La cultura de la logística, la gran olvidada de la empresa

Las empresas de hoy en día, y las del futuro, se enfrentan al desafío de conseguir avanzar al mismo ritmo que la transformación digital del 'e-commerce' si quieren aprovechar las oportunidades que surgen con él y lograr ser competitivas.

La globalización y la liberalización comercial han provocado que las empresas, por pequeñas que sean, tengan que competir a nivel internacional. Por eso, su éxito o fracaso depende más que nunca de la logística y el transporte. Sin embargo, son pocas aún las empresas que disponen de una cultura logística adecuada y completa.

La logística debe formar actualmente parte de la empresa, debe situarse en el centro del negocio junto al cliente, puesto que la satisfacción del consumidor moderno depende en gran medida de la logística. En este momento, la logística puede ser la clave competitiva y diferencial que destaque a un negocio respecto a sus competidores.

Es indispensable contar con una buena cultura de transporte y logística arraigada en la empresa, pero son pocas las organizaciones que tienen conciencia de todas las áreas involucradas en los procesos logísticos, y menos aún, sobre cómo lograr su optimización.

Las empresas deben implementar y desarrollar una cultura logística. Toda la organización debe conocer e involucrarse en los objetivos y pormenores que propiciarán el cambio cultural logístico. Desde la cúpula de las empresas se debe fomentar el cambio cultural hacia una planificación logística estratégica. Los líderes deben crear, fomentar, compartir y promover esa cultura logística dentro de la empresa.

Todo cambio cultural comienza con un proceso de innovación y las empresas no deben resistirse a esta modernización para mejorar sus dinámicas logísticas. Conocer a fondo los factores que intervienen en su desempeño, así como identificar las áreas de oportunidad de mejora, permitirá a las empresas lograr una mayor eficiencia en sus operaciones.

Existe ya una brecha significativa entre las empresas que realizan prácticas logísticas organizadas y las que no las han implementado aún, y esa brecha sigue creciendo a un ritmo vertiginoso. Las sociedades deben integrar los conceptos logísticos en su cultura corporativa, puesto que su presencia en el mercado dependerá en gran medida de la optimización de sus procesos.

La relevancia de la gestión logística y de la cadena de suministro en las empresas ha motivado que muchas compañías que buscan ser competitivas hayan migrado de unas estructuras operativas departamentales a procesos logísticos integrados dentro de su organización. Unos procesos logísticos integrados y digitalizados que permiten una logística más eficaz, conectada y capaz.

La aplicación de la tecnología en la logística y transporte ha ido creciendo en importancia y hoy en día es la principal impulsora de la productividad y la rentabilidad. Al integrar y automatizar los procesos logísticos se aumenta la eficiencia.

El hecho de poder realizar una trazabilidad de las mercancías a lo largo de todas las etapas de la cadena de suministro otorga un mayor control de la situación y un mayor margen de rapidez de actuación para solventar las incidencias.

Las empresas que quieran mantenerse y crecer en un mercado cada vez más competitivo deben fomentar su cultura logística e integrarla dentro del propio desarrollo de su negocio, incorporando las últimas tecnologías disponibles.

Como profesional de este sector, me gusta estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías aplicadas a la logística y pienso que resulta imprescindible. Porque solamente aquellas empresas que en un futuro incluyan en su estrategia de negocios este gran conocimiento sobrevivirán y se diferenciarán de la competencia.