Genio en llamas
Space X ·
Elon Musk regresa a la tecnología y le estalla el cuarto megacohete Starship en lo que va de añoHace menos de un mes, Elon Musk explicó que se alegraba de dejar la política porque quería centrarse en el desarrollo del cohete Starship. Para ... avanzar con la misión tripulada a Marte, entre otras cosas. Hace unos días, lo que dijo el magnate fue que estaba encantado de volver a la tecnología porque las matemáticas y la física son jueces rigurosos que te obligan a desenvolverte en un entorno de «máxima búsqueda de la verdad». Justo lo contrario de la política. Y eso que Musk no sabrá lo que es el PSN.
La noticia es que ayer las matemáticas y la física juzgaron con rigor al jefe de Space X. Sucedió cuando ya tiene muchos problemas con la reputación de Tesla y la sostenibilidad de Grok, su asistente de Inteligencia Artificial. Y el juicio implicó un megacohete Starship en llamas. El cuarto en lo que va de año. Durante una prueba de abastecimiento e ignición en la que la nave no debía elevarse, la nave se elevó del peor modo posible: saltando por los aires envuelta en fuego. Parece que estalló el propulsor. Lo hizo de un modo cinematográfico, apabullante. No hubo heridos y Musk tuiteó: «Un rasguño». Su figura asimila el fiasco así, transformándolo en publicidad. Al fin y al cabo, su principal hinchada es la manosfera de las redes, un universo hipermasculinizado que, aun siendo virtual, huele a leonera de adolescente con bigote y considera una proeza que algo explote siempre que sea enorme y muy caro. El problema para unos Estados Unidos atrapados en la era de los genios providenciales es que la NASA necesita la tecnología de Space X y que, entre escándalos, dificultades y explosiones, lo de Marte parece bastante imposible mientras lo de anticiparse a China en el regreso a la Luna es cada vez más complicado. De espaldas al show -y gestionando probablemente los fracasos con hermetismo y deportaciones a campos de reeducación-, China calcula que necesita cinco años para poner a sus taikonautas en la Luna. La bandera roja de las cinco estrellas clavada en el polo sur lunar sería el símbolo definitivo de un cambio de hegemonía mundial y ayer Musk seguía reaccionando a su Starship en llamas con 'memes' sobre el naufragio del Titanic. Por si las dudas, el magnate también ha publicado un test de drogas: más limpio que una patena.
País Vasco
Olas de calor
El Gobierno vasco ha estudiado el clima a nivel autonómico y las conclusiones apuntan todas en la misma dirección. La temperatura media en el País Vasco ha aumentado 1,1 grados desde los años setenta. Al mismo tiempo, los días cálidos se han incrementado un 85% entre aquella década y el 2000. En los últimos veinticinco años, los días cálidos se han incrementado un 38%. En resumen, hace más calor muchos más días. Y esos días se agrupan en olas de calor con más frecuencia. Los datos avalan la sensación, por más que ahora recibamos los días de calor como invasiones bárbaras -con esos mapas incendiados en todas las variables del color rojo- y antes al tiempo no se le hiciese tanto caso y las sequías y las inundaciones llegasen y se superasen como tantas otras cosas de la vida, un poco como se podía. Explican las autoridades que el cambio climático no es reversible. Solo queda adaptarse. ¿Cómo? Pues un poco como se pueda, solo que ahora con 'papers'. Que el calentamiento también favorezca los eventos fríos demuestra la mala idea del fenómeno. El Gobierno vasco acierta esta vez con el 'timing': los informes para alertar contra el cambio climático hay que publicarlos cuando la gente está pasando calor, mucho calor.
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