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Cada año, cien murales que embellecen las paredes del planeta son seleccionados para participar en la final del concurso Street Art Cities. A los plasmados ... en España no les suele ir mal, a los que adornan ubicaciones vascas tampoco. En el último concurso, para obras creadas en 2024, se llevó los laureles la de Cristóbal Persona titulada 'Charanguista Andino'. Para verla hay que viajar a Coruña. Habla de comunidades indígenas, de la conexión entre mundo de la superficie y de las profundidades que propicia la creación musical. Queda claro para los ojos la relevancia de ese músico indígena capaz de llevar melodías a corrientes donde la divinidad surge disfrazada de 'El Sireno'. La leyenda cuenta que el sireno aparece desde el fondo de los manantiales para tomar las notas como ofrenda; el trasfondo histórico del charango debe buscarse en los portales de piedra de la Iglesia de San Lorenzo de Potosí, donde dos sirenas tocan el instrumento.
La imagen y su significación cautivaron a los cazadores de arte callejero que nutren la plataforma Street Art Cities (https://streetartcities.com/). Nació para ayudar a encontrar tesoros ocultos entre edificios gracias a mapas interactivos. Las joyas son muchas y diversas, aunque faltan varias porque el arte callejero está vivo, aparece y desaparece, brota sin avisar como las flores en un campo que imaginaban yermo. Destacamos incorporaciones cercanas, nominadas o no a los premios, aferradas a los ladrillos.
NAVARRA
Azagra
Una amapola oblonga, 'Papaver dubium' para los expertos, orna el flanco lateral de una casa en la Avenida Gregorio Berisa, a la altura del número 17. Fue precisamente ese nombre el concedido al vistoso mural imperativamente botánico ejecutado por Doa Oa, dentro del proyecto de arte urbano Grafitarras. Naturaleza y feminidad suelen servir de inspiración a la artista gallega que aquí escogió esta flor debido a su abundancia por la zona. Reina desde entonces entre las demás. Supo enraizar su presencia en lugar destacado y fue distinguida entre una de las dieciocho creaciones españolas de esas cien mundiales que el concurso subió a la palestra el pasado año.
BURGOS
Burgos
Otro de esos dieciocho afortunados de 2024 lleva la firma del argentino Guido Palmadessa. Su nombre: 'Atravesar el centro'. La capital protege la creación en la Plaza Hortelanos. Varios cuerpos se enfrentan, conversan sin palabras. Hablan de sinergias colectivas y de relaciones humanas, inspirados por una sesión de fotografía de Ernest Ghazaryan. «La idea era retratar a varias personas trabajando en conjunto para crear algo», comenta el autor. El mural también charla con el espectador, invita a pensar sobre las conexiones entre mujeres y hombres, busca el nexo con cada uno de ellos. Un tú a tú que los acerque.
BIZKAIA
Ondarroa
El nombre de la localidad vizcaína ha sonado varias veces con voz propia en el concurso. El año 2022, la artista Lian plasmaba sobre una fachada lateral de la avenida Antiguako Ama, en el barrio de Kamiñazpi, su homenaje a 'Las rederas'. Ganaba el tercer premio. En un mundo asomado al mar, cuya economía dependía de lo que a las aguas se arrebatara, ellas se dedicaron a tejer la herramienta imprescindible para los pescadores. Pero la escena simboliza mucho más que un trabajo. Destaca la red de colores que tejen dos manos en blanco y negro, apunta a un arquetipo que se resiste a someterse, teje identidades individuales con la colectiva. La autora catalana-estadounidense ya había sido nominada en 2019 por Street Art Cities con su obra 'Diversidad', que puede contemplarse en Leitza y muestra a una mujer mayor haciéndose una trenza de colores. Añadía en su aportación a Ondarroa la memoria de todo un pueblo.
Sin salir del barrio y de la localidad, habrá que acercarse hasta dos opciones más que pasaron por la exigente votación de 2023. Sabotaje al Montaje firmó con letras de neón 'Las entrañas de la memoria', elegido como obra de mayor impacto en la comunidad. No fue el galardonado más importante, no le hizo falta para subir al podio de los inolvidables. El creador canario, cuyo nombre real es Matías Mata, incide en la idiosincrasia y el carácter del pueblo. Tres mujeres pintadas con tres colores, rojo, blanco y verde (los de la ikurriña) ceden sus rostros. El muralista utilizó fotografías del archivo histórico municipal como reivindicación del matriarcado y la esencial labor de todas las féminas. Se suma así a la colección de este artista dedicado a visibilizar problemas sociales y medioambientales.
