Un paseo por las antiguas fronteras del Reino de Navarra

Salimos de Letona (podemos dejar el coche junto a la Iglesia de San Andrés para no molestar a los vecinos), empezando el ascenso por la calle San Bittor, que por un bonito sendero nos llevará hasta la ermita del mismo nombre (772 metros), levantada en el siglo XVI sobre los restos del castillo de Zaitegi, que siglos antes hacía de frontera en los entonces límites occidentales del Reino de Navarra con el de Castilla.

La ermita queda a la derecha de un camino que después retomaremos por el cordal que delimita la sierra. Nos guían hitos y mojones, aunque en algún momento la cerrada vegetación nos impone bordear por la izquierda y retomar la cresta para seguir ascendiendo hasta coincidir con la pista que viene de Murgia. Por ella subimos al altiplano de La Llana, donde encontraremos el vértice del mismo nombre (887). Alguna inscripción invita a pensar que estamos en el Armikelo, pero no. Volvemos sobre nuestros pasos para descender por la izquierda, a la par de una alambrada, hasta el collado de Zarandona. Solo queda seguir la pista para, en una breve pero empinada cuesta, alcanzar esta vez sí el Armikelo (derecha).

La ruta, dirección sur, es circular. Y hay diferentes opciones. Pasado el pozo de Las Loberas, podemos descender al barranco de Zarandona por un sendero -marcado con hitos- que, una vez abajo y girando a la derecha, nos devolverá a Letona. También podemos seguir hasta la cercana cima del Amaritu (787) -señalado también a la izquierda- y descender después hasta el pueblo de Apodaka, donde tomaremos primero la carretera a Zaitegi y después una pista para volver a Letona.