Maneras de presionar
Israel ·
El Congreso tramita la reforma que permitirá el embargo de armas a IsraelLa tarde que Reino Unido suspendió de inmediato las negociaciones de su acuerdo de libre comercio con Israel («las acciones del Gobierno de Netanyahu lo ... hacen necesario»), el Parlamento español admitió a trámite en una sesión sesteante una proposición de ley para introducir la figura del embargo en el comercio exterior de material de Defensa. La proposición nació como un envite de Sumar a sus socios mayoritarios de Gobierno y terminó siendo aprovechada en plan judoka por un PSOE repentinamente interesado en hablar de Israel aprovechando que Eurovisión pasaba por Basilea. Al final, la proposición de Sumar se aprobó con el apoyo de Junts, que adelantó la presentación de enmiendas y les soltó a sus compañeros de mayoría que no los ve tan preocupados cuando las vulneraciones del derecho internacional humanitario afectan por ejemplo al Sáhara o al Tíbet. Hubo un tiempo en que Israel simpatizaba con el 'procés' y al parecer Rajoy amenazaba a Netanyahu con reconocer el Estado palestino envuelto en una kufiya desde lo alto de la mezquita de Córdoba.
Ahora Netanyahu anuncia operaciones de castigo y promueve desplazamientos masivos de población civil como quien anuncia y promueve planes de empleo. Y reconoce en público que lo de dejar entrar algo de ayuda humanitaria en Gaza no es por evitar el «estado de hambre» en la zona sino para que sus aliados no se pongan nerviosos y le dejen continuar la guerra a su manera. La idea del primer ministro israelí es por tanto alimentar un poco a esa gente para que no cometan el desaire de morirse solos y poder matarlos él personalmente. A la espera de Estados Unidos -los rumores sobre un Trump harto y frustrado ya salen de la Casa Blanca-, Reino Unido empieza a apretar y Francia se muestra a favor de que la UE revise el acuerdo de asociación entre Europa e Israel. Ayer la alta representante para la Política Exterior de la Unión dijo que hay que hacerlo para «cambiar la situación». La paradoja nacional está en que, en lugar de intentando mantener vivas ridículas operaciones eurovisivas, el Gobierno podría estar sacando pecho de que la revisión de ese acuerdo la solicitó Pedro Sánchez hace un año en plan pionero, sin más compañía que la del primer ministro irlandés.
Urduliz
La vaquilla
El deseo de viajar al futuro es comprensible, pero precipitado. Mejor viajar al pasado. «¡Pero viajando al futuro uno verá cosas espectaculares!», me dirán. Y yo les responderé que nada tan espectacular como la cara de la gente del pasado si llegamos hasta ellos con noticias del porvenir. Pienso, por ejemplo, en retroceder treinta años y aparecer en una asamblea de la izquierda abertzale para anunciar que la lucha contra el Estado opresor no será en vano y en el tiempo nuevo el pueblo vasco -Urduliz en concreto- podrá participar en el 'Baloncesto en pañales' y el 'Tiro al pingüi-pato' del 'Grand Prix'. Va a suceder este verano porque el Ayuntamiento de Bildu ha aceptado la invitación de TVE como si fuese autonomista y del PNV. La alcaldesa de Urduliz explica que ir a la tele hará que los del pueblo se unan. «¡Unidad popular!», gritará la gente de la asamblea cuando se lo contemos. Luego enumeraremos el resto de participantes: Peñaranda de Bracamonte, Cubas de la Sagra... «¿Sigue Ramontxu en el 'Grand Prix' en 2025?», nos preguntarán después de recuperarse del susto y repasar mentalmente la ponencia 'Oldartzen'. Y les diremos que sí, que por supuesto. El disgusto llegará al comunicarles la ausencia de la vaquilla.
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