La oruga que parece un peluche
Esfinge de la vid ·
Antes de convertirse en polilla, el gracioso gusano ahuyenta a sus depredadores con sus gigantescos ocelosC ualquier paseo por entornos cercanos puede deparar sorpresas preciosas. Por ejemplo, hallamos este llamativo gusano en el barrio de Goierri, en Erandio. Se trata ... de la oruga de la esfinge de banda plateada, también denominada esfinge de la vid. (Hippotion celerio). Puede adquirir dos colores: marronáceo o verde chicle, aunque en contadas ocasiones puede ser totalmente negra. Se la suele ver en las hojas de las parras que le sirven de alimento y de otras plantas. Lo que más llama la atención de este bicho fabuloso son esos grandes ojos que le hacen parecer un peluche o un muñeco. Son ocelos pintados. Justo detrás posee otros dos sin ese iris simulado.
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El resto de su piel se ornamenta con franjas plateadas, manchas circulares y puntitos. También tiene un cuerno oscuro y arqueado al final del abdomen. Todo conforma una suerte de disfraz que le hace parecer una serpiente para ahuyentar a sus depredadores: pájaros, reptiles u arácnidos. Cuando la oruga se siente importunada se retuerce para que los grandes ocelos «miren» de forma amenazante a quien ose perturbarla. Un truco de supervivencia.
La larva se prepara para hacer la metaformosis uniendo las hojas con hilos en un capullo marrón para quedar protegida de los rayos de sol. Emergerá de la crisálida en forma de una gran mariposa o de polilla nocturna de hasta 8 centímetros con alas delanteras y traseras.
Pájaros y flores
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Reino Animalia
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Orden Lepidoptera
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Distribución África central, sur de Asia y de Europa, Australia
Será de color oscuro para poder camuflarse en los árboles, piedras o paredes durante el día. Conservará un par de antenas gruesas unos grandes ojos negros y una larga espiritrompa -un tubo que utiliza para alimentarse, arrollándolo en espiral- para chupar bien el néctar de sus flores favoritas, las amarillas y aromáticas. Comerá y polinizará al atardecer y recorrerá grandes distancias por las noches volando cual colibrí. Esta mariposa ama los climas cálidos. Es migratoria y lo más probable es que pase el invierno en África y que sean sus descendientes los que regresen por estos lares. Por cierto, su apareamiento dura entre una y tres horas. En Borneo se consideran un manjar: se las comen fritas tras quitarles la cabeza y las alas.
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