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Una cita al mes para enamorarse de La Rioja

No se trata de una cita a ciegas, sino de cuatro distintas, seductora ronda de primeras impresiones, plagada de amor por el pasado, la luz, la historia y la fiesta

Jueves, 12 de junio 2025

La Rioja cede a la mirada de sus visitantes muchos lugares para conocer. Aunque no se trate de un territorio amplio, ofrece posibilidades variadas que sirven de excusa a la hora de acercar tu silueta hasta sus tierras. Como tampoco se trata de pegarse un atracón de golpe, hemos pensado que estaría bien proponer un plan por mes, un único pretexto mensual para conducir a alguna de sus localidades y ser testigo de momentos únicos. Dibujamos con trazos leves la ruta, suficientes para saber lo que encontrará el turista en próximas fechas, exactamente desde junio hasta septiembre.

Briones Junio

Regreso al medievo

Cristina Valderrama

Apunta la fecha: 21 y 22 junio. Ese fin de semana regresará a las calles de Briones la declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Durante unas horas, el pueblo retrasa el reloj y retrocedes hasta el siglo XIV. Revive en sus calles la forma de vida de la época, los modos medievales, costumbres, vestuarios, formas de trabajo. Les gusta especificar a los locales que no se trata de un mercado, hay comida y bebida en una bodega y un mesón, sí, necesarias para existir tanto hoy día como antaño, pero el objetivo pasa por lucir sus casonas solariegas y calles empedradas, por recordar aquel momento gracias a la especial arquitectura que se ha conservado. Para ello, todo se llena de portales temáticos donde asistir a las viejas labores. Y pululan aquí y allá canteros, guerreros, hilanderas, maestros cerveceros, herreros, curtidoras, queseros, vagabundos, hidalgos y otros oficios y personajes ligados a los antepasados.

También hay espadas, la Edad Media sin ellas no sería lo mismo. Guerreros castellanos, guerreros navarros. Y marca su lapidaria presencia la Santa Inquisición, que juzgará a las supuestas brujas, exhibirá a ladrones en cepos como advertencia ejemplarizantes, e incluso llevará a soldados ante su justicia. 'Ah!, y baqueta donde ganar los favores de alguna dama. Cuando la noche apague la luz, esta se encenderá de nuevo de la mano de un espectáculo luminoso y de sonido en el que narrarán la historia de la Paz de Briones, firmada entre Enrique II de Trastámara, rey de Castilla, y Carlos II de Navarra, el 31 de marzo del año 1379.

Adobe Stock

Briones aguarda encima de un cerro de 80 metros, asomada al norte sobre el Ebro, al noroeste de la provincia. Su trazado urbana medieval y las casas que le dan cuerpo han sido declarados Conjunto Histórico Artístico. La mayor parte de esas edificaciones fueron construidas con piedra de sillería, aunque queda alguna de entramado y tapial de madera. Subsisten restos de las antiguas murallas y del castillo, y una bella plaza principal repleta de edificios históricos singulares. Hornacinas que acogen la devoción y fachadas en las que lucen escudos heráldicos. Y canes de madera tallados, herrajes y rejas en balcones que componen un decorado perfecto para esta celebración.

Grañón Julio

Luz divina

La cita de este mes tiene fecha: 12 de julio a las 22:00 horas, aunque también puedes ir el 9 agosto a la misma hora (entradas disponibles: https://www.eventim-light.com/es/a/66d5ca1b5e0ae365c79e9637). También tiene nombre, 'Retablo de la luz', y va de eso, de un retablo restaurado en 1993 e inspirado en el de la catedral de Santo Domingo, y del juego de luces que lo ilumina gracias a una experiencia inmersiva.

«El objetivo es sumergir al público en una proyección multisensorial utilizando las últimas tecnologías del videomapping, la fotogrametría, el modelado 3D y la animación de la arquitectura y las figuras del retablo, la generación de partículas y fluidos que cobran vida e iluminan el retablo. El sonido envolvente, la narración, la banda y los efectos sonoros contribuyen a una sensación de inmersión total haciendo que los espectadores se sientan dentro y completamente sumergidos en el entorno y la narrativa del espectáculo», explican los organizadores. Tiene lugar en la Iglesia de San Juan Bautista, por cierto.

