Ábalos denuncia el «acoso y el señalamiento» tras los registros y los audios de Koldo: «Hay amenazas de muerte»
«No espero ya mensajes de solidaridad de nadie, pero ojalá acabe cuanto antes este hostigamiento mediático y esta reiterada persecución», escribe en su cuenta de X
José Luis Ábalos denuncia ser víctima de una campaña de «acoso y señalamiento» de la que culpa a los medios de comunicación - y particularmente a ... las televisiones- después de que el portón de su casa de Valencia (que fue registrada el martes de la pasada semana por la UCO en medio de un gran revuelo mediático) haya aparecido con una pintada que reza «Sánchez corrupto».
«He estado en la policía denunciando las pintadas en mi domicilio, un acto vandálico consecuencia del acoso y el señalamiento de mi vivienda particular por los medios de comunicación que, con la espera prolongada de sus cámaras de televisión recreándose en la fachada y mis ventanas desde hace ya seis días, la insistencia en hacer entrevistas, la invasión de mi privacidad y la falta de respeto a la negativa de contacto, han puesto en peligro mi seguridad personal y la de mi familia, y, por supuesto, afecta a la tranquilidad de mis vecinos y vecinas» escribe este lunes en su cuenta de X el diputado del Grupo Mixto, cuatro días después de que el informe de la UCO y los audios de su exmano derecha, Koldo García, le hayan mantenido en el centro de la actualidad.
«Hay una violencia mediática directa sin importar cuál sea su color, llegando al punto de violar la Ley de Protección de Datos al televisar imágenes del interior de mi casa y de la matrícula de mi vehículo», lamenta el exsecretario de Organización del PSOE.
«Directamente responsables»
Según Ábalos, esa «violencia mediática» de la que se dice sentirse víctima está «generando la suficiente alarma como para desatar en las redes sociales una ingente cantidad de amenazas de muerte contra mi persona». «Todo gracias a la irresponsabilidad de cada vez más periodistas fanáticos con teclados, cámaras y micrófonos», insiste en señalar el imputado.
«No espero ya mensajes de solidaridad de nadie, pero ojalá acabe cuanto antes este hostigamiento mediático y esta reiterada persecución. De esta y de cualquier cosa más que pueda ocurrirle a los míos y a mí mismo, les hago directamente responsables», dice señalando a los periodistas.
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