Furgón de cola

Libertad y autoridad

Francia ·

Varios alcaldes imponen el toque de queda contra la delincuencia juvenil

Francia tiene algo de canario europeo en la mina del siglo XXI. Ayer Macron abrió la campaña para las elecciones de junio con un discurso ... en el que recordó que las civilizaciones pueden morir e invocó el renacer continental con poder, prosperidad y humanismo. Qué discursos da este hombre. Unas horas antes, en Montmartre, al Moulin Rouge se le vinieron abajo las aspas del molino que corona su fachada. El simbolismo es otro invento europeo. Sucedió de madrugada y ni siquiera se debió al temblor causado por el cancán. El cabaret estaba cerrado. Fue un derrumbe sin heridos. No debía de haber en el boulevard Clichy a las dos de la mañana un solo poeta maldito, un solo pintor profundamente enamorado dispuesto a morir bajo las aspas legendarias. Normal que a Macron le preocupe el espíritu europeo. El momento es incierto y contradictorio. En Francia, cuna de la libertad, prolifera el toque de queda. Para menores, por motivos relacionados con la delincuencia. Acaban de implantarlo el alcalde izquierdista de Pointe-à-Pitre y el derechista de Béziers. Lo va a implantar el alcalde de Niza, centrista, y se lo está pensando el de Perpiñán, que es de extrema derecha y todavía detiene a ese nuevo vecino despeinado al que se le ha oído en la sobremesa de 'La Galinette' que también es el presidente legítimo de la Catalunya Nord.

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Francia tiene un polvorín en sus barrios marginales. Asustan los índices de delincuencia juvenil y asusta más la violencia e inanidad con la que se cometen muchos de esos delitos. Su relación con las revueltas que incendian la 'banlieue' es directa y pedagógica. El periodista de 'Le Monde' Luc Bronner cubrió los disturbios de 2023 y definió lo que vio de un modo impactante: «omnipotencia infantil». El toque de queda es una medida de padre severo que ya ha rechazado antes el Consejo de Estado. Esta vez los alcaldes no están solos. El primer ministro Attal, que es casi un niño él mismo, aunque de los barrios soleados, llama a la movilización contra los adolescentes violentos y promete, qué lejos ya aquel mayo, un «fuerte reforzamiento de la autoridad».

'MasterChef'

Psicodrama con patatas

Sabemos que lo de la programación en Televisión Española es peliagudo y que el Consejo del ente es un espacio funcional como un campo de batalla. Pero digo yo que algo se podrá hacer. Por ejemplo, colocar en la sala donde se reúna esa gente unos carteles como de taberna de la peor estofa. En vez de 'Prohibido escupir', que también, que en los carteles ponga 'Prohibidos los realities'. Y con eso ya mejoraría algo una televisión pública que debería aspirar a alguna suerte de ejemplaridad y no debería mezclar los concursos de toda la vida con la representación de la carnicería psicológica que hipnotiza a las audiencias. Ahora en 'Masterchef' una concursante ha abandonado sobrepasada, o algo así, un juez se ha hecho el duro, imagínenselo, y la ministra de Sanidad ha aprovechado el escandalito para tuitear cosas imponentes sobre el bienestar emocional y la salud mental. El país de verdad que es como de chiste. La buena noticia es para la industria cartelística. Hay que hacer más carteles. Y un poco más grandes: 'Tu trabajo es serio y consiste en intervenir sobre la realidad, no en tuitear sobre la televisión'. Estos son para los ministros. Para que se los pongan en casa. Y en el despacho.

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