La obra

El retablo renacentista del siglo XVI es obra de Francisco de Lubiano, Guillermo de Faleza y Gonzalo de Medina. Su alzado se organiza en sotobanco y un alto banco que sirven como asiento a dos cuerpos bastante similares estructurados en siete calles, columnillas abalaustradas, especie de templete para albergar imágenes exentas y un ático de gran desarrollo horizontal. Novedoso en la época fue coronar el ático en forma de una concha, recurso que posteriormente sería imitado por muchos artesanos romanistas para sus retablos.

Entre las figuras presentes hay ángeles atlantes, imágenes de san Roque, san Marcos, san Mateo, san Juan Evangelista, san Lucas, san Sebastián, san Judas Tadeo, san Mateo, san Simón y san Andrés y Santiago Peregrino. Entre las escenas, por supuesto, el bautismo de Jesús y el martirio de san Juan Evangelista. El espacio central se reserva a un grupo de asunción-coronación.

Un calvario central de tres figuras con la Magdalena arrodillada en la cepa de la cruz preside el ático, flanqueado por san Vitores y santo Domingo de la Calzada, así como relieves historiados de la visitación y santa Ana con la Virgen y el Niño. A la izquierda, san Ambrosio, santa Bárbara y san Miguel colocado por cimera, a la derecha, san Jerónimo, una santa mártir y coronando san Emeterio. Mucho que ver gracias al juego de luces.

Como la propuesta dura solo 15 minutos, queda tiempo antes para conocer la localidad. Grañón es el último pueblo del Camino de Santiago en La Rioja. Engorda la comarca de Santo Domingo de la Calzada y el término jurisdiccional de Haro. Una localidad en la que sus habitantes, los grañoneros, viven principalmente de agricultura y ganadería.

Calahorra Agosto

Visita a la catedral

Matyas Rehak

A Calahorra le gusta recordar que es la segunda ciudad de la comunidad autónoma de La Rioja en importancia y población tras la capital, Logroño. Situada entre los ríos Cidacos y Ebro, encima de un cerro, domina las fértiles llanuras que lo rodean, de ahí que destaque como rincón estratégico habitado por primera vez en torno al siglo IV antes de Cristo.

Tiene mucho que ver, y la posibilidad de conocer su catedral de manera guiada los sábados a las 12:00 horas (www.catedralcalahorra.es/). Aunque su aspecto sea coherente y de sensación de unidad, el templo proviene de diversas construcciones realizadas desde finales del siglo XV hasta el XVIII. Muestra estilo gótico tardío, pero mantiene las estructuras tradicionales. Tres naves lo dividen, la central más ancha y elevada, separada por seis fuertes pilares. Cuenta con estructura de cruz latina formada por capilla mayor, crucero y nave central, que distinguirán los visitantes en su recorrido interior.

Yacimiento de La Clínica en Calahorra. Sandra Sainz

Dentro también admirarán 16 capillas con retablos. Fuera, además de la clasicista y austera fachada barroca, queda contemplar la puerta de San Jerónimo, en el lado norte, nacida a lo largo del XVI, que fusiona diversos estilos en sus tres cuerpos, plateresco, gótico, renacentista y el manierista. La catedral aguarda a orillas del río donde, dicen, tuvo lugar el martirio de San Emeterio y San Celedonio, patronos de la ciudad. Las obras para levantarla duraron más de 200 años.

Pero Calahorra tiene mucho más que ver. El Museo de la Romanización, con hallazgos encontrados en diversas excavaciones riojanas. La iglesia de San Andrés, que alberga un retablo rococó en el altar mayor y una imagen romanista de la Virgen con el Niño. La de San Francisco, del siglo XVII, que contiene la Exposición Permanente de Pasos de Semana Santa. El Museo de la Verdura, que ahonda en el carácter agrícola y cultivo de la hortaliza. La iglesia de Santiago, con un retablo mayor con imaginería barroca y otro con una imagen gótica de Cristo de tamaño natural, en el que destaca también la valiosa cornucopia, relicario rococó. El Santuario del Carmen (XVII), en cuya fachada se encuentra la hornacina de la Virgen y hay puertas talladas. El clasicista Monasterio de San José (XVII), en cuyo interior espera la imagen barroca del Cristo atado a la columna de Gregorio Fernández, de 1625. Y yacimientos arqueológicos como el de La Clínica, donde se aprecia la estructura de una edificación romana del siglo I. Resumiendo, mucho para visitar y entretenerse.

