Los mejores planes culturales para este fin de semana

Recordamos que la asistencia a los espectáculos está limitada por las restricciones de movilidad entre los municipios.

Dos actrices de distintas generaciones deben interpretar a un mismo personaje. Inspirándose en una película de culto –'Eva al desnudo', de Mankiewicz– Pau Miró ha escrito una comedia desde la perspectiva actual. Ana Belén encabeza un reparto en el que se respira «complicidad» porque la directora, Silvia Munt, sabe muy bien lo que sienten las actrices. Mel Salvatierra interpreta a la joven que lucha por darse a conocer y Javier Albalá, Manuel Morón y Ana Goya completan el elenco. Los personajes son los mismos que en la película de 1950, pero, mientras en el cine queda claro quién es la mala, el teatro plantea que ambas actrices no deben ser necesariamente enemigas, sino que pueden aprender la una de la otra. Al fin y al cabo a ambas les afectará, aunque en distintos momentos de su vida, el rasero que mide la edad de las mujeres de forma diferente a la de los hombres.

Llega al Social Antzokia 'Madre coraje', la ambiciosa producción del Arriaga que se estrenó la pasada temporada a pesar de la pandemia. El sábado se representa la versión en castellano, con Itziar Lazkano al frente del reparto junto a Ane Pikaza, Eneko Sagardoy, Mikel Losada, Miren Gaztañaga, Iñaki Urrutia, Gabriel Ocina, Alfonso Díez, Idoia Merodio, Aitor Borobia, Adrián Garcia de los Ojos y Mikel Martínez. María Goiricelaya dirige el clásico teatral de Bertolt Brecht con una luz muy diferente a lo habitual. Frente a la imagen tétrica del campo de batalla que recorre Ana Fierling junto a sus hijos buscando cómo ganarse el sustento, predomina un blanco luminoso, metáfora de las guerras 'limpias' y tecnológicas de hoy en día.

Tampoco aparece el carro en que lleva sus cachivaches y que hasta ahora se ha utilizado en todas las versiones. Las mercancías se integran en el espacio escénico diseñado por José Luis Raymond, hecho con materiales como hierro y cemento con reminiscencias a la escultura vasca. También el texto usa un lenguaje más directo, se ha despojado de retórica para subrayar lo esencial: que esta guerra es atemporal, podría ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento, y nos interpela sobre nuestro instinto de supervivencia. La coreógrafa Eva Guerrero se encarga del movimiento escénico.

Si la intención de Brecht era hacer reflexionar al espectador, este montaje busca además romper esa coraza que nos lleva a contemplar con indiferencia las tragedias que consideramos lejanas. A ello contribuye la música, con la participación grabada del Coro Euskeria de la Sociedad Coral de Bilbao, dirigido por Urko Sangroniz.

El enfrentamiento entre Clara Campoamor y Victoria Kent, dos mujeres progresistas y republicanas, en 1931, al inicio de la Segunda República, hizo historia. La primera era una firme defensora del voto femenino, la segunda pensaba que antes había que reeducar a una población ignorante y sometida a la influencia de la Iglesia.

La obra que estrenó Pabellón 6 en enero, dirigida por Ramón Barea con texto de Jerónimo López Mozo, vuelve a la cartelera tras su buena acogida en octubre. No solo merece la pena por el marco histórico, sino por la personalidad de estas dos mujeres a las que la vida trató de forma muy diferente. La obra mezcla espacios y tiempos, realismo y farsa, diferentes edades de un mismo personaje, a través de cinco encuentros apócrifos. Irene Bau y Juana Lor convencen con su interpretación de estas dos mujeres inquietas y discrepantes, que acabaron unidas en su condición de exiliadas.

Esta semana vuelve al Euskalduna 'De Bilbao ¡¡Ahivalaostia!', el espectáculo creado por Gorka Mínguez a partir del libro homónimo de Tomás Ondarra. Por este cabaret txirene desfilan la cuadrilla, el txikitero, Marijaia, la loca de Arriquibar, Tonetti, el Gargantúa, el Athletic... todo tiene su sitio en esta «bilbainada rotunda», un monólogo de Gorka Mínguez acompañado al piano por el músico y actor Yeyo Bayeyo. Se estrenó con éxito a finales de enero y ahora vuelve al Euskalduna, accesible también para los espectadores de municipios limítrofes con Bilbao.