El segundo seleccionado fue Djoels, quien optó por otro retrato, homenaje a Gabriel Arrizabalaga, pescador ondarrutarra primero, maquetista tras su jubilación, que modela entre sus dedos un pequeño barco. Nominado también con otro trabajo en 2022, el autor belga aseguró encontrar parecidos entre su localidad natal, donde todos se conocen y las historias viajan rápido, y la vizcaína convertida en museo al aire libre gracias a estos magníficos montajes. Su trabajo aguarda frente a 'Las rederas' , de nuevo en Kamiñazpi.
ÁLAVA
Salvatierra
Primero se dedicó a sanear la pared, a prepararla y concretar la fijación para que el mural resista malos humores del tiempo y a su propia vejez cuando llegue. Jon Landa conoce bien el muro al que dedicó sus atenciones, vecino de la localidad, se afanó en la obra representada durante el verano de 2024. Antes debió pensar bien en la cebra protagonista de su dibujo, no porque le resultará complicado pintarla, sino porque tres ventanas presentes dificultaban el diseño. Finalmente logró cazarla sin perjuicio para el animal de 70 metros, sobre una vivienda en la calle Fueros, principal de la villa.
La obra se enmarca dentro del proyecto Zoomuseo-Arte XL que arrancó en 2018. Una gorila tamaño extra apareció en la trasera de la sala Harresi. La fauna crecería en el pueblo poco a poco al sumarse un leopardo acostado en la pared junto a la rotonda de la carretera de Gordoa, un águila en el barrio de San Jorge, un alimoche en Eras de San Juan.
Contar con un reclamo cultural, una llamada de atención a vecinos y visitantes era el objetivo de esta iniciativa. Para disfrutar de las paredes callejeras como se disfruta de las presentes en los museos, repletas de cuadros. «En vez de exponer una obra en una galería de arte, se trata de dejarla de manera permanente sobre una pared pública y a tamaño que no pase desapercibida para el espectador. El objetivo es sacar el arte a la calle, hacerlo público, acercarlo a la gente», comentaba el propio autor.
BIZKAIA
Galdakao
Una mujer joven descansa sobre la pared de un edificio. De su cuerpo, parte pintado en blanco y negro, surge una colorida trenza derramada sobre 20 metros que distintas manos manejan en otra de las caras del inmueble, Lian salvó de esta manera el ángulo presente. Aguarda en la fachada trasera del portal 61 de Juan Bautista Uriarte, junto al ayuntamiento. Refleja la fuerza de la unión entre diferentes, la importancia de la colaboración y el color que resulta del cuidado mutuo, pues los tonos van conquistando la imagen más mustia mientras los dedos trabajan juntos. «Un cabello solo es frágil, fácil de romper, pero muchos unidos en una trenza, resisten. Su color da tono y vida a la mujer», comentaba la autora.
El mural lleva allí desde 2021, más tiempo que el dedicado a la panderetera Romualda Zuloaga Artetxe, de la que se enorgullece el barrio de Tximiolarregoikoa desde octubre de 2024. Música galdakoztarra, Romualda paseó el folclore vasco por esta y otras tierras. El homenaje lo ha impulsado la Asociación de Mujeres Erabide y lo ejecutó Hibernando Estudio como una acción de activismo, arte con contenido social, para visibilizar la labor de esta pionera que grabó el primer disco de alboka junto a Mariano Barrenetxea y contribuyó a la difusión de la cultura vasca más allá de estas fronteras. De hecho, 'Zapia buruan eta ibili munduan' (con el pañuelo en la cabeza, anda por el mundo), juego de palabras referido a la frase hecha 'Txapela buruan eta ibili munduan', que aboga por conservar las raíces allá donde vayas, es la leyenda que acompaña al dibujo. La imagen en blanco y negro ocupa casi todo el espacio, mientras tiras de colores a modo de 'patchwork' la abrigan. «La manta representa el trabajo en red que realizan las mujeres de Erabide, Para el 30 aniversario de la asociación tejimos la colcha solidaria 'Puntada a puntada contra la violencia machista', cuya recaudación fue para Bizitu Elkartea, asociación de mujeres víctimas de las violencia machista», añaden.