Haro Septiembre

Piropos a la Virgen

Procesión de las fiestas de Nuestra Señora la Virgen de la Vega

Nos vamos de fiesta, a celebrar la de Nuestra Señora de la Vega. El primer domingo de septiembre tiene lugar una comida de hermandad a la que se suman actos como la elección de las 'Guapas de Bilibio'. A media tarde, el gentío que ha salido a la calle regresa a la Plaza de la Paz para, después, acudir a la basílica de la patrona a celebrar la misa en su honor. Quizá esto no sea lo que más te llame la atención del programa, así que sigue leyendo. Lo importante sucede el 8, día dedicado a la virgen honrada, la patrona de Haro. Por la mañana, los Jardines de la Vega acogen un concurso de versos y piropos hacia ella, tal cual, con ofrenda de flores incluida, y también del primer mosto, no olvidemos que estamos en tierra de vides, seguida de bendición de espigas.

Al anochecer tiene lugar una curiosa procesión donde la imagen de la Virgen, el Rosario de los Faroles, declarada de Interés Turístico Regional. Las fiestas dicen adiós a los entristecidos vecinos con la tradicional Jira campestre en el parque de Fuente el Moro. Allí se reúnen los jarreros y los visitantes, tú incluido, desde el mediodía hasta las cinco de la tarde. Las peñas dirigen a todas las personas congregadas en el lugar, repetimos por si no hubiera quedado claro, tú incluido, a un pasacalles con antorchas hasta la Plaza Monseñor Florentino Rodríguez, donde se despiden de la celebración con encendidos toros de fuego, el entierro de la Cuba y más fuegos, los artificiales.

Procesión del Rosario de Faroles de Cristal avanza por las calles de Haro. Ricardo Donezar

Si te parece poco armar jaleo, o te va mal que la cosa sea en septiembre, tres meses antes tienes la fiesta de las fiestas a la que acudir si no te importan las aglomeraciones y tampoco que tu ropa acaba convertida en un trapo ahogado en vino. Hablamos, por supuesto, de la famosa Batalla del vino, que tiene lugar cada 29 de junio, durante la festividad de San Pedro.

Dicen que su origen hay que buscarlo en la muerte del patrón de la ciudad, San Felices de Bilibio, en el siglo VI. Los habitantes del lugar empezaron a visitar la cavidad donde se encontraban sus restos, la cueva de los Riscos de Bilibio, y así se instauró la peregrinación. Con el paso del tiempo, esta se convirtió en una romería, y la romería en la guerra de caldo en la que todo el mundo acaba embadurnado. Todo porque poco antes de entrar en el siglo XX empezaron a realizarse los primeros bautizos de vino, como denominaban entonces los asistentes a la fiesta a los remojones. De esta manera, culto religioso y festejo pagano quedarían unidos para siempre y la celebración sería declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Batalla del vino. Abel Alonso

La cueva se encuentra a unos 6 kilómetros de Haro. El Regidor Síndico encabeza la comitiva y coloca el Pendón de la ciudad en lo alto de las peñas. Primero tiene lugar una misa, la parte religiosa de la fiestas, después la esperada confrontación líquida, la pagana. Acabada, tocan los 'almuerzos', donde recuperar la fuerza tras tanto ejercicio. Y tras ello, el regreso andado para volver a la localidad. Y ya en la Plaza de la Paz, a las 12:00, las típicas 'vueltas' para redondear la jornada.

El objetivo de la batalla es simple, por si es la primera vez que te animas a participar: manchar de vino al prójimo lo máximo posible, que no quede un alma limpia entre los congregados. Recuerda vestir todo de blanco, y colocarte el típico pañuelo rojo. Acudir con 'armas homologadas', es decir, botas, botellas que no sean de vidrio, sulfatadoras, calderos, pistolas de agua... Los músicos de las charangas no dejarán de tocar mientras quede vino. Y cuando veas a la gente sentada comiendo caracoles o chuletillas al sarmiento, es que la lucha ha acabado. Así que, ríndete a la evidencia.

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