Románico de altura: Los vértices de Estíbaliz y el de Alto Mendia
La Geodesia es la ciencia que estudia la forma y dimensiones de la Tierra. Sus mediciones han servido también para crear rutas senderistas como esta
Los habrás visto muchas veces. Cuando caminas por el monte, justo en las cimas. Son esos pilares blancos de 120 centímetros de altura y 30 de diámetro, encastrados en una base de hormigón, blanca también. ¿Te suenan ya o no caes todavía?
Más pistas. Sirvieron, hace años, para realizar mediciones de largas distancias y configurar la red geodésica de Álava, es decir, para elaborar la cartografía provincial, cuando los métodos tenían menos de tecnología y más de manualidades. Su nombre, lo habrás adivinado: vértices geodésicos. Lo que no sabes, tal vez, es que suman 254 en total y crean diferentes rutas senderistas. Que, aunque los nuevos sistemas de geolocalización por satélite les han robado protagonismo, siguen alzándose orgullosos como parte de la topografía mundial, en plan 'fuimos los pioneros'.
Nos centramos en una sola ruta, por la Llanada Alavesa. Para unir dos vértices, el de Estibaliz y el de Alto Mendia. Y regresar tras haberlos unido con tus pasos, anudando un lazo invisible. Nombre del itinerario: Románico de altura. Cubre 17,16 kilómetros con 131 metros de desnivel acumulado (https://geo.araba.eus/es/-/15-rutas-37-vertices).
La pista detrás del aparcamiento del Santuario de Estibaliz fija el punto de partida. Lo bueno de esto es que, antes de empezar la caminata, puedes conocer esta joya del románico alavés, hogar de la patrona del territorio. Su elegante portada enseña fina decoración vegetal y figurativa. Sorprenden también la solemnidad de los tres ábsides, la originalidad de sus canecillos, la belleza de la pila bautismal y la maestría escultórica de los capiteles en el interior. Puedes reservar una visita en la página web https://alavamedieval.com/, para entender bien lo que ves.
Al principio, tus pasos obedecerán al Camino de Santiago. Vas a encontrarte con dos nuevas ermitas cercanas al itinerario. La de San Juan de Arrarain, en Elburgo, y la de Aiala, en Alegría-Dulantzi. La primera aguarda entre campos de cultivo. Data del siglo XII y solo conserva del primitivo templo el ábside románico semicircular en fábrica de sillería. Fíjate bien en los canecillos que decoran el alero de la cabecera, muestran elementos ornamentales en los que quedan representados personajes que dan información sobre los modos de vida alaveses del siglo XII. La segunda, románica del siglo XIII, luce con su elegante portada de tres arcos y guarda a la patrona de la villa, la Virgen de Ayala.
Disfrutadas ambas, abandonará el paseante la senda peregrina para atravesar el pueblo de Alegría-Dulantzi y ascender hasta el depósito de agua. Así se llega a la meta, el segundo vértice geodésico, el de Alto Mendia. Queda solo regresar al punto de inicio por pistas entre cultivos, mientras pisas la Vía Verde del Ferrocarril Vasco-Navarro. Recuerda que cubre los pasos de 'El Trenico', tren de vía estrecha que unía antaño Estella con Bergara, y pasaba por Vitoria-Gasteiz. Inaugurada en 1927, tardó cuarenta años en completarse. Así que, a disfrutarla.