de su Proyecto IVIE Lab, una simulación de cómo podría plantearse ese sistema de financiación basado en un igual esfuerzo fiscal y mecanismos de solidaridad entre las autonomías. Han concluido que sería factible, pero arriesgado por el peligro de desequilibrio y colapso. «Hemos elaborado este informe únicamente con los datos de la red de régimen común y no hemos incluido la parte de las forales. Pero sí hemos realizado una estimación y podemos adelantar que incluir a las tres diputaciones vascas y Navarra en ese sistema les supondría una contribución adicional conjunta en torno a los 6.000 millones de euros», apunta Juan Pérez Ballester, uno de los dos autores de la investigación. Ese dinero se aplicaría bien a través del Cupo, bien mediante una cuota de solidaridad.
Según los cálculos que manejan, «en la actualidad los territorios forales tienen en torno a un 65% más de financiación por habitante ajustado». «Y aportando esos 6.000 millones extra, seguirían estando por encima de la financiación media regional, pero mucho más cerca de la media», resume.
«Conozco ese estudio y tiene bastante sentido», apunta Diego Martínez, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla. «Está alineado con uno que hizo Ángel de la Fuente, el director de FEDEA hace unos años y que llega más o menos a la misma cantidad. Estamos hablando de unos 6.000 millones de euros, 200-300 millones arriba o abajo. Es decir, Euskadi saldría peor parada con cualquier cambio de este tipo», añade.
Reforma constitucional
Este planteamiento hipotético, que los expertos en finanzas ven factible sobre el papel, chocaría de lleno con el actual entramado legislativo que blinda el Concierto Económico y el Cupo. Sería necesario modificar la LOFCA (Ley de Financiación de las Comunidades Autónomas) y, sobre todo, afrontar una reforma consensuada de la Constitución en el Congreso, una quimera a tenor de la actual configuración de la Cámara baja. Y es que exigiría una mayoría de dos tercios, disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones. Además, establecer un nuevo sistema de financiación para Euskadi implicaría reformar a su vez el Estatuto de Autonomía, que solo puede ser modificado a propuesta del Parlamento vasco.
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