El simbólico mirador de aves migratorias
Organbidexka (Zuberoa) ·
Al amanecer, a mediodía y en el ocaso. En otoño siempre hay alguien vigilando en Organbidexka. Otean sin parar el horizonte, inmenso a la vista ... desde este lugar que quizá no sea mágico pero sí simbólico y determinante en lo referido a la migración de aves hacia el sur. Los ondulados relieves de Zuberoa al norte, los perfiles del Pirineo apuntado por el Auñamendi al este, el Orhi al sur, los hayedos de Eskaleak a los pies. Así, pleno de belleza geológica y forestal, es el envoltorio de Organbidexka, la colina panorámica vecina del collado de Bagargiak, en el Irati de Iparralde.
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Es emocionante compartir pradera y silla en Organbidexka, pasando frío o calor, entre gentes llegadas de orígenes variopintos. Una pareja suiza, dos pajareros británicos, belgas y alemanes, vascos la mayoría de fieles 'ecovoluntarios' de la LPO (Ligue pour la Protection des Oiseaux/Liga para la protección de las aves), la mayor ONG de defensa de la naturaleza en Francia...
La observación se hace con prismáticos, pero también a oído porque los gritos de los pájaros en viaje delatan casi siempre su presencia además de su especie. Cuando alguien de la hilera de vigilantes detecta el vuelo de un migrante avisa, a menudo exaltado por el descubrimiento. «Un pardillo, allí, a las 2…». De inmediato, todos los ojos se ponen a buscar en el cielo. «Je l'vois, et d'autres confrères l'acompagnent (Lo veo, y vienen más detrás)», dice entusiasmada Silvine, una francesa de pelo acaracolado vestida de verde bosque.
Eran unos 200 pardillos en un bando, marchando al sur, quizá hasta África. Y así todo el día. En la jornada que se escribía este texto pasaron por Organbidexka casi 9.000 pájaros de más de cuarenta especies, todos en la misma dirección. Además merodeaban por allí los autóctonos, el águila real, los buitres, el quebrantahuesos, los milanos y una larga lista más. Organbidexka se convierte entonces en una minisociedad de entusiastas amantes de la naturaleza y de los pájaros que comparten experiencias, datos y anotaciones.
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Fue en 1979 cuando un grupo de naturalistas y ornitólogos apasionados de las aves migratorias decidieron adjudicárselo en subasta y liberar este collado, inicialmente por tres años, hurtando la posibilidad de instalar en él puestos de caza. Aquella iniciativa permitió la consolidación del lugar como uno de los principales observatorios de las migraciones en Pirineos y desde entonces acoge a observadores y expertos ornitólogos, así como decenas de voluntarios dispuestos a hacer guardia durante la época de las migraciones de aves.
Evitar los puestos de caza en este punto crucial de la cordillera no fue tarea pequeña. En el cordal que es además divisoria de aguas cantábrico-mediterránea se suceden las atalayas donde las escopetas esperan en primavera y especialmente en otoño la pasa de las palomas. Por Organbidexka pasaron el otro día más de 600 palomas pero se libra de los tiros y abre así un corredor protegido para las migratorias.
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El apunte de la pasa es diario y puede seguirse en la web https://www.trektellen.nl/count/view/2133/20251012. Golondrinas, aviones, mosquiteros, verderones, estorninos, grullas, pinzones, cigüeñas, milanos, águilas, gavilanes, espátulas, cormoranes, zorzales... Pasar allí un rato o una jornada es siempre inolvidable.
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