El pueblo ostenta otro recuerdo para otras féminas, 'Las dinamiteras', que trabajaron en la fábrica conocida como 'La Dinamita', una de las primeras que incorporó a las mujeres en sus procesos. Nacida en 1872, el titular del 40% de sus acciones fue Alfred Nobel, inventor del potente explosivo que ellas debían manejar cada jornada. En el mural, sobre la esquina de la calle Gaztain, laboran tres empleadas. El artista José Ramón Bañales 'Bada' dirigió el proyecto que juega con grises, blanco y rojo.
ÁLAVA
Vitoria
El último mural de grandes dimensiones creado en Vitoria nació en 2020. La Organización Mundial de la Salud (OMS) había decidido que ese año sería el internacional dedicado a la enfermería y a las matronas. A estas sanitarias homenajea el trabajo artístico que el sindicato alavés Satse encargó a Fill in Culture. El azul impera sobre la pared de un edificio de seis pisos de alto situado en la confluencia de la Avenida de Santiago con Los Herrán. En forma de especialista, vestida con pijama sanitario azul y atendiendo al lema de '#TeCuidamosCuídanos'.
Imposible negar la idoneidad del entorno, cerca del ambulatorio de Olaguibel, detrás del HUA Santiago y mirando de frente a la sede del Colegio de Médicos de Álava. De los bolsillos y solapas del uniforme cuelgan referencias a su especialización en geriatría y pediatría, la labor docente, el euskera, el castellano, sus competencias o la defensa de la igualdad entre mujeres y hombres. Aparece además un matrón, porque en la enfermería cada vez hay más hombres, aunque sigan siendo muchas más las mujeres. Botiquín, fonendoscopio, termómetro, un bebé, un anciano en silla de ruedas con mascarilla..., un corazón, manos entrelazadas y las leyendas 'erizaina naiz' (soy enfermera), 'ikerketa' (investigación) o 'salud' se suman a los componentes de la imagen.
BIZKAIA
Arrigorriaga
Las protagonistas absolutas de los siguientes murales son las mujeres. El primero que invitamos a admirar aguarda en el ascensor junto al antigua edificio de la casa de cultura, ahora Lamiaenea, Arrigorriagako Emakumeen Etxea. Muestra clara de cómo puede embellecerse una estructura poco amable a priori, en él se observan distintos rostros de chicas y se pueden leer las palabras 'Arrigorriagako emakumeen genealogia. Feminista eraikitzen' (Genealogía femenina de Arrigorriaga. En construcción feminista). Una joven estudiante de ciencias, una madre con su bebé y dos mujeres trabajando en el caserío componen la pieza firmada por Aztarnak Kolektiboa. El caserío fue el universo para las féminas durante mucho tiempo, por eso se lo dedican. «A ellas, cuidadoras de las tierras y de las vidas nuestro reconocimiento», añaden.
El segundo, realizado por el colectivo, añade más de 500 metros cuadrados de arte a la fachada del polideportivo. Se observa desde la rotonda anexa a Lonbo Aretoa, acceso a la localidad, por eso son muchas personas las que contemplan la intensidad de sus azules y amarillos. Grito para reivindicar el papel de las deportistas, ocho de ellas practican fútbol, baloncesto, balonmano, atletismo, tenis y levantamiento de piedra. Incluye varias frases: «gaukera berberak, eskubide berberak, baldintza berberak» (las mismas opciones, los mismos derechos, las mismas condiciones). Y usa de referentes a figuras del deporte como la ciclista Aroa Gorostiza, la futbolista Arrate Arrieta o la atleta Desirée Vila.
Queda acercarse hasta el Gaztegune, en la zona denominada Ugertza. Desde 2019 brilla allí un mural estilo pop-art, derroche de colorido, realizado por el mismo grupo. Al instituto local, en Kristo Zeharkalea 15, para ver una representación de la educación respetuosa y participativa. Y al Centro Sociocultural de Abusu, para disfrutar a lo grande el reflejo del pasado del barrio de la mano de una pareja de mineros, homenaje a quienes trabajaron antiguamente en la extracción de hierro, el puente y el tren de Ollargan y las antiguas casas de Olatxu, desaparecidas tras las inundaciones de 1983.
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