Los 25 metros de desnivel más atractivos
Orbaneja del Castillo (Burgos) ·
Remontar la pintoresca cascada de Orbaneja del Castillo es irresistible en una ruta prácticamente llana para bicicleta de montaña en los adentros del cañón del EbroBurgos se vanagloria de ser la provincia de España con más pueblos. Mantiene casi 400 localidades con vida en las que resalta la postal de ... Orbaneja del Castillo. Tiene una fastuosa e incansable cascada de 25 metros, dos cuevas, rocas con formas caprichosas y en verano le falta aparcamiento. Por ello, la mejor manera de llegar a su casco urbano, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1993, es a través de una sencilla ruta en bicicleta.
En bici
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Distancia 28 km.
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Altitud máxima 860 metros.
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Desnivel 554 m+.
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Subida 4 kms. al 5%.
Cargamos la 'mountain bike' y vamos en coche hasta Quintanilla Escalada. Tras contemplar su peculiar campanario, tocará decidir la dirección del itinerario circular. La elección es básicamente si se quiere dejar Orbaneja para el principio o para el final. Cualquier determinación será correcta, pero los lugareños recomiendan llegar cuesta abajo como colofón. Estamos a las puertas del verano y pedalear siempre entre árboles y por la orilla del Ebro es otro de los puntos fuertes del recorrido.
El río acaba de abandonar Cantabria y se retuerce en cada kilómetro de su fluir burgalés hasta el embalse de Sobrón. Su encadenado de meandros ha cavado una profunda garganta, con laderas que superan los 250 metros de altura y espacio para rodar por la orilla del caudal. En la primera parte atravesamos la desembocadura del Rudrón, una pequeña central eléctrica y cascadas varias hasta alcanzar Pesquera de Ebro, ideal hasta para darse un baño.
A partir de aquí, saldremos del fondo del cañón para subir a Turzo, un pueblo diminuto en el que fabrican velas. Serán menos de 4 kilómetros con pendientes ligeras para divisar la inmensidad del desfiladero, atravesar la nacional que va al Puerto del Escudo y lanzarse camino abajo hacia Orbaneja del Castillo. Antes de llegar a las casas nos detendremos en el mirador. Por capricho de la naturaleza, aparecen dos camellos besándose y formando en medio la silueta de África. Más abajo quedan las cuevas de las que mana un chorro de agua único y que se precipita rápido al Ebro tras formar una poza de agua cristalina. Pueden recrearse con las fotos. Solo quedarán seis kilómetros río abajo hasta el punto de partida.
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