El triunfo de la libertad
La victoria de Díaz Ayuso abre a los vascos una oportunidad para desbancar al nacionalismo por la vía del voto y la palabra
Hay victorias que son más que meras victorias. La de Isabel Díaz Ayuso frente a la entente de izquierdas auspiciada por el PSOE ha sido ... uno de esos éxitos que trascienden circunscripciones y ámbitos electorales.
Su éxito es de esos acontecimientos políticos que, tan pronto como se producen, despiertan la voluntad para lanzarse camino de otros éxitos. En su lema, en su campaña y en su victoria se han concentrado también las aspiraciones de miles de españoles que no estamos dispuestos a seguir soportando el peso de la incompetencia del Gobierno de Sánchez, auspiciado por la extrema izquierda, el nacionalismo y los herederos de ETA.
En el País Vasco algo sabemos de luchar por la libertad. Con ETA disuelta, la libertad como valor general ha quedado a resguardo; ahora hay que recuperar las libertades concretas y cotidianas, grandes o pequeñas, pero irrenunciables. Eso ha hecho Isabel: defender la libertad frente al caótico intervencionismo burocrático que el Gobierno pretende.
Con su victoria, Isabel ha mostrado y demostrado que es posible afianzar alternativas políticas y de gestión frente a los poderes sobrevenidos que hoy gobiernan en España y en el País Vasco. Frente a Sánchez, el estilo Ayuso; frente a su socio Bildu, la fuerza Ayuso; frente al nacionalismo obligatorio del PNV y el chantaje permanente al que somete a todos los españoles, el carácter Ayuso.
Aquí hemos tenido que soportar un año y medio de nefasta gestión del Gobierno vasco. Su incompetencia no ha conseguido frenar el virus, sólo enterrar bajo los escombros del mito caído del oasis vasco el porvenir de miles de familias que a cambio de cumplir con lo que el lehendakari Urkullu les exigía sólo han recibido ruina y depauperación.
El virus disparado y sufriendo unas durísimas restricciones a derechos fundamentales como el de movilidad. ¿Por qué Madrid, con menos restricciones, está mejor que nosotros? El Gobierno de PNV y PSE-EE tiene más competencias y margen de acción mucho más amplio que Ayuso y su equipo, así que no sirve la comparación victimista. ¿Por qué, entonces?
La diferencia principal es que los madrileños tienen un Gobierno responsable, liderado por una presidenta valiente, arrojada y capaz de echarse la responsabilidad a sus espaldas. Aquí, sin embargo, un Ejecutivo autonómico instalado en la parálisis de la que sólo despierta para alimentar sus obsesiones nacionalistas y divisorias o intentar tapar los casos de corrupción y mala gestión.
La realidad, aunque pueda sonar duro, es que al PNV le da igual. Llevan tantos años instalados en el poder que han pensado que les pertenece. Y como creen que no abandonarán nunca sus poltronas, ¿para qué esforzarse si es más fácil decir que la culpa es de Madrid, del Gobierno central, al que soportan en el poder? Además, en caso de que se complique el horizonte electoral, siempre pueden echar mano del PSE, que tan servicial y calladamente se está prestando a aguantar este sinsentido de Gobierno.
El Gobierno central, esa perversa mezcla de sanchismo, nacionalismo e izquierda extremista, juega con la idea de inevitabilidad, como si no hubiera nada más, salvo ellos. Y Madrid les ha demostrado que no es así; que están Ayuso, Pablo Casado y el Partido Popular, dispuestos a pugnar contra su arsenal de mentiras.
En el País Vasco tenemos que hacer frente, además de a esa red de mentiras sanchistas, a la del PNV. Un PNV cuya falta absoluta de rigor ha llevado a nuestra tierra a una situación económica, social y política límite. Los vascos no estamos dispuestos a que jueguen con nuestro futuro ni con el de nuestros hijos. Estamos hartos de corrupción, de divisiones, de mentiras y mala gestión; de que nos engañen con sus mitos de oasis vascos que sólo existen gracias a los clientelismos que alimenta el nacionalismo.
La victoria de Ayuso nos ha insuflado ánimo para continuar con nuestra labor de oposición y de refortalecimiento de la alternativa política responsable que el País Vasco necesita. Como la ganadora en Madrid, aquí también hay que defender la libertad, que en nuestra comunidad significa ir como David contra el Goliat nacionalista y abertzale. En Madrid, Isabel ha demostrado que es posible vencer a la apisonadora del sanchismo; nosotros, a demostrar que es posible frente a la del nacionalismo. Nuestro camino no es el que marca el PNV, sino el que andamos junto a los ciudadanos
Hay victorias que son más que meras victorias, que traen consigo un punto de inflexión a partir del cual todo cambia y se abren oportunidades antes ocultas. La de Isabel Díaz Ayuso es una de esa clase: con su arrollador éxito se nos ha abierto a los vascos una oportunidad para desbancar al nacionalismo por la vía del voto y la palabra; de la convicción y la responsabilidad, y ganar aquí la libertad plena de la que aún carecemos.
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