Modo individual
País Vasco ·
Los hogares de gente que vive sola superan ya a los formados por parejas con hijosEl imaginario y el cancionero dibujan hogares vascos llenos de gente -aunque el aita y los hijos estén en la taberna- donde impera el matriarcado, ... el amor es extenso y contenido, los valores se transmiten silenciosos y la cocina funciona contundente e industrial, a todas horas, como una siderurgia suculenta. Bueno, olvídense. Las encuestas del Gobierno vasco son incluso más dramáticas que el cancionero y confirman que hoy, al abrir la puerta de un hogar vasco, lo probable es encontrar a una persona que vive sola y lo mismo está calentándose unos noodles precocinados mientras intenta elegir -lleva así dos horas- qué ver en Netflix. Estamos a punto de que necesite una nota aclaratoria el verso que escribió Philip Larkin hace medio siglo: «Curioso lo difícil que es quedarse solo».
Ya no es tan difícil. Por eso en el país de Larkin tienen desde hace casi una década un Ministerio de la Soledad. Ayer lo tiró por ahí la consejera Melgosa. «Euskadi es una sociedad moderna», dijo. Pero se le notó en el tono que esta vez no era un ditirambo sino un frío diagnóstico. En el País Vasco el 13% de la población vive sola. Los hogares unipersonales suben con fuerza y las familias con hijos caen en picado. Cada vez hay más hogares porque cada vez hay más hogares donde vive solo una persona. Mientras tanto, el frente de las familias nucleares se desploma: cada vez hay menos parejas, cada vez hay menos parejas con hijos y cada vez hay menos hijos por pareja. «Los valores han cambiado», explicó la consejera de Reto Demográfico, que quizá contemple contratar a San Judas Tadeo, siempre que tenga el PL3. A continuación detalló las consecuencias de este panorama, que afectan lo mismo a la natalidad que a la escasez de vivienda o a unas redes de apoyo que tendrán que reinventarse si se sustituyen por mascotas las familias tradicionales e imperfectas, pero muy resolutivas. El problema es enorme, general y recio. Vamos directos hacia él. Una manera de entretener el trayecto es calcular la cantidad de presupuesto, tiempo y energía que en los últimos diez, quince, veinte años la política ha dedicado, con plena determinación, a los otros asuntos. A los irreales.
Ucrania
'Cuerpo de Tormenta'
Parece que Ucrania ha capturado al fin a un soldado norcoreano. A continuación, el soldado ha muerto «por el empeoramiento de sus heridas». La redacción es de los servicios de Inteligencia de Corea del Sur, que deben de ser muy corteses y evitan decir que Ucrania ha fotografiado al fin a uno de los miles de soldados norcoreanos que asegura haber matado ya. No es fácil identificarlos. Llevan documentación rusa y sus anfitriones les queman la cara para que, si no parecen del mismo Moscú, parezcan al menos de Siberia. La suerte de estos soldados es incomparable. Han logrado salir de la jaula delirante en la que nacieron para conocer un mundo exterior que está en guerra y en el que su papel es el de carne de cañón en la despensa rusa. Al menos parece que han descubierto Internet. El porno, por más señas. Se habla de soldados norcoreanos que combaten a los drones corriendo muy rápido, cayendo como moscas y no socorriendo a los caídos. Las tropas rusas no luchan a su lado por problemas idiomáticos. La compañía de élite enviada a Ucrania desde Pyongyang se llama 'Cuerpo de Tormenta'. Ni el nombre es eficaz. Suena a disco de Doctor Deseo antes que a grupo de soldados con opciones de sobrevivir.
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