Viaje a una Sicilia renovada pero con la piel de los años 80
Palermo (Italia) ·
La capital isleña luce un aspecto imperecedero. Sus gentes, en cambio, se han modernizado: hablan en inglés y adoran al turistaCaminar por Palermo es hacer un viaje en el tiempo. Al pasado. A la Italia de los 80. A la Sicilia que veíamos en los ... telediarios, cuando la mafia lo emponzoñaba todo. Pero es una mirada al ayer solo en lo visual. Es cierto que la ciudad está más o menos igual de sucia que hace 40 años. Aparcar sigue siendo una quimera. Y el caos circulatorio desespera sobremanera. Pero si uno rasca en la superficie pronto se da cuenta de que Palermo ha cambiado. Ha evolucionado, pese a que conserva ese revestimiento imperecedero que alimenta la nostalgia. Esa pintura gris que, precisamente, le da un encanto especial. El viajero percibe esa mutación en la gente: se ha acostumbrado al turista. Los lugareños saben sacarle partido. Y casi todos te hablan en inglés, pese a que italianos y españoles nunca han tenido problemas para entenderse. Se han modernizado. Se han adaptado.
Uno puede percibir esta transformación tras un vuelo de apenas dos horas y cuarto desde el aeropuerto de Bilbao. Loiu estrenó su enlace directo con la capital siciliana el 12 de abril. La ruta de Volotea funcionará hasta el 1 de noviembre. De camino a la ciudad, desde el aeródromo ubicado en Punta Raisi (40 kilómetros), el viajero puede visitar un monolito de piedra de gran tamaño. Es el homenaje al juez Falcone, asesinado por la mafia en 1992 tras colocar una carga de 500 kilos de dinamita bajo el asfalto. Es una parada que invita a reflexionar. Al igual que la visita al No Mafia Memorial, un espacio ubicado en la céntrica y animada calle Vittorio Emanuele. El acceso es gratuito (se abona la voluntad) y se pueden ver varias exposiciones del pasado más negro de Sicilia.
Aparcado este delicado tema, el turista puede disfrutar de un paseo por esta misma vía, que ahora es peatonal, como reflejo de la nueva modernidad que pide paso, poco a poco, en Palermo. Abundan las heladerías y las pastelerías que venden los tradicionales canolis, unos canutillos que se rellenan con las delicias de la isla (pistacho y almendra). Cerca está la Piazza dei Quattro Canti, una intersección elegantemente franqueada por edificios y fachadas barrocas. La decoración habla de las cuatro estaciones, de los cuatro ríos que atravesaban la ciudad, de los cuatro pedazos en que quedó dividida la urbe en el siglo XVII...

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Aeropuerto Bilbao
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Aerolínea Volotea
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Cuándo Hasta el 1 de noviembre
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Trayecto 2h y 20 min.

El verdadero viaje en el tiempo llega cuando el viajero se dirige a la catedral de Palermo. Porque para alcanzar 'Il Duomo', uno de los caminos atraviesa un rincón fascinante: el Vicolo Brugno o Callejón Brugno. Es un paso estrecho en el que los vecinos cuelgan a pie de calle su ropa recién lavada. Hay juguetes tirados obstaculizando el angosto pasadizo. Las mujeres y sus maridos vociferan de esquina a esquina y si uno lanza una mirada furtiva al interior de las casas (tienen las puertas y ventanas abiertas) puede observar diversas tallas de vírgenes y santos. Es un flasazo. Una fotografía del pasado.
El efecto vintage se desvanece cuando el turista sale del callejón y se asoma a la bonita plaza en la que se encuentra la Catedral. Aquí Palermo muestra su cara más amable: la de los verdes jardines, los espacios abiertos y lo singular de su arquitectura normanda. Es posible que el lector no lo sepa, pero los vikingos se establecieron en estas tierras. Llegaron como mercenarios y acabaron fundando varias ciudades. Es muy recomendable visitar el Palacio de los Normandos.
Para completar el conocimiento sobre este tipo de arquitectura aconsejamos viajar a la cercana Cefalú, un pueblo costero de gran belleza, a una hora en coche. Si el lector se anima a conducir por allí (no es tan complicado como lo pintan) bien puede alquilar un Fiat 500, otra reminiscencia del pasado pero hábilmente modernizada. Este coqueto automóvil es la perfecta metáfora de Palermo: sencillez, éxito y tradición puesta al día.
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