Las condiciones son muy duras. Pero de la misma forma que las flores también crecen en las grietas del asfalto, la música se abre paso entre las restricciones para ofrecerse a los aficionados. Y esta recta final de la semana es muy especial. Hay una oferta espectacular. Directamente, una sobredosis de belleza. Sobredosis sin efectos secundarios.

Para empezar, hoy mismo, un gigante en la Sociedad Filarmónica. Grigory Sokolov, el pianista de los pianistas, que convierte cada concierto en un acontecimiento. Muchos aficionados se quedaron sin poder escucharlo el pasado verano, cuando estaba previsto que actuara bien cerca. Ahora lo tienen al lado de casa.

Sokolov ganó el premio Chaikovski cuando aún era un adolescente, pero su carrera internacional tardó bastante en despegar. Sin embargo, lleva mucho tiempo siendo uno de los grandes. A los 70 años, quizá no tenga la popularidad mediática de otros –apenas concede entrevistas, es muy reacio a aparecer en ningún lugar que no sea un escenario– pero su nombre suscita admiración entre sus colegas.

En el escenario de la Sociedad Filarmónica tocará hoy cuatro Polonesas de Chopin y los Diez preludios op. 23 de Rachmaninov. Pero todos los aficionados saben que, con frecuencia, las 'propinas' de Sokolov pueden ser casi tan largas como el programa oficial. Si se encuentra a gusto en la sala sus conciertos son muy largos, para disfrute de los asistentes.

La propuesta que pone el Arriaga en cartel es una muestra inequívoca de lo que es multiculturalidad. El compositor iraní residente en Múnich Arash Safaian tomavarias obras de Johann Sebastian Bach y las pasa por el tamiz de un lenguaje moderno hasta convertirlas en cinco conciertos para piano, vibráfono y orquesta de cuerda. ¿Y cómo suena Bach? Pues magnífico. Diferente y al tiempo inequívocamente Bach.

Safaian se atreve con un repertorio que muchos consideran sagrado, pero lo hace con talento y respeto, y con imaginación. Puede que los puristas se echen las manos a la cabeza, pero en los tiempos que corren no deberíamos renunciar a conocer estas versiones. El tiempo dirá si se suman al repertorio o no. De momento, disfrutemos con ellas. Un dato: el proyecto ganó el premio Echo Klassik 2017.

La ABAO se ha visto obligada a suspender tres títulos de su temporada pero se ha reinventado para hacer cosas diferentes y mantener encendida la llama de la lírica en Bilbao. Con grandes dificultades, hay que añadir, porque sobre la marcha ha tenido que cambiar el recital previsto para este sábado.

Quien subirá finalmente al escenario del Euskalduna será la mezzosoprano georgiana Anita Rachvelishvili, cuya voz destaca por una potencia singular. Considerada la mejor cantante verdiana del momento, su nombre saltó a la fama cuando Daniel Barenboim, que entonces era el director de La Scala de Milán, la eligió para una 'Carmen' que iba a abrir la temporada. Lo de que fuera la cantante más joven que jamás había inaugurado el curso llamó la atención en el primer momento. Pero cuando los aficionados milaneses la oyeron cantar olvidaron enseguida ese detalle. Su interpretación, y las que siguieron luego por todo el mundo, quedaron grabadas a fuego en su memoria.

A Bilbao traerá una serie de canciones rusas, eslavas y españolas (Falla) para en la segunda parte repasar las arias para mezzosoprano más célebres del repertorio. En el programa no figura la 'Habanera' de 'Carmen', pero según sugería en una entrevista publicada por EL CORREO el pasado domingo no desesperemos: habrá sorpresas, decía con picardía.

Renaud Capuçon es un violinista ya muy conocido por aquí, y ha grabado también un puñado de discos, de manera que su manera de tocar resulta familiar para los aficionados. Por eso probablemente el mayor interés de los aficionados en el concierto de la Filarmónica para el miércoles 3 está en su acompañante: la pianista italiana Beatrice Rana. Estamos ante una artista nacida en el sur del país, lejos de los grandes centros musicales, que procede de una familia muy vinculada al piano. Tanto que, como le sucedía a Daniel Barenboim, de niña pensaba que todo el mundo tenía un piano en casa, y además sabía tocarlo.

Los críticos destacan en esta joven que acaba de cumplir 28 años su exquisita naturalidad. No hay en su manera de tocar amaneramiento alguno, ningún artificio. En un mundo, el de la clásica y el mundo en general, dado al espectáculo, eso es una rareza admirable.

