
Goliat y Bolívar
Venezuela ·
Maduro jura como presidente tras no ganar las elecciones presidencialesSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Venezuela ·
Maduro jura como presidente tras no ganar las elecciones presidencialesNicolás Maduro fue investido finalmente presidente de Venezuela. Sucedió en un país con las fronteras cerradas, en una capital tomada y en una Asamblea Nacional ... sin periodistas, pero con grandes líderes internacionales. Dos, concretamente. Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega, que llegó tarde porque el acto se adelantó y se hizo con prisas. Maduro juró el cargo tras unas elecciones sin resultados comprobables. Lo de ayer fue por tanto una fiesta de la democracia. Por el lado que nos toca, asistieron Juan Carlos Monedero, un señor indescriptible de Izquierda Unida que no es eurodiputado de milagro y el alcalde de Ziortza-Bolivar, que es de Bildu y debe de pensar que lo de la promoción turística incluye los circuitos de sol e ignominia.
Como Venezuela también permite hacer cosas raras sin desplazarse, el lehendakari exigió ayer con severidad el reconocimiento de Edmundo González como presidente del país. Pero el PNV no quiso en su momento oír hablar de que el Parlamento vasco votase sobre el asunto. Sí lo hizo el Congreso de los Diputados y el PNV apoyó allí el reconocimiento de González. El mandato, irrenunciable al provenir del Legislativo, el Gobierno lo recogió ejemplarmente: haciéndose el loco.
Se supone que por influencia española la Unión Europea, faro planetario de la democracia, ha dormitado igualmente respecto a Venezuela hasta que el jueves dos italianos, Meloni y Antonio Tajani, pusieron el grito en el cielo de Caracas cuando apareció y desapareció María Corina Machado. El que al final no ha aparecido en la capital ha sido el presidente que se dice electo. Edmundo González insistió en que lo haría, como si un líder tolerable pudiese mandar a su gente al frente desde la retaguardia. Tras la jura de ayer, Nicolás Maduro soltó uno de sus discursos interminables y faranduleros. Lo mismo se burló de González, que pidió un viva para los abuelos, que se declaró, bramando, el rey David. No por lo de Sión sino por lo de la honda y el Dios de los ejércitos. Tiene su gracia, al encajarle a él la descripción precisamente de Goliat: un filisteo gigante. Después de amañar unas elecciones y hundir todavía más a su país en la autarquía, Maduro anunció ayer un propósito francamente tranquilizador: el referéndum para la reforma constitucional.
Sesenta universidades alemanas abandonan Twitter o X después de que Elon Musk entrevistase en la red social a la líder de Alternativa por Alemania, partido ultraderechista al que el magnate apoya apasionadamente desde hace más o menos quince días. El movimiento es sorprendente. No tanto por la decisión de las universidades como por la idea que estas instituciones debían de tener de su presencia en esa red.
La verdad es que me gusta pensar en ese rector que manda borrar el perfil institucional y mira después satisfecho por la ventana de su despacho centenario: «A ver cómo citan ahora a Adorno los tuiteros sin la tutela de la Universidad Goethe de Fráncfort del Meno». Las universidades denuncian la «orientación antidemocrática» de la red social de Musk.
Yo estoy a favor de salir de todos lados, pero el argumento es endeble. Insiste en la idea extraña de que las redes son espacios de debate democrático que funcionan mal. Como si no estuviese ya claro que son otra cosa. Algo que no es peligroso por el sesgo sino por la capacidad de influencia. A menos de que estemos dispuestos a aceptar que la bondad del invento depende del lado hacia el que el visionario de Silicon Valley al mando fuerce en cada caso el algoritmo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.