'The Spirit of Bilbao'
Los líderes ante la crisis ·
Hoy, 20M, es el 93 aniversario de un hito gigante en la Historia. En aparente desafío a la física, el ingeniero C. Lindberg, en su aparato 'The Spirit of St Louis', atravesó sin paradas los 6.000 kilómetros que separan Nueva York de París, en un evento que cambió para siempre nuestro destino. A pesar de la cobertura de prensa, nuestros jóvenes abuelos de 1927 no pudieron entender entonces la trascendencia de aquel acontecimiento. Hoy, 100.000 vuelos diarios nos trasladan de forma casi instantánea, según las métricas de aquellos jóvenes.
Hoy, 93 años después, cuarenta ingenieros, esta vez desde Bilbao, nos enfrentamos a otro récord: alcanzar por primera vez el espacio con una cámara de tecnología nacional, denominada iSIM, que con tan solo quince kilos ofrezca resoluciones de menos de un metro, superando supuestamente el límite de difracción de la luz, algo tan imposible como hacer volar cincuenta toneladas de hierros.
Curiosamente, iSIM verá un mundo diferente al previsto.
iSIM esperaba encontrar tráfico marítimo para analizar el impacto medioambiental de las trayectorias de los grandes buques; de las partículas sólidas en suspensión en las grandes ciudades; monitorizar el tráfico de camiones y automóviles; observar las masas de CO2 que origina la actividad energética e industrial.
No nos ha dado tiempo a contarle que existe el Covid, que nos ha hecho jirones nuestro empleo, familias e industria.
Este paréntesis es sin embargo único desde el punto de vista ambiental y debe ser aprovechado para entender mejor los fenómenos en el planeta. Dentro de muy poco, confiamos en que esta actividad volverá a reactivarse, las ciudades volverán a plagarse de emisiones, los cielos de aviones, las chimeneas de humos. iSIM será testigo de excepción de este despertar económico, que tanto necesitamos. Y podrá tomar buena nota de la evolución de parámetros clave como el NOx, Sox, CO2, aceite y plásticos en el mar, hasta que previsiblemente volvamos a la economía de régimen.
Buena ocasión para que los científicos reafirmen correlaciones entre actividades y valores medioambientales. En este contexto que esperemos no se vuelva a producir, las políticas ecológicas pueden aprovechar los hallazgos, afinarse en sus próximas ediciones, endurecerse, relajarse o transformarse.
Volveremos a la normalidad, nueva o vieja, y nos preguntaremos cómo será el mundo si iSIM nos da indicaciones para saber quién, dónde y cuántos plásticos se vierten al mar cada día; cuánta lluvia ácida genera la industria química o básica de terceros países; qué huella ecológica produce un 'reefer' en su paso por el estrecho de Ormuz; o dónde está apareciendo un florecimiento masivo de algas en el Mediterráneo.
Me pregunto cómo recordaran nuestros nietos en 2113 la importancia de aquel 20 de mayo en el que se lanzó al espacio la primera cámara submétrica 'made in Bilbao' cuando observen su planeta, protegido ya de la sinrazón humana por sistemas globales y ubicuos de observación, que respetan tanto la libertad del individuo y sus actividades como la ley que protege este planeta contra abusos que no podríamos permitirnos.