El 'escape room' del trabajo
Vacaciones, jubilación e ingenio como puntos de fuga
Mi compañero de trabajo, Jonan, se jubiló hace unas semanas. Poco antes, lo hizo Sara. Ahora, él sonríe de oreja a oreja desde Australia, de ... viaje con amigos. A ella la imagino disfrutando en Gorliz. Cuando vienen a despedirse, suelen emocionarse. Es un gran cambio. Quienes nos quedamos, además de echarles de menos, les envidiamos. Nadie quiere que el reloj de arena se acelere y tener más años de golpe, pero la mayoría anhelamos esa libertad que da el fin de la etapa laboral. Una jubilación que otras generaciones vemos alejarse poco a poco. De seguir así, no estaremos en condiciones para ir a Australia. Nuestro mayor viaje será el del propofol de la colonoscopia. Cuentan que no es un mal viaje.
Mala señal tanto anhelo por la jubilación. Excepto por parte de ese 2,4% que considera que su bienestar corporativo es sobresaliente o ese 21,7% que lo califica de notable, según el Estudio Bienestar 2025, cuyo resultado principal es que en España apenas se supera el aprobado en cuanto a bienestar laboral. Las mejores valoraciones, en Baleares y Extremadura. Las peores, en el País Vasco.
Las vacaciones de verano son otro punto de fuga del 'escape room' laboral. Necesitamos el descanso, la desconexión, cambiar de aires y rutinas. Dejar lo malo atrás y no llevarnos al pueblo, a la montaña o a nuestras islas soñadas lo que nos atormenta. Aspiramos a una fuga top cinco estrellas. Si metes un buen libro en la maleta, epìtome de la evasión por excelencia, puntúa doble.
De las vacaciones hay que volver. Es solo una fuga temporal. Así que toca aguzar el ingenio para que el regreso sea llevadero. Hay quien lo consigue con un trabajo 'side hustle', es decir, una actividad adicional a tu trabajo principal aprovechando las oportunidades que ofrece el entorno digital. Este emprendimiento digital, si te sale bien, te permite obtener unos ingresos extras, desarrollar nuevas habilidades y explorar nuevas oportunidades laborales. Y si te sale extraordinariamente bien, como a Paula Pant, un caso de éxito conocido en el que pasó de ingresar 21.000 dólares a 520.000, tu fuga se puede considerar una victoria nivel Edmundo Dantés.
Mi duda con los 'side hustles' es si no será otro caso de miseria envuelta en palabra 'cool', al estilo de 'coliving', por ejemplo, y la famosa Paula Pant, un unicornio. En cuanto a las organizaciones y empresas, ¿qué dice de ellas que las personas empleadas busquen fuera lo que no les dan dentro? Véase, un salario digno, desarrollo profesional y una cierta dosis de pasión por lo que hacemos.
Hay fugas que si no eres una observadora avezada ni las notas. Me refiero al 'quiet quitting' o esa renuncia silenciosa por la que optan todas aquellas personas trabajadoras que deciden no hacer ni un milímetro más de lo que su contrato exige. No se involucran ni aportan ningún extra. No es una desmotivación pasajera sino una decisión consciente para protegerse y cuidar de su salud mental. Pero, ¿de dónde surge este fenómeno que según Randstad está cada vez más presente en las empresas? Hay diversas causas, como la falta de reconocimiento, la sobrecarga de trabajo, pocas oportunidades de desarrollo profesional, liderazgos autoritarios o poco empáticos…
En un 'escape room' gana quien resuelve el enigma y escapa del encierro antes de que expire el tiempo. Pero, en este caso, también las entidades empleadoras tienen un acertijo que resolver: ¿qué vamos a hacer para retener el talento? Según datos del Eustat, en el último trimestre la tasa de paro descendió en Euskadi hasta el 5,7% y se situó por debajo de las medias nacional y europea. Rozando el pleno empleo. Y eso obliga a las empresas a ponerse las pilas y exhibir su plumaje para conseguir el 'match' del Tinder laboral.
No se trata solo de ofrecer un empleo, sino de que este sea atractivo, con propósito y unos valores que sintonicen con los tuyos y que te permita un crecimiento profesional y salarial, además de una conciliación con tu vida personal. ¿Y si cambian las tornas y son las personas candidatas quienes hacen el 'casting' a las empresas? En algunos sectores ya está pasando.
Mientras oteo el horizonte gaditano, mi personal punto de fuga, recuerdo aquel trabajo en el que un grupo considerable de personas vivimos nuestra etapa laboral más feliz. Bullía la creatividad, el compañerismo, el trabajo con rigor y alegría, todo ello capitaneado por un líder que, con aparente sencillez y sin necesidad de aparatosos 'team buildings' ni 'paintballs', creó un ecosistema que nunca olvidaremos. Es posible. Hace unos años le hicimos un merecido homenaje sorpresa. Gracias, Iñaki Mokoroa, por aquellos años.
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