El programa del dúo es exigente. Prokofiev y Schumann lo son siempre, por razones bien distintas. Pero precisamente por ser tan diferentes permitirán a ambos músicos mostrar su gran potencial.

Estos días la cosa va de danza urbana, entendida de maneras distintas. Hace mucho que esta expresión artística está metida en las salas, en las aulas, en los teatros, y las dos citas de mañana sirven para ver cómo va evolucionando.

Primera: en Galdakao, con Proyecto Larrua, que fusiona la danza contemporánea y el break dance gracias al empeño de Jordi Vilaseca y Aritz López –los dos impulsores de una historia a la que invitan a participar a muchas otras personas de distintos orígenes a su sede de Vitoria-Gasteiz–. A Torrezabal Kultur Etxea acuden con 'Baserri', la pieza por la que fue candidata a los Max 2018 y con la que hacen un viaje a su manera por la cultura vasca y sus tradiciones.

Segunda: en Santurtzi, con los Brodas Bros. Aquí hemos hablado mucho de ellos, sobre todo de sus colaboraciones con compañías vascas. 'Around the world' habla de sí mismos, de su propia trayectoria, esa que los ha llevado por todo el mundo y los ha puesto en contacto con tantísimas visiones distintas de la danza y de la vida. En vez de 'souvenirs', Pol y Lluc Fruitós, Berta y Clara Pons y Marc Carrizo se traen movimientos, influencias, nuevas ideas. Aquí nos lo bailan ayudados, de paso, por toda la tecnología a su alcance (mapping, proyección interactiva, láser).

Alex Reynolds nos propone otra forma de mirar y gozar de la obra audiovisual.

Hay otro cine y, por tanto, una manera diferente de contar. No hablamos de formas alternativas, sino de diferentes formas de explorar la comunicación audiovisual. Las piezas de Alex Reynolds cuestionan el lenguaje visual tradicional y nos demandan un tiempo diferente y una actitud activa para gozar de su peculiar narrativa. La exposición 'Hay una ley, hay una mano, hay una canción», abierta en la sala Film&Video del Museo Guggenheim, nos permite conocer la creación de esta videoartista bilbaína radicada en Bruselas.

Nos sentamos, observamos, establecemos vínculos a partir de diferentes estímulos y creamos nuestro propio relato. Sus producciones no se basan en una narrativa tradicional, no persiguen que el espectador se deja atrapar por un argumento, sino que aspiran a que él mismo estructure una historia particular a partir de elementos tan básicos como el sonido y la imagen

La capacidad de evocación resulta clave para disfrutar de propuestas como su vídeo 'La mano que canta'. Así, las cadencias del ruido nos sugieren ritmo y cierta musicalidad, mientras que la imagen nos conduce de un lugar a otro, simplemente por esa facultad para activar nuestra memoria. La película 'Palais', por su parte, puede revelar nuestros miedos en ese deambular por ese edificio inmenso que también parece hablar de la relación entre el ciudadano y el poder.

La muestra se completa con 'Justine', una sencilla instalación que, una vez más, incita la imaginación. Se trata de un diapasón que vibra para reproducir el tono de voz de una persona conocida de Reynolds. Como ocurre en toda su obra, la realidad siempre parece estar en otra parte, en aquella que nosotros conformamos a partir de lo que ella nos ofrece, como siempre sucede en el arte con mayúsculas.

Shinova presenta en sociedad su nuevo disco este sábado. 'La Buena Suerte', producido por Manuel Colmenero, coquetea con las melodías electrónicas y hasta se atreve con el folk. Todo ello sin perder una de sus principales señas de indentidad: unas letras cuidadas hasta el extremo.

El quinteto ha adelantado ya en forma de single seis de las once canciones que conforman el disco. Estribillos llenos de fuerza y con un mensaje bastante optimista. Destacan por sí solos títulos como 'Te debo una canción', 'Gigantes' e 'Ídolos', su primer y pegadizo sencillo. Su último videoclip, 'La sonrisa intacta', lo han presentado este mismo miércoles.

El suyo es el concierto más atractivo de la semana, eso sí, con el permiso de Mikel Erentxun, que actúa este viernes en la Sala BBK. Shinova recalará en la sala Santana 27 de Bilbao este sábado, seis días después de haber acabado con su sequía de siete meses sin tocar en directo. Rompieron el hielo con un bolo en Vitoria con las entradas agotadas.