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Los Pirineos son un parque temático para los aficionados a la bici de carretera. El Tour ha hecho mucho por ello, claro. Se puede decir ... que es su máximo valedor. Sin embargo, la ruta de hoy no ha formado parte de una de sus etapas. Subir al Col de Tentes, en Gavarnie, es cosa más de montañeros y de esquiadores. Lo que ocurre es que todos los que hemos pasado vacaciones en Luz-St. Sauveur con la 'flaca' hemos acabado a sus pies, en el fabuloso entorno de Gavarnie.
Lo idea es empezar en el pueblo y, a ser posible, pronto en un día en que la previsión sea de cielo despejado. ¿La razón? Poder disfrutar de las vistas que nos vamos a encontrar durante todo el trayecto. La carretera que sube a Gavarnie, la D-921, es un balcón a las montañas que discurre a la vera del río. Serán 18 kilómetros cuesta arriba, pero con pendientes llevaderas y algún kilómetro de falso llano. Tiene tráfico y es estrecha, pero los conductores acostumbran a ser respetuosos, también por costumbre: no será raro encontrarnos a más de un ciclista.
Distancia: 31 km.
Desnivel: 1590 metros
Pendiente media: 5%
Rampa máxima: 12%.
Si nos lo tomamos como un paseo, encontraremos dos pueblos antes de Gavarnie donde abrevar: Pragnères, cuyo atractivo sería una visita a la central hidroeléctrica previa reserva, y Gèdre, mucho más turístico y hostelero. Una vez en Gavarnie, comienza el auténtico reto de esta propuesta: subir el col, que tiene en su parte media una pequeña estación de esquí, lo que hace que la carretera, que pasa a denominarse D-128, esté mantenida.
Son 12 kilómetros donde lo más duro es el comienzo porque se acumulan rampas muy seguidas de entre el 9 y el 10%. Suele dar el sol, así que conviene madrugar para no añadir dificultad. Una vez que llegamos a la estación de esquí, la cosa se hace más llevadera, aunque nos quedará algún tramo al 12%. Atravesaremos praderas que estarán llenas de ganado, lo que le da un aspecto todavía más bucólico. Alcanzaremos la cima, donde se acaba el asfalto y podremos disfrutar de vistas a la escarpada cara norte del pico Taillón. Y, si nos apetece, podemos coger el itinerario peatonal de un kilómetro para llegar al Port de Boucharo y tener vistas hacia el valle de Bujaruelo. Imprescindible si te gusta la montaña.
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