
Las mágicas 72 horas
No nos ayuda la falta de costumbre de pensar en cómo afrontar lo que podría pasar
Koldo Iturriagagoitia
Periodista, experto en supervivencia y 'bushcraft'
Miércoles, 9 de abril 2025, 00:03
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Koldo Iturriagagoitia
Periodista, experto en supervivencia y 'bushcraft'
Miércoles, 9 de abril 2025, 00:03
Dice un refrán chino: «Excava el pozo antes de que tengas sed». La noticia de que la Unión Europea propone a cada Estado miembro que ... elabore un 'kit de emergencias' para su ciudadanía que le permita resistir en su casa 72 horas ha hecho saltar todas las alarmas. ¿Viene una guerra?¿Otra pandemia? Hemos olvidado las inundaciones que asolan el norte, el sur, el este y el oeste, el terremoto de Lorca, la dana en Levante, el volcán de La Palma, la borrasca 'Filomena', los incendios que año tras año arrasan de esquina a esquina la península …será porque no se producen emergencias que tenemos que pensar en los tanques rusos entrando por Irún o el misil nuclear en Mallabia.
Mantengamos la calma. Siempre. En supervivencia el primer paso es calmarse. El segundo, pensar. Los 'preppers' (preparacionistas, los que se pasan la vida preparándose para un apocalipsis) yanquis, auténticos profesionales, y siempre tan gráficos, dicen que, cuando llegue el 'Wshtf', siglas de 'When Shit Hits the Fan' (cuando la mierda alcance el ventilador) o sea, la emergencia, hay que tener la cabeza fría, las ideas claras y los planes (en plural) a mano. Y de momento esos conceptos nos valen.
¿Cuál es el mensaje entre líneas de la Unión Europea? La UE nos dice: 'Los tiempos están cambiando, no podemos llegar a todo y necesitamos de la colaboración ciudadana para afrontar esos cambios. Si nos dan esas 72 horas cuando haya una desgracia quedándose en casa, no atascan las carreteras, no arrasan las tiendas buscando agua y comida o saturan los servicios de urgencia, en breve verán a nuestras queridas tropas/policía/ambulancias/responsables políticos acudir en su ayuda silbando con orgullo el himno de Europa y repartiendo comida, agua y wifi con alegría'. Eso, y vamos a meter un dineral en armamento por vuestra seguridad, es su mensaje.
Al margen de maniobras e intereses políticos, 'vamos a ser prácticos y hacer lo que, posiblemente, otros no hagan: vamos a mirar por nosotros y nuestros seres queridos'.
«Desgraciadamente, la perdición del hombre es el olvido», decía Merlín en la película 'Excalibur'. No está tan lejos en el tiempo cuando nuestros padres y abuelos, supervivientes de una guerra o de una posguerra, siguiendo unas costumbres aún arraigadas en las zonas más rurales, contaban siempre en casa con excedentes de comida, agua, la radio que no faltaba en la cocina, pilas y velas, lejía (ese producto entre repelente y desconocido pero que con unas gotas nos purifica el agua), una caja de herramientas y por supuesto, un botiquín con las medicinas necesarias. Realmente eso, con un par de retoques actualizados, y lo que naturalmente tenemos en casa, como mantas o bolsas de basura, linternas, una batería para cargar el móvil, algo de dinero y ya tienes un kit de emergencia. ¿Mejorable? Sí, seguro. ¿Suficiente? Para 72 horas sí.
Pero no confundamos, no es lo mismo un kit de emergencias para estar en casa 72 horas hasta que se recuperan los servicios que una mochila de 72 horas, pensada para huir de casa y aguantar esas 72 horas fuera, esa es otra historia. Y mucho más compleja de lo que los gurús de turno quieren contar. Comencemos por el kit casero, y ya se verá si damos un segundo paso, y cuándo. No es nada abusivo, mi socio vive en Florida (EE UU), un país moderno y supuestamente desarrollado, y con cada huracán amortizan ese kit de emergencias.
Esa falsa sensación de seguridad en la que vivimos no es buena. Igual que depender para todo del móvil no nos hace más inteligentes sino todo lo contrario; de hecho, cada vez memorizamos peor. Esa falta de costumbre de pensar en lo que podría pasar, y lo que se necesitaría para sobrellevarlo, no nos beneficia. Estamos mal acostumbrados a la ayuda de papá o mamá Estado, lo que se agrava por una cultura de la inmediatez (quiero algo y en un día lo tengo).Cualquier desajuste/emergencia nos traerá, más tarde o más temprano, problemas. Entre los 'preppers' se dice que una semana es el tiempo que nos separa de la caída de la civilización, que es el tiempo que duran de media los productos en un supermercado sin ser reabastecido. Un pensamiento tal vez simplista pero la capacidad para buscar alimentos de nuestra población hoy en día es casi prácticamente nula.
Resumiendo, tranquilidad y pensemos fríamente. Reunamos ese pequeño lote de productos que siempre vienen bien y reflexionemos: ¿qué puede pasar donde vivo si se va la luz durante días? ¿qué haría yo? De ese juego mental seguro que salen planteamientos interesantes, y planes . Ojalá nunca hagan falta, pero como ejercicio mental es sano.
Por cierto, el auténtico 'prepper' nunca dice que lo es, desconfía de quien dice serlo y sale dando consejos.
Koldo Iturriagagoitia se ha formado en escuelas de supervivencia de España, Asia y EE UU desde hace más de 25 años. Preside la Asociación vasca de 'bushcraft' y es formador.
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