El pájaro que surca los cielos a más de 300 kilómetros por hora
Halcón peregrino | (FALCO PEREGRINUS) ·
En las paredes rocosas de Euskadi anidan más de cien parejas de esta obra de arte de la naturaleza que ha inspirado al sector aeronáuticoEl ornitólogo Iñigo Zuberogoitia lleva 27 años estudiando las poblaciones de halcón peregrino en Bizkaia, donde residen 42 parejas. En Euskadi, el número ascendería a ... 107, explica el reputado especialista, que acaba de publicar el libro 'El halcón peregrino', que forma parte de la colección Monografías Zoológicas en Tundra Ediciones, que incluye 181 fotografías para contagiar su pasión por esta especie. El halcón es una de las aves de presa más majestuosas, que puede identificarse en pleno vuelo por la silueta de ancla que forma. Construye sus nidos en cortados rocosos o en canteras, aunque también puede anidar en los rascacielos de las ciudades. Es una obra de arte de la naturaleza: el ave más veloz de entre todas las que surcan los cielos, capaz de superar los 300 kilómetros por hora en picado.
Pájaros y flores
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Envergadura Hasta 113 cm
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Hábitat Cortados, canteras
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Distribución Todos los continentes
Su fisonomía, por ejemplo su estructura ósea, ha inspirado los motores de reacción de la aeronáutica. La especie presenta un gran diformismo sexual, siendo las hembras un 30% más voluminosas que los machos. Es una de las rapaces más conocidas desde la antigüedad y se utiliza desde hace más de tres milenios en la cetrería. Los machos conquistan a las hembras realizando piruetas aéreas, pero salen de excursión y de caza juntos antes del apareamiento. Ambos ejemplares incuban los huevos y cuando los polluelos rompen el cascarón, la hembra se queda cuidando del nido y el macho sale de caza para alimentar a los pichones. Serán monógamos la mayor parte de su vida, y solo buscarán una nueva pareja si enviudan.
En las ciudades, el halcón ejerce como el remedio más natural contra las plagas urbanas. Caza ratas, gaviotas o la abundante paloma bravía, aunque en su menú también están los estorninos, vencejos, gorriones... Entre las causas de muerte, relata Zuberogoitia en su libro, están los disparos -se han localizado ejemplares muertos en Euskadi durante la campaña de la caza de la paloma- venenos, su colisión con tendidos eléctricos, aerogenereadores, drones o electrocución. En el volumen también relata las apasionantes historias «personales» de algunos de los ejemplares que ha monitorizado.
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