13.000 vascos votan en las generales a partidos que no logran representación
Seis candidaturas competirán en Euskadi con los partidos tradicionales y Vox en las elecciones del 28-A
Enumere de carrerilla los partidos que competirán el próximo 28 de abril por los escaños del Congreso y el Senado que se reparten en ... Euskadi. A esos partidos tradicionales y Vox se van a sumar en esta ocasión seis candidaturas alternativas cuyas planchas fueron oficializadas el pasado 2 de abril con la proclamación definitiva de sus integrantes en el Boletín Oficial del Estado: Pacma, Recortes Cero-Los Verdes, Partido Comunista de los Trabajadores, Escaños en Blanco, Por Un Mundo Más Justo y el Partido de Acción Solidaria Europea.
Las opciones de estas formaciones de obtener representación en Euskadi son casi inexistentes, pero atraen a un número nada desdeñable de electores si sus números se suman. En los comicios generales de 2016, más de 13.000 vascos les dieron su voto. Y cualquier cambio de tendencia puede ser clave ante un panorama tan incierto como el que se augura el 28-A. Los modestos están 'robando' ahora mismo un porcentaje de sufragios fundamental que los partidos tradicionales pueden acabar echando en falta a la hora del recuento final. Por ejemplo en territorios como Álava, donde los últimos escaños se van a decantar por apenas unos centenares de papeletas.
Las cifras
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1,6 millones de votos lograron los partidos extraparlamentarios en el conjunto de España durantes las generales de 2016
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1.200 candidaturas concurrirán en toda España el 28-A para entrar en el Congreso y el Senado
Según los datos que aporta el BOE, Bizkaia y Gipuzkoa son los territorios donde más partidos modestos -seis- competirán con los tradicionales mientras que en Álava serán cuatro. El más conocido es desde hace años el Partido Animalista, al que solo la controvertida Ley D'Hont impide tener representación en el Congreso de los Diputados. En 2016 logró 284.000 votos en toda España. Por comparar, son 100.000 más que los que obtuvo EH Bildu -dos diputados- y solo 2.000 menos que el PNV -cinco-.
El Pacma fue la séptima opción más apoyada por el electorado en Euskadi hace tres años. Obtuvo 9.275 sufragios. «Da igual si son generales, autonómicas o locales, en cada elección mejoramos nuestros resultados, pero las trabas son muchas», lamenta Laiene Herreros, cabeza de lista del partido por Bizkaia. Al reparto que establece la ley D'Hont añade la «brecha» que supone la regla del 3% -solo a partir de ese porcentaje de votos se otorga escaños a una fuerza- y el «exagerado» número de avales que se exige a las candidaturas extraparlamentarias -0,1% del censo-. «No somos profesionales de esto y aunque parezca una tontería nos requiere muchísimo esfuerzo». Además de la defensa de los derechos de los animales, el Pacma reivindica una nueva política medioambiental, el mundo rural y una justicia social que requeriría un reparto de bienes «equitativo». «Es un nicho de preocupación creciente en la sociedad y no se nos puede tratar como si fuésemos una minoría», reivindica Herreros.
Solo mujeres
Bastante más alejada, la octava fuerza más votada en Euskadi en 2016 fue Recortes Cero -2.916 apoyos-. El grupo, que se pone «al servicio de los que han padecido la crisis» y se marca como objetivos prioritarios blindar las pensiones en la Constitución y un salario mínimo de mil euros, concurre en coalición con Los Verdes. «Haremos lo que podamos: mesas de campaña, encuentros, charlas... pero es que todo es autofinanciado», defiende su cabeza de lista por Bizkaia, Ruth Hernández. RC-LV también se quedó a las puertas del Congreso hace tres años debido al modelo de reparto de escaños que se aplica en el país. La coalición ha conseguido convertirse en la única formación que se presenta candidaturas en todas las provincias españolas junto a PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos y Vox. El otro hito histórico que ha logrado la modesta coalición en 2019 es que sus 52 cabezas de lista son mujeres.
Además de quienes cambien de opción política, el otro gran nicho que les queda a los partidos para mejorar sus resultados son los indecisos. Hace tres años, el 32,5% de los vascos llamados a las urnas optaron por la abstención. Nada menos que 558.364 personas. Otras 7.682 votaron en blanco.
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