Lecciones de historia en la Margen Izquierda

La Margen Izquierda se construyó con ecos de mineral y arrantzales, con barcos que transportaban hierro y otros arribados a puerto para llenar las cestas de sardineras. Agua y actividad marítima dibujaron su cuerpo, curvas acariciadas por una ría que fluye hacia el mar para fundirse en un abrazo eterno con su amante. Por eso pasear por sus tierras es hacerlo sobre el pasado. Y asistir a sus visitas nos permite recordar tiempos de ruido industrial, las voces de arrantzales y la magia de los ingenios que impulsaron el mundo tal y como lo conocemos.

¡A caminar! Lo típico en esta comarca es hacerlo hasta la cima del Serantes, en un recorrido de cuatro kilómetros. Sus 451 metros de altura proporcionan vistas fantásticas sobre la ría y el mar. Alberga además torres de observación y baterías heredadas de las guerras. Deja el coche en casa y aprovecha el Metro, salida: Las Viñas. Sigue la calle de frente, Las Viñas y, al acabarla, toma de las tres opciones posibles la central, calle Bullón. Recto llegarás a zona abierta con tres caminos, elige el del medio. No habrá pérdida desde este punto, aunque sí rampas más o menos inclinadas. Por el camino conocerás el torreón, el fuerte y el polvorín de El Mazo, dispuestos en distintos niveles para defender El Abra de posibles intrusos. Observarás el Superpuerto de Bilbao y magníficas panorámicas sobre la costa vizcaína y las márgenes izquierda y derecha. La última rampa requiere esfuerzo, sucede siempre antes de hollar la cima. Pero aguarda un extraordinario mirador del Gorbea, las cimas del Duranguesado, Pagasarri, Ganekogorta o el Eretza, tras el que se ocultan las Encartaciones.

Estás en el puerto pesquero, dónde si no podría tener lugar una subasta de pescado. Son las doce del mediodía y la sardinera Carmen, Julián, un veraneante de finales del siglo XIX, y Rogelio, el arrantzale subastador, reclaman tu atención. Guían tu recorrido, cada cual según su punto de vista y carácter, mientras narran relatos del ayer en los que aparecen lemanes (pescadores que conocían el puerto y ejercían de pilotos para otros barcos), corsarios y contrabandistas, jocosas tramas de la Belle Epoque. Pasarás por Santurtzi Itsasoa Museoa y otros puntos hasta que la sirena suene, anunciando la cita mercantil. Sentirás los años dorados en los que las sardineras esperaban en la orilla para comprar pescado y transportarlo desde Santurce a Bilbao, como dice la canción. Protegido en cestas de mimbre. Tras levantarse muy pronto, preparar el desayuno e ir a la fuente a por agua para cocinar alubias viudas, pues raro era tener un trozo de carne, y limpiar tinajas de cobre. Antes de recoger, si había suerte, «seis o siete cientos de sardinas», como cuenta Carmen, para venderlas a buen precio.

Web turismo.santurtzi.net

Para que no te canses se ha diseñado esta ruta circular en bicicleta eléctrica con guía o track, si prefieres pedalear a solas. Parte de Santurtzi para acabar en Getxo, pasando por Portugalete. El objetivo: conocer lugares emblemáticos, llegar a rincones como la basílica de Santa María de Portugalete, situada en lo alto del casco viejo, sin dejarse corazón y pulmones en el empeño. Tres municipios unidos por el Puente de Bizkaia y la ría del Nervión son sus protagonistas. Funden y delimitan sus lindes, acercan dos orillas esenciales para la historia, cultura y desarrollo económico y social de Bizkaia. Hasta el Puerto Viejo de Algorta, que enamora en cuanto se le conoce, mientras contemplas playas y grandes villas señoriales en el tramo de Zugazarte y Arriluze, en Getxo.

Información deskonecta.com

Se concibieron para alojar a trabajadores en hogares baratos, pero han hecho historia. La industrialización impuso la necesitad de mano de obra que llegaba desde diversas provincias. Sestao cuenta con una de las colecciones más extensas de Bizkaia de este tipo de viviendas. Destacan La Galana, el Grupo La Humanitaria, el Grupo La Aurora, el Grupo La Unión y La Protectora. La Galana o la 'corrala', espera en el número 1 de la calle Nicolás Ormaetxea, entre balconadas de madera. Dicen viejas historias que su nombre viene de Enrique Aja, el 'Galán', que se mudó a este bloque donde la joven viuda heredaría su apodo. Muchos la pretendieron y, al no ser correspondidos –qué malo es el despecho–, lanzaron rumores feos. Rodea el lugar el grupo La Unión, adosados de colores vivos como La Humanitaria, La Protectora y La Aurora. Reproducían en menor escala las de la burguesía. Trabajadores de Altos Hornos y La Naval vivieron en ellas pues cobraban sueldos mayores. Chávarri, más abajo, acoge viviendas distribuidas en tres casas dobles y una triple, muy decoradas. El número 27 cuenta con arco por el que pasaban carruajes. En la zona baja un torreón, enclavado en un grupo de estilo 'art déco', pasma. Está en la esquina del 22. De patio ajardinado, las casas de Vista Alegre fueron inspiradas en construcciones centroeuropeas.

