La Rhune se extiende a la sombra de la cordillera. E. C.
GPS | En bici

Vuelta internacional a la montaña de La Rhune

Bera (Navarra) ·

Tres puertos asequibles y accesibles en cualquier momento del año para pasar a Francia desde Navarra y volver en una apacible ruta circular

Jueves, 1 de febrero 2024, 23:13

Los Pirineos son conocidos por sus majestuosos puertos de carretera, agrandada por la leyenda ciclista del Tour de Francia o la Vuelta a España. Pero ... en sus extremos, donde son mucho más bajos, concentran una serie de pasos que uno puede afrontar en cualquier momento del año, incluso en invierno, cuando los itinerarios más altos están cubiertos de nieve.

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En el extremo occidental, donde las montañas se asoman al Cantábrico, los primeros puertos, que unen Navarra y el departamento de Pirineos Atlánticos, ofrecen muchas oportunidades. Los pasos navarros más orientales, Larrau y Ernaiz, ya no encajan en la categoría de 'amables puertos fronterizos', al contrario que los que afrontaremos hoy: Lizuniaga, Saint-Ignace e Ibardin.

En bici

  • Distancia 32 km. Lizuniaga, 4 km (4%). Saint-Ignace, 2,8 km (4%). Ibardin 4,2 km (6%)

Partiremos en este caso de Bera (Vera de Bidasoa) en dirección a Sare, que está ya del otro lado de la muga. Por el camino tendremos que superar el alto de Lizuniaga, una tachuela de prados verdes y palomeras. La frontera se encuentra poco después del paso, pero el paisaje apenas va a cambiar al otro lado. Si no fuera por la tipografía de los paneles de la carretera, apenas nos daríamos cuenta. Pasamos junto a Sare dejando su centro a nuestra izquierda. Detenerse a curiosear las calles cuidadosamente conservadas de la localidad es siempre una buena idea.

A partir de ahí debemos dirigirnos hacia el Col de Saint-Ignace, conocido porque en su parte alta -llamarlo cima sería un tanto pretencioso- parte el famoso tren de La Rhune (Larrun). Nosotros seguimos dando vuelta a la montaña y circularemos en paralelo a la frontera para dejar atrás Ascain y llegar así a Herburu. Será allí donde giremos al sur para volver a Navarra por el paso fronterizo de Ibardin. Es un puerto menor comparado con sus hermanos 'hors catégorie', pero comparte con ellos el encanto de los antiguos pasos internacionales. Habremos dejado atrás la aduana -ahora abandonada- y en su parte alta llegaremos a las ventas en las que los franceses compraban productos a precios españoles. Ahora son sobre todo gasolineras. Nosotros, sin gastar más energía, solo tendremos que dejarnos caer de nuevo hasta Bera, de donde habíamos partido.

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