La resaca

Y Andreu se llevó a Pedro Almodóvar que, aunque no contó mucho, siempre viste un programa. Por supuesto no se obvió lo de tanta gente pasando ante las cámaras, un trasiego de hombres por los pasillos que aquello parecía un cine porno de los 80. Se hizo un 'sketch' justificando que el que pasasen tantas personas ante la cámara cuando esta estaba mostrando otras cosas era un efecto de la propia gala. Estaba preparado, argumentó Buenafuente. Una forma de justificar aquel desastre, como lo de los interminables agradecimientos, todos los años igual y es que no aprenden. Ningún espectador ni conoce ni le importa esos familiares, amigos y colaboradores de los premiados.

Pedro Almodóvar dijo una cosa muy sabia: «Hay que ser consciente de que lo que estás haciendo es un programa de televisión». Algo que el manchego tiene muy presente desde que en unos Oscar empezó a citar a todas las advocaciones marianas de Calzada de Calatrava y alrededores, y fue Antonio Banderas, cuando ya llevaba varios minutos con la lista, el que le arrastró fuera del escenario. 'Solo tenías 45 segundos', le dijo. Pedro Almodóvar lo recordó ante Buenafuente, y aprendió la lección. Ahora solo falta que la aprendan los ganadores de Goyas del año que viene. La Academia de Cine tendría que ser inflexible. Si se abriese una trampilla en el suelo y se tragase al que agradece como en '¡Ahora caigo!' sería la solución más eficaz para que la gala no sobrepasase las tres horas. Y Bop Pop tan lúcido como siempre. Un lujo sus comentarios.

La última parte de 'Late motiv' fue la habitual autopromoción de la cadena, con Susi Caramelo y Pepe Colubi (humorista de plantilla desde los tiempos del Plus) y el programa que rodaron en la sala de prensa ('Lo de los Goyas') que se habrá visto en la noche de este martes. Y Silvia Abril que estuvo junto a Andreu en la presentación volvió a salir en la despedida. Después, en 'La resistencia', más Goyas, con Enric Auquer. Una resaca de los Goyas más divertida que la propia gala.