Las mujeres renuncian: ¿se agota la gestión del talento?
Pese a haber alcanzado posiciones de liderazgo en empresas, un porcentaje alarmantemente alto de trabajadoras las abandona
Ana Andueza
Presidenta de la asociación Professional Women Network, PWN
Sábado, 12 de julio 2025, 01:42
Estamos asistiendo a una grave polarización del discurso en materia de igualdad, con sectores y empresas retrocediendo a marchas forzadas en sus políticas de igualdad ... y diversidad (el famoso acrónimo DEI: Diversidad, Equidad e Igualdad), ante el avance del contra-movimiento woke, (woke enfatiza la lucha contra las injusticias sociales, en particular en lo relacionado con la comunidad LGTBI, la discriminación racial y la igualdad de género).
El excesivo foco en generar argumentos contra las políticas de igualdad limita un análisis sosegado de la realidad y, en cierta manera, nos impide cuestionarnos por qué la mujer sigue sin ocupar posiciones de liderazgo, y por qué está ocurriendo lo que McKinsey ha denominado la 'gran renuncia' de mujeres en puestos directivos. A pesar de haber alcanzado posiciones de liderazgo en las empresas, un porcentaje alarmantemente alto de mujeres están decidiendo abandonar sus compañías. Adiós, hasta aquí he llegado.
Un estudio de McKinsey realizado en 2023, basado en encuestas a más de 27.000 personas y 270 líderes senior, revela que, por cada mujer que asciende a niveles directivos, dos deciden renunciar. Y no lo hacen por falta de capacidad o preparación para asumir roles de responsabilidad, sino por razones vinculadas a una cultura empresarial donde los roles de género aún les impiden desempeñarse en igualdad de condiciones con sus homólogos masculinos.
Entre las principales razones de esta renuncia destacan:1. Microagresiones y sesgos inconscientes. Muchas mujeres líderes se enfrentan a entornos laborales hostiles o desalentadores, donde su autoridad es cuestionada con mayor frecuencia.
2. Desigualdad y falta de reconocimiento del trabajo extra. Las mujeres tienden a dedicar más tiempo a promover la diversidad y el bienestar de los empleados, pero estos esfuerzos no suelen ser valorados en las evaluaciones de desempeño.
3. Sobrecarga y agotamiento laboral. Reportan niveles más altos de estrés que los hombres, en parte porque asumen más responsabilidades adicionales sin compensación.
4. Falta de flexibilidad laboral. A pesar de que la pandemia impulsó el teletrabajo, muchas empresas han retomado modelos rígidos que dificultan la conciliación laboral y familiar. Según un estudio de Deloitte, el 60 % de las mujeres en altos cargos considera que la falta de flexibilidad es una razón clave para dejar sus empleos.
Ante este panorama, muchas mujeres optan por explorar sectores con culturas más inclusivas, donde su talento sea valorado sin las barreras estructurales que enfrentan en sus anteriores empresas. Otras, en cambio, deciden emprender como alternativa.
Lo preocupante no es la decisión individual de estas mujeres, sino las consecuencias para las empresas: la pérdida de talento y el fracaso que supone prescindir de profesionales clave que han sido formadas para generar valor en la organización. Tampoco podemos ignorar el impacto social. Si una parte importante de la sociedad se siente decepcionada por la falta de empatía y capacidad de adaptación de las empresas, preferirá marcharse antes que aceptar un modelo que no comparte. Esta cuestión no es exclusiva para las mujeres, las generaciones más jóvenes valoran altamente las culturas flexibles y empáticas, por lo que el riesgo es aún mayor, con un amplio grupo de jóvenes profesionales a los y las que el liderazgo, en estas condiciones, no les motiva. El año pasado, se superó el récord de dimisiones, con más de 10.000 personas que alegaron agotamiento para dejar su trabajo. Esta 'gran renuncia' en puestos de dirección es una señal de alerta. Requiere una respuesta rápida y decidida. Es imperativo que trabajemos por entornos libres de sesgos y estereotipos, que limitan el desarrollo de modelos de pensamiento diversos. Libres de polarización en torno a la igualdad y la diversidad. Libres de consignas sin fundamento científico o económico, que alimentan la idea errónea de que la diferencia es sinónimo de debilidad o falta de mérito.
Desde PWN Bilbao, asociación comprometida con el liderazgo equilibrado de género, abogamos por actuar con determinación desde la alta dirección de las empresas. Es fundamental identificar resistencias al cambio y establecer planes de gestión que incluyan el diálogo intergeneracional e intergénero.
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