El barrio negro de Barcelona
La luminosa ciudad de Gaudí guarda historias de muerte en sus viejas calles góticas
Mónica Bergós
Jueves, 25 de octubre 2018, 12:29
La imagen alegre, soleada, cosmopolita y vanguardista de la ciudad mediterránea, visitada cada día por miles de turistas a la búsqueda de las coloridas construcciones ... de Gaudí, esconde también un lado oscuro. A lo largo de sus 2.000 años de historia, Barcelona ha sido sacudida por episodios truculentos que han dejado huella en su memoria colectiva. Personajes siniestros y asesinos desalmados han sembrado el terror con crímenes espeluznantes.
La historia negra de la ciudad tiene incluso una versión en mujer de 'Jack El Destripador': Enriqueta Martí, conocida como 'La Vampira del Raval', que a principios del siglo XX secuestró, prostituyó y asesinó a decenas de niños, y utilizó sus cadáveres para elaborar ungüentos que vendía como tratamientos faciales a la clase adinerada de la época. Nos armamos de valor para adentrarnos con este reportaje en el lado oscuro de Barcelona, a través de un recorrido nocturno por los escenarios de algunos de los crímenes más tremebundos de su historia, que ofrece la empresa Cultruta, especializada en rutas culturales.
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Hachazos en Estruc
La cita es en el número 10 de la calle Estruc, sede de Cultruta, en el corazón del Barrio Gótico. El guía lanza una primera advertencia al grupo de 14 visitantes, con un aperitivo de lo que será la ruta, y da la opción a que den media vuelta quienes crean que no están psicológicamente preparados para aguantar su escabroso contenido. En esa misma calle, en el número 30, un asesinato terrible alimentó las crónicas de la época en junio de 1909. Un matrimonio apareció muerto a hachazos en su dormitorio. Junto a ellos yacía sin vida un joven que realquilaba una habitación a la pareja, y que supuestamente decidió acabar con su vida por motivos que nunca llegaron a conocerse. Tras asesinar a sus caseros, se suicidó con el mismo hacha.
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Novela en la Plaza Real
La histórica plaza albergó un convento que fue quemado en 1835. Fray Vicens logró salvar de la quema del convento siete incunables de los que sacó máximo rendimiento vendiéndolos primero y, luego, asesinando a sus compradores. Años más tarde se demostró que la historia, que apareció en 1836 en La Gazette de Tribunaux, y que Flaubert creyó, pues se inspiró en ella para escribir 'Bibliomanía: la historia del libreroasesino de Barcelona', resultó ser falsa.
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Nou de la Rambla
En el número 3, junto a las Ramblas, está situado el emblemático Palau Güell, de Antoni Gaudí. Justo enfrente, un aparcamiento de coches conserva el nombre de la que fuera una de las salas de fiestas más famosas de la Barcelona de principios del siglo XX: El Edén. En 1906 un cliente del local, Ginés Collado, se enamoró perdidamente de una de sus bailarinas, María Suárez. Decidió abandonar a su mujer e hijos, y propuso a la chica huir con él a Cuba, pero ella le rechazó. El joven se sintió tan humillado y dolido que sacó su pistola y acabó con la vida de la muchacha ante la mirada atónita de los clientes del local.
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Picalquers
Acabamos la ruta en el número 3 de esta callejuela con un plato fuerte: en un piso de este portal secuestraba y asesinaba a niños la malísima Enriqueta Martí, 'La Vampira del Raval'. La historia de este pérfido personaje ha sido novelada por el escritor barcelonés Marc Pastor en 'La mala mujer' y llevada al teatro.
Ruta nocturna y criminal
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Precio: 15 euros por persona. Descuentos para grupos. Más información www.cultruta.com
Recomendaciones
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Algunos restaurantes y locales del Barrio Gótico forman por derecho propio parte de la historia negra de la ciudad:
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Can Lluís (Cera, 49) Restaurante con más de 80 años de historia, situado en el Raval y frecuentado por intelectuales, artistas y bohemios. En 1946 fue el escenario de un dramático episodio. Una pareja de maquis que huía de la Policía hizo explotar una bomba en el establecimiento para evitar su detención. Murieron cuatro personas, entre ellos el padre y el abuelo del propietario del local. Especialidades: canelones de bacalao y berenjenas gratinadas.
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Can Culleretes (Quintana, 5) Situado junto a las Ramblas, es el restaurante más antiguo de Barcelona. Su origen data del 1786. Cocina tradicional catalana. Especialidades: Escudella, jabalí, perdiz a la cazadora, pastel de robellones.
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Caelum (Palla, 8. ) Un clásico del Barrio Gótico y un lugar especial para degustar un postre. Esta cafetería-confitería de exquisita iluminación con velas y ambiente de templo medieval, ofrece dulces elaborados en conventos y monasterios de todos los rincones de España. En su subsuelo yacen los restos de unos baños judíos del siglo XIV.
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