Ruta en bicicleta por los alrededores del santuario de Unbe, a un paso de Bilbao
Unbe (Bizkaia) ·
Recorrido en bici por los alrededores de la 'Casa de la Virgen', a escasos 15 kilómetros de Bilbao
Lejos de cualquier núcleo urbano, rodeada de naturaleza y donde la tranquilidad es absoluta, se encuentra la 'Casa de la Virgen', un refugio de guardias ... forestales convertido en santuario tras la supuesta aparición de la Virgen, según el relato de Felisa Sistiaga en 1941. Una mujer que después, en los 60, afirmó que la virgen le transmitía mensajes. Un hecho que saltó a los medios y que propició en las décadas de los 80 y 90 la visita de miles de personas. Hoy en día son un centenar las que se acercan a este lugar cada día.
En bici
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Distancia 15 km
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Altitud máxima 295 m
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Virgen de Unbe Altitud 167 m
El santuario está ubicado en Unbe, a escasos 15 kilómetros de Bilbao, pero nosotros llegaremos a él desde Sopela, desde el barrio de Larrabasterra. Partimos desde la calle Gatzarriñe por la BI-3124, una larga recta siempre con perfil ascendente. No supera el 5%, pero al no tener curvas se puede hacer duro con viento en contra. Con un pequeño arcén, circular por aquí se hace amable, ya que tampoco hay mucho tráfico. Son unos tres kilómetros hasta un cruce en el que deberemos girar a la derecha y seguir subiendo.
Ya en el puerto de Unbe, la carretera es estrecha y llena de curvas. Una ascensión que cuenta con señales informativas que indican el porcentaje y la distancia hasta coronar, entre otras cosas. Rodeados de grandes árboles y vegetación, en algunos claros se puede divisar a la izquierda el valle de Butrón y sus alrededores. Transcurridos tres kilómetros sin apenas dificultad, entramos ya en el término municipal de Erandio. Continuamos por la carretera, que sigue picando para arriba hasta divisar una señal que indica nuestro destino traducido en hasta siete idiomas. La 'Casa de la Virgen'.
Comenzamos a ascender un repecho de un kilómetro con rampas de hasta el 10%, siempre rodeados de árboles, que provocan que siempre vayamos por la sombra. También los hay en el descenso hacia el santuario, una carretera en la que no hay línea divisoria de carriles. Una bajada muy rápida en la que hay que apretar los frenos. Una vez abajo, la tranquilidad reina en el ambiente. Un enclave donde el silencio solo es interrumpido por el sonido de los pájaros.
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