Cinco paseos para pisar nieve
Cima con historia en Urkiola, un santuario en Gorbeia y otro en Aralar, diversión con raquetas en Urbia y un itinerario familiar en los montes de Iturrieta
Te animamos a ir a la nieve, siempre y cuando el tiempo y las condiciones de los lugares sobre los que ponemos atención sean las ... óptimas. Los paisajes nevados quedan perfectos en una postal, parecen inofensivamente deliciosos, pero a veces entrañan algo de riesgo. Por eso, antes de lanzarte a la aventura, investiga si tú y el lugar estáis preparados. Que puedes ir ahora, perfecto. Que tienes que esperar algo… mantita y sofá hasta entonces, ya habrá tiempo de dibujar la silueta del ángel, pegar unos bolazos y modelar un muñeco con nariz de zanahoria incluida. Aquí dejamos varias opciones para cuando llegue el momento perfecto… aún queda invierno.
Saibi (Bizkaia)
Es uno de los nombres que podría elegir un montañero si le pides una sugerencia de montaña para el invierno en Bizkaia. Aguarda próximo al alto de Urkiola. Primero te contamos un poco sobre su historia. En él se desarrollaron diversas batallas durante la guerra civil española. De hecho, por los alrededores aún quedan restos de trincheras y agujeros causados por las bombas. Tu objetivo final pasa por alcanzar la cruz de la montaña, arriba del todo, claro.
La cumbre se encuentra a 954 metros de altitud. Tendrás que superar una hora de ascensión más otra casi para descender. Distancia hasta arriba: 4,8 kilómetros con un desnivel positivo de 220 metros. El grado de exigencia: medio. Ve al parking del restaurante Bizkarra y sube por la pista de hormigón hacia el centro de interpretación. Sin llegar allí, justo en el cruce anterior, has de tomar otra pista situada a la derecha. Primero recorrerás diez minutos cuesta arriba junto a cipreses. Seguirán a estos argomales y brezales. Cuando el terreno se amplíe, aprovechar para disfrutar las vistas de los montes cercanos: la cruz de piedra del Saibi a la izquierda, Eskuagatx, Mugarra y Untzillatx.
Poco a poco, paso a paso, un llano te dará el respiro necesario para continuar con ánimo hacia tu destino. Sigue sin pausa hasta hallar el cruce con el indicador hacia la derecha. Cruza un pinar. Contempla el Gorbeia desde una campa, precioso detenerse con esa intención unos minutos. Y continúa por el pastizal hasta el final. A la hora de regresar, solo debes desandar la misma ruta. Si te ha parecido poco andar, siempre puedes seguir las balizas y los postes de señales pertenecientes al PR.BI-80; muestra más zonas del entorno de Urkiola.
Peñas de Oro (Álava)
Hasta este lugar se desplazan muchos alaveses cuando el paisaje queda cubierto por un manto brillante y níveo. La razón: hay mucho espacio para jugar y cuestas por las que deslizarse con el trineo. De paso, aprovechando la excusa, puedes contemplar el edificio del Santuario de Nuestra Señora de Oro. Aguarda al sur del Gorbea, justo en el centro del Valle de Zuia. La ladera norteña acoge con mimo el templo de la patrona.
El punto más alto, con cruz y buzón incluido, suma un total de 898 metros. Al edificio accedes por la carretera de Bitoriano hasta en el aparcamiento superior. Frente a la iglesia hay una cruz del siglo XVII con relieves de Cristo y La Inmaculada, fíjate bien en ella, no todo va a ser ocio deportivo, también cabe dedicarse un rato a la cultura. Y mira también, en la capilla derecha, una escultura de San Antonio de Padua de ese mismo siglo.
Pasea hasta la cumbre. Encontrarás vistas perfectas: la sierra de Arrato, el macizo del Gorbea... Piérdete por el hayedo. Aunque la dificultad de esta ruta es baja, recuerda que con nieve a veces hay más barro y terreno resbaladizo, así que has de mantenerte atento. Serán unos dos kilómetros solamente. Para llegar desde Bilbao en coche debes tomar la AP-68, salida Altube y Murguía. Desde Vitoria accedes por la N-622. ¡Venga, a pasarlo bien!