Si te gustan los coches antiguos o te quedas enganchado a la historia de camiones de antaño, este es tu espacio. Vehículos creados entre 1926 y los años 80 aparecen ante los ojos, también 140 años de historia de la marca Mercedes-Benz. Distribuidos sobre más de 2.000 metros cuadrados. Fue en 1945 cuando se construyó el primer concesionario del fabricante alemán en Barakaldo. A escasos metros del originario lugar, en José Vara 7, se encuentra el museo que homenajea a coches emblemáticos como la limusina Pullman de 1926, el vehículo más antiguo, que data del año 1926. El modelo Pagoda del 68. Y el Coupé 250, joya de la muestra, producido entre 1965 y 1967, y que perteneció a José Aguinaga Goiri. Impulsado por el ingeniero Friedrich Geiger, disponía de un motor de seis cilindros hasta que en 1967 fue reemplazado por el 280 SE. Puedes revisarlos los sábados, de 10.00 a 13.00 horas.

Web mercedesbenzaguinaga.com/museo

En agosto cierran, así que aprovecha julio para ir a verlo. ¿Cuántas veces tienes la oportunidad de conocer una de las últimas embarcaciones de madera dedicadas a la pesca tradicional? Desde Santurtzi partían, cada jornada, navíos especializados en pesca de bajura. Se hacía con traineras hasta principios del siglo XX, pero la modernidad trajo consigo barcos con motores de vapor o explosión. Al final, los de motor ganaron la carrera. Medio centenar dejaban atrás la costa en busca de peces, 200 hombres trabajando en pos de este empeño. El barco-museo Pesquero Agurtza ofrece visitas guiadas para explicar cómo se captura el bonito, qué se hacía para conservar el pescado, secretos de la vida a bordo, tareas de los 'txos' (grumetes), la intensa labor de maquinistas… Llegarás al puente de mando, donde el patrón daba órdenes.

Web turismo.santurtzi.net

Portugalete muestra orgulloso un paseo marítimo de dos kilómetros. Tres muelles con nombre propio comparten espacio, el Viejo, el de Churruca y el de Hierro. Este último fue diseñado por Evaristo Churruca para facilitar la navegación y evitar los continuos naufragios causados por la barra de arena que cegaba la desembocadura del Nervión. El año 1881 tuvo lugar el pistoletazo de salida para esta estructura finalizada en 1887. Sus 800 metros cuentan, en los primeros 600, con armazón de hierro; los 200 restantes se levantaron en piedra. Allí se reunían los vecinos luciendo sus mejores galas para impresionar al resto de habituales. Caminando hasta el faro, disfrutarás del Puente de Bizkaia. El paseo es elegante y señorial, salpicado por casonas de arraigada presencia como Zunzunegui, Olaso, Palacios, Balparda, Vicuña y Gandarias... Al acabar aguarda un mareómetro construido en París y colocado en 1883. Mide la profundidad del cauce, el nivel del agua según las mareas..

El hierro marcó nuestro carácter y el despegue industrial de la provincia. Señaló con claridad la vida de sus gentes. Por eso este museo se traduce en tres historias, la de los hombres, el mineral y la ría, en un homenaje a los trabajadores desde una perspectiva histórica, etnográfica y artística. Allí conviven vestigios del pasado industrial, historia de Portugalete, datos sobre el Puente de Bizkaia, avances técnicos de la siderurgia. También referentes del pasado, recuerdo de empresas como La Naval, Euskalduna, SEC Babcock & Wilcox, Santa Ana de Bolueta y Altos Hornos de Vizcaya. E información sobre una industria pionera en coleccionismo de arte. Hay acuarelas, óleos, instrumentos de trabajo, piezas cedidas del 'Puente Colgante', maquetas, documentos, fotografías... Estos días, además, la exposición de Angel Aja 'El color de la industria', 35 obras pictóricas sobre aquella Margen Izquierda cubierta de humos y cielos grises.

Web www.portugalete.org/es-ES/Rialia