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Vuelta al valle cerrado de Oma

Ereñozar (447 m.)

El recorrido por los cordales que rodean esta curiosidad geológica permite conocer lugares como Ereñozar, el Bosque Pintado o el sumidero de Bolunzulo

Viernes, 14 de Diciembre de 2018

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El artista Agustín Ibarrola hizo famoso Oma en 1985 al pintar uno de sus pinares. Pero este recóndito y pequeño valle endorreico (cerrado), indisolublemente unido a su vecino Basondo, ofrece muchos otros atractivos naturales que permiten completar una interesante excursión montañera con múltiples alicientes.
La propuesta de hoy consiste en recorrer los cordales que rodean estos dos valle cerrados separados por el collado de Kurtzio, y visitar sus principales tesoros etnográfico y naturales, como la cueva de Santimamiñe, la cumbre de Ereñozar, coronada por la ermita de Ereñozar, el sumidero de Bolunzulo y, como no, el Bosque Pintado.
La excursión se divide en dos partes bien diferenciadas: la ascensión al Ereñozar desde Santimamiñe es un tramo muy exigente por terreno kárstico que salva casi 400 metros en menos de un kilómetros y donde incluso es necesario ayudarse con las manos en varios puntos. El resto de la marcha, por el contrario, es un agradeable paseo por caminos y senderos sin más dificultades que el desnivel que hay que salvar para acceder al Bosque Pintado desde Oma.
Los que no se vean preparado para afrontar la exigente trepada al Ereñozar tienen otra opción. Justo encima de la ermita, parte (izd.) un bonito sendero rodea el Ereñozar por el oeste y acaba en la carretera de acceso a la ermita desde Ereño. No tiene dificultades aunque es mucho más largo (4 kilómetros).

HITOS

  • Ereñozar: 447 m. (UTM:30T 529436.68 E, 4799785.16 N) Puntuable para los Cien Montes.

  • Cómo llegar: En Gernika, dirigirse a Kortezubi (BI-2238). Poco antes de llegar al pueblo está el desvío (dch.) hacia Santimamiñe (BI-4244).

  • Cartografía: MTN 38-IV (Elantxobe), 1:25.000, del IGN.

  • Horario: 3h.00' (0h.50' a Ereñozar y 2h.15' al Bosque Pintado).
  • Distancia: 9.9 km.
  • Desnivel positivo: 690 m.
  • Severidad del medio: 2
  • Dificultad orientación: 2
  • Dificultad del terreno: 3
  • Esfuerzo necesario: 3
  • Tipo recorrido: Circular
Comenzamos la marcha en el aparcamiento de la cueva, situado en el barrio de Basondo. Allí mismo nacen las escaleras que, tras superar la ermita de San Mamés, que dio nombre a la cueva, llevan hasta la entrada misma de la caverna (6 minutos). A su izquierda comienza el camino que lleva al Ereñozar, un escarpado sendero que remonta sin miramientos por la empinada ladera sur de la montaña.
La ascensión se hace exigente a través de una densa maraña de encinas, madroños y monte bajo. Al principio la roca se asoma con timidez, pero según ganamos altura va ganando presencia hasta que el tramo final discurre casi exclusivamente sobre caliza. Cuando aproximadamente hemos realizado la mitad de la ascensión (25 m.) el terreno comienza a ser rocoso y la ruta exige incluso alguna pequeña trepada hasta llegar a un claro rocoso.
Ya sólo resta salvar el peñasco final que forma la cumbre y sobre el que se alza la ermita de San Miguel, De nuevo es necesario utilizar las manos para superar un par de tramos especialmente escarpados (incluida una pequeña chimenea) antes de desmbocar en la pequeña campa donde se asienta el santuario (0h.50 '). La ermita data del siglo X y en sus orígenes fue iglesia parroquial, aunque en el XVII se trasladó a Ereño para facilitar a los fieles el cumplimiento de los preceptos religiosos. Así, el santuario de la cima se convirtió en ermita y su uso se circunscribe a la romería anual en septiembre.
Tras disfrutar de las vistas a Urdaibai descendemos por el paseo de la vertiente contraria hasta el aparcamiento y comenzamos a bajar por la pista, aunque enseguida tomamos un sendero (dch.) que desciende por el pinar. Más abajo desemboca en un camino más amplio, en el que no tardamos en llegar a una bifurcación. El vial de la derecha llanea entre pinares y acaba por descender hacia el barrio Akorda-Bollar. Salimos a una pista, cerca ya del caserío, pero tomamos el primer desvío (dch.) que enfila ya hacia Oma tras coger también a la derecha en otra bifurcación.
Una vez en el barrio (2h.00') no podemos dejar de visitar el sumidero de Bolunzulo, cascada y molino en ruinas incluidos. Desde allí, la profusión de señales nos dirigen hacia el Bosque Pintado (2h.20'). Tras cruzarlo, lo abandonamos por su acceso superior, desde donde una pista forestal nos devuelve sin pérdida a Basondo (3h.00').

 

RUTAS CERCANAS

 

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