La nueva Bola de Cristal
Todos los emprendedores del mundo pueden desarrollar tecnología basada en la Inteligencia Artificial generativa
Ainhoa Lete, Pilar Kaltzada, Josu Ugarte y Guillermo Dorronsoro
Jueves, 26 de junio 2025, 00:03
Algunos recordarán un original programa de los años 80 protagonizado por Alaska y unos guiñoles llamados los Electroduendes. Formaba parte de su banda sonora una ... canción llamada 'Abracadabra', que decía: «Te sientas enfrente y es como el cine, todo lo controla, es un alucine. Es como un ordenador personal, es la Bola de Cristal».
Hoy en día, tenemos una nueva Bola de Cristal: la Inteligencia Artificial (IA). Una bola potenciada por las nuevas infraestructuras cuánticas descritas en el cuarto informe de Zedarriak. En Europa, numerosas empresas ya habían incorporado a sus productos algoritmos de IA basados en redes neuronales. Pero el salto que proporcionaba la IA generativa supuso, en general, una sorpresa.
La aparición de ChatGPT en noviembre de 2022 fue un 'momento Abracadabra' en el que descubrimos las posibilidades que se abrían tras un simple 'prompt': una tecnología a nuestro alcance como usuarios, pero cuyo desarrollo quedaba fuera de nuestras posibilidades. También en China compartían la misma frustración. Una vez más, Estados Unidos había tomado la delantera de forma implacable. Había creado una bola de cristal con un superpoder: quien la tuviera sería capaz de tomar mejores decisiones de forma más rápida.
Se pensó que podía ser el principio del fin de las pequeñas 'start ups' tecnológicas europeas que sobreviven con pocos medios, un mercado fragmentado y mucha creatividad. Pero, afortunadamente, el conocimiento se abrió camino. Meta publicó en febrero de 2023 su modelo Llama en código abierto. Y la bola de cristal tuvo la oportunidad de ser replicable.
Dos años después, en un recién estrenado 2025, mientras redoblaban los tambores en Donostia, la compañía china Deep Seek lanzaba un modelo equivalente a ChatGPT de bajo consumo y en código abierto y Donald Trump asumía la presidencia de Estados Unidos.
No hay bola de cristal capaz de predecir lo que hemos vivido desde entonces. Hemos sido testigos de una partida de ajedrez en la que un extremo jugaba de forma errática. Escenarios imposibles de predecir por poco probables.
Cuando ocurre lo impredecible, hay capacidades que se manifiestan como esenciales: manejar la presión, trabajar en equipo, ser resilientes, aplicar disciplina inteligente y contar con líderes con valores.
La mochila de supervivencia de la que se ha hablado tanto en los últimos tiempos es un buen ejercicio de planificación individual y colectiva para ordenar el pesimismo.En un mundo donde el éxito se mide por 'likes', donde un algoritmo puede dejar sin luz durante horas a millones de personas, quizás debamos preguntarnos qué es lo verdaderamente crítico e indispensable: aire respirable, agua, alimentos, energía, transporte, sanidad, comunicaciones, seguridad, liquidez, trabajo, educación, alianzas.
Debemos dominar el arte de hacer preguntas. De ello depende la calidad de las respuestas de la bola de cristal.
Cuando surgió Deep Seek, nos vino a la mente la canción interpretada por Alaska: «¿Qué tiene esta bola que a todo el mundo le mola?». Se trata de una bola de bajo consumo y replicable. Es decir, todos los emprendedores del mundo pueden desarrollar tecnología basada en Inteligencia Artificial generativa desde un punto de partida similar. Íbamos rezagados en esta carrera, pero Deep Seek regaló a Europa una nueva oportunidad. ¿Qué haremos para aprovecharla?
Mientras escribimos estas líneas soñamos con que quizás haya, en algún lugar de Euskadi y en otros muchos de Europa, emprendedores aprovechando el código abierto de Deep Seek y pensando en nuevas ideas, nuevas aplicaciones como respuesta a buenas preguntas.
Hacen falta grandes dosis de creatividad, iniciativa, inteligencia, curiosidad y energía. Conocemos a algunos de estos emprendedores. Los hay de todas las edades. Parecen infatigables. Pero debemos cuidar de ellos. Son una especie en extinción afectada por todo tipo de amenazas que van desde la excesiva regulación a la pereza.
A veces nos levantamos pensando que la mediocridad se extiende como una mancha de aceite por todo el planeta. Es reconfortarte comprobar cómo en algunos lugares del mundo, esta vez en China, con medios asequibles, surge una jugada maestra.
Si la Inteligencia Artificial es la Nueva Bola de Cristal, ¿qué pasa con la Bruja Avería, una de las protagonistas del programa? Sigue en plena vigencia. Se manifestó el 28 de abril en forma de apagón. Por eso conviene recordar el estribillo de una canción de los Electroduendes que podría abrir una conversación en cualquier sentido sobre diferentes temas clave para Europa: «Oiga usted, no se ría de la bruja Avería».
El sueño europeo podría estar en peligro.
Hemos preguntado a la nueva bola cuál es su futuro, y su respuesta ha sido: «No está escrito. Depende de lo que nos preguntemos y hagamos hoy».
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