Arrigorrista (Álava)
En este caso llegamos hasta los 1.143 metros de altitud. El Arrigorrista es la principal cima de los montes de Iturrieta, decora con sus formas la línea natural que demarca la Llanada Alavesa en el sur. Puedes, además, al llegar arriba, unir a este otro tramo para conocer el dolmen de Sorginetxe, en Arrizala. Lo hagas o no, las vistas son magníficas. Abarcan una panorámica amplia en la que destacan la sierra de Elgea, la de Urkilla, el macizo de Aizkorri y la sierra de Altzania.
Muchas personas se apuntan a coronar la montaña, para buscar nieve con la que jugar, ya que su acceso no resulta complicado. Acceder a ella desde el cercano puerto de Opakua supone más un paseo que una prueba de dificultad. Bueno, un paseo para personas acostumbradas. Busca el sendero situado a través del hayedo que verás pegado a la divisoria. Quienes saben de esto aseguran que se trata de un itinerario muy bonito y perfecto para toda la familia (la familia acostumbrada al monte, insistimos), así que habrá que fiarse de ellos. Calcula que vas a necesitar para subir aproximadamente una hora, dependiendo del ritmo que seas capaz de llevar.
Ya decididos, seguimos la ruta. Por la derecha del alto de Opakua, según subes el puerto, hallarás una pista en dirección al oeste. Luego el puerto viejo. Por él subían antaño los caballos y carretas que comerciaban y se comunicaban de esta manera para pasar del valle a la montaña alavesa. Obedece las señales rojas y blancas de la senda del pastoreo, el GR-282. El final del esfuerzo lo marcan otro hayedo y el éxito de haber conquistado la cima. Luego toca bajar.
Urbia desde Arantzazu (Gipuzkoa)
Por si no sientes seguridad a la hora de programar una salida a solas, puedes apuntarte a las diversas rutas guiadas con raquetas que ofrece Lurra Adventure (www.lurra-adventure.com). «La salida se programa en función de las características de los grupos, si tienen un perfil más bajo o alto deportivamente, si están acostumbrados a ir al monte... De todas formas, lo ideal es ir a relajarse, conocer el monte, un monte más pausado durante el invierno. No vamos a hacer cardio ni deporte de intensidad, sino a disfrutar el entorno con tranquilidad», comenta el cicerone, Rafael Peñafiel. Titulado oficialmente en esto de acompañar a la gente durante estos paseos, proporciona los materiales necesarios y el seguro.
Piensa en unas tres horas de ruta aproximada, con paradas para tomar algo y para detenerse a admirar parajes poco acostumbramos a estar cubiertos por la nieve. A través de bosques, si es posible, y de campas abiertas especialmente. «Justo después de la nevada es el momento más bonito para acudir, porque aún está fresca, sin manchas. Se puede acceder a rincones llenos de matorrales, imposibles de pisar con el buen tiempo», asegura. No hace falta experiencia. «Antes de empezar se explican las normas básicas de las raquetas que son simples, porque al final se trata de adaptarse al paso normal, pero con las piernas más abiertas; lo único que no hay que hacer es andar hacia atrás», agrega. ¿Te animas?
San Miguel de Aralar (Navarra)
Si te apetece viajar a Navarra, una buena opción es San Miguel de Aralar. El emplazamiento es precioso, nevado, mucho más. Llegarás desde Lekunberri (A-15) hasta sus bosques. Seguro que encuentras un hueco donde montar alguna batalla de nieve o usar el trineo. Aunque el Santuario se encuentra altito, a más de 1.300 metros, dispones de campas algo más abajo, cerca de la conocida como Casa del Guarda.
Sube por la carretera para dejar atrás Baraibar. La pista del emplazamiento donde quedarse la dan los numerosos vehículos de familias y grupos que han acudido a ese entorno con la misma idea que tú. Dicen los habituales que vale la pena adentrarse por la pista que lleva desde la casa mencionada hacia Pagomari. Hace unos días las máquinas tuvieron que subir para despejar la carretera, abarrotada de nieve, así que, insistimos, antes de lanzarte a conducir, revisa cómo está la cosa. Darse la vuelta sin haber cumplido tu ilusión no tiene gracia.
Cuentan que el lugar que ocupa el santuario ha sido considerado sagrado por diversas culturas desde hace miles de años. Desde luego, que la Sierra de Aralar albergue un amplio conjunto de monumentos megalíticos de hace 5.000 años no parece casual. La parte legendaria de la zona está cubierta gracias a una leyenda. Asegura que el templo se asienta sobre una sima de la cual surgió un dragón que quería matar al caballero Teodosio. Él se encomendó a San Miguel, y el arcángel descendió de los cielos para acabar con el animal.
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