Un ciclista pedalea entre campos de girasoles muy cerca de Villamartín de Sotoscueva. J. G.
GPS | En bici

Un paseo entre floridos campos de girasol e iglesias del siglo XII

Butrera (Burgos) ·

Agosto es el mejor momento para recorrer las silenciosas tierras de labranza comprendidas entre Villarcayo y Cornejo

Viernes, 1 de agosto 2025, 16:52

Aunque siempre es agradable pedalear por la comarca burgalesa de Las Merindades, quizás el mejor momento para conocer las tierras que se encuentran entre Villarcayo ... y Cornejo sea el mes de agosto. Es entonces cuando los girasoles florecen en todo su esplendor y tiñen de amarillo y verde los campos.

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La ruta de hoy comienza en Villarcayo y la idea es llegar a la cueva de San Bernabé a través de las tierras de labranza que rodean Mozares, Butrera, Torme y Villamartín de Sotoscueva, entre otros pequeños pueblos. Nada más salir de Villarcayo, entre la zona de Cigüenza y Villacanes ya podemos observar los primeros regadíos de girasol. La vista se pierde aquí entre el amarillo y el ocre. Es un sitio espectacular para hacerse una fotografía al borde de los sembrados.

Llegando a la Quintana de Rueda giraremos a la derecha para coger una pequeña carretera (antiguamente era una pista blanca) que nos conducirá hasta Mozares. Este es un pueblo muy activo. Pese a su escasa población censada (16 vecinos en 2023), organiza multitud de eventos, como festivales de música, carreras de ciclismo de montaña o unas jornadas de la trilla, que suelen tener lugar en julio.

  • Distancia 25

  • Altitud máxima 713 metros

  • Desnivel 400+

Desde aquí nos dirigimos a Torme por carretera para después desviarnos antes del puente hacia la izquierda. Entramos en una zona muy singular y verde. Hay que pedalear con tiento porque hay algún tramo de senderito complicado, con un puente improvisado con maderas que, si no nos atrevemos, lo pasaremos desmontados. Pronto salimos al molino de Butrera, albergue y centro de ocio que funciona en época estival como colonia para aprender inglés. En este pueblo encontramos la Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua. Se trata de una joya románica del siglo XII. Está catalogada como monumento histórico-artístico, de carácter nacional, desde 1983. Destacan sus relieves: dragones, arpías, caballeros y una representación de la Epifanía realmente sobresaliente. De aquí a Cornejo seguiremos por una pista que atraviesa, de nuevo, multitud de floridos y silenciosos campos de girasol. Un deleite para los sentidos.

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