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Los altos de la desconocida Sierra Llana

Los Castros (955 m.) y Alto Tozo (939 m.)

Castros y Alto Tozo son dos cimas calizas de los Obarenes que sobresalen sobre los montes que vigilan Cillaperlata

Viernes, 09 de Marzo de 2018

Castros y Alto Tozo son las cimas más destacadas de la Sierra de la Llana, un sector de los Montes Obarenes comprendido entre los desfiladeros de la Hoz de Tobera (Oña) y La Horadada, en Trespaderne. Este tramo del Parque de los Montes Obarenes y San Zadornil es poco visitado, quizá porque los altos no superan los mil metros. Destacan sobre un cerrado bosque de pinos, boj, carrascas y robles que oculta profundos cortados. Tienen un cómodo acceso por Cillapertlata, en la orilla del Ebro.Salimos de Cillaperlata por la carretera a Quintanaseca (GR-99). A los diez minutos, un letrero nos indica hacia la derecha los senderos GR-85/ PRC- BU 105 Ruta de los sentidos. A un kilómetro queda el monasterio de San Juan de la Hoz. Muy antiguo, fundado en época visigoda (siglos VII/VIII) se arruinó con la Desamortización de Mendizábal (siglo XIX). Cerca de las ruinas, en la margen del arroyo Somorrostro fue excavada una necrópolis altomedieval (siglos VII/XI) con 84 tumbas.

HITOS

  • Alto Tozo: 939 m. (UTM:30T 471573.82 E, 4734413.16 N)

  • Los Castros: 955 m. (UTM:30T E, N)

  • Cómo llegar: Medina Pomar-Trespaderne. BU-530 Cillaperlata

  • Cartografía: MTN 136-I (Trespaderne) y 136-II (Quintana María), 1:25.000, del IGN.

  • Horario: 3h.40’ (1h.25’ al Castros y 2h.20’ al Alto Tozo).
  • Distancia: 9.9 km.
  • Desnivel positivo: 540 m.
  • Severidad del medio: 2
  • Dificultad orientación: 2
  • Dificultad del terreno: 2
  • Esfuerzo necesario: 3
  • Tipo recorrido: Ida y vuelta
La senda sigue en ligero ascenso a través de los campos de cereal, con la Sierra de la Llana enfrente. Alcanza la base de la montaña (0h20’). Letrero de GR/PR. Subimos ahora con mucha pendiente por la ladera cubierta de pinos resineros, robles, bojes y acebos. Piñas roídas indican la presencia de huidizas ardillas. También hay rastros de corzo y jabalí. El camino remonta el bosque, que es precioso, y luego zigzaguea hasta un paso en el roquedo (1h.00’). Lo cruzamos y pronto alcanzamos un primer collado. Continuamos en suave ascenso hasta llegar al segundo, el collado de Ortigüela (1h.05’). Es herboso y está enmarcado entre los picos Castros (dch.) y Alto Tozo o Peña Colorada (izd.). Pocas vistas.Castros quedan a la derecha (O). En realidad, Los Castros son tres picos de similar altura aunque desde el collado no se aprecia. Subimos hasta lo alto del prado (dch.) para localizar un sendero que serpentea entre el boj. Fue cortado a machete, pero comienza a perderse. No hay hitos.Entre bojes, brezos y helechos, subimos a la peña principal (1h.25’), sin hito ni buzón. Las vistas son excelentes. Caminamos sin sendero por los altos. Hay algún roble enano. La segunda cima es un peñasco vertical complicado (II) sólo al alcance de escaladores. La tercera se alcanza por un senderillo entre el boj que se asoma al vacío (¡atención!). La caída es mortal. Superado el paso, el mismo sendero permite hacer cima (1h.35’). Pisamos una aguja estrecha, un balcón sobre los pinares de Villanueva. Al oeste apreciamos abajo unos muros entre la vegetación. Es Valdenubla una granja muy antigua explotada por los monjes de los monasterios de San Juan de Hoz y de Oña que funcionó hasta mediados del siglo XX. Cuentan que al acabar la II Guerra Mundial, entre los años 1945 y 1947, el gobierno franquista escondió en esta granja al cónsul alemán en Bilbao.Vuelta al collado por el camino de subida (1h.55’). Vamos hacia el Alto Tozo. Para ello descendemos por el GR-85 en dirección Villanueva de los Montes. Apenas perdemos altura. Tras recorrer unos 40 minutos por la vertiente Sur, vemos una gran roca (izd.) (2h.00’). Allí Localizamos un estrecho paso que permite entrar en la espesura de bojes, rosales y helechos. Es importante buscar entre la vegetación cortes de ramas y pequeños tocones de boj. Con atención los veremos. Jalonan el camino ascendente que seguimos, despejado en comparación a la espesura que nos circunda. Siempre tendemos a ir hacia la izquierda (aconsejable el GPS). A la derecha está el cortado. Pronto alcanzamos el punto más alto (2h.20’), cegado por la maleza, por lo que la vistas, extensa sobre la llanura del Ebro y la Sierra Árcena –enfrente–, hay que buscarla en el extremo del prado. Descenderemos por el mismo sendero. Se puede prolongar la excursión bajando a Villanueva de los Montes. Son 30’ adicionales. A Cillaperlata se vuelve en una hora por el camino de subida (3h.40’).

